El posparto, también conocido como puerperio, en teoría es el periodo de tiempo que se inicia tras el parto y que finaliza después de la cuarentena; es decir, más o menos unas seis semanas después de dar a luz.
Pero como ya sabemos bien, nada de lo que tiene que ver con la maternidad o la crianza suele seguir muy a rajatabla ninguna teoría. Así que conviene entender el posparto en el sentido más amplio posible. Más amplio y más variable, porque cada mujer es un mundo, cada parto es distinto y cada bebé va a provocar unos cambios y ajustes diferentes en cada unidad familiar.
En todo caso, y aquí sí que hay consenso entre teoría y realidad, el postparto es un periodo de adaptación en mayúsculas. Adaptación de la madre hacia el bebé, del bebé hacia la madre, de la madre hacia sus nuevos sentimientos, del bebé hacia el mundo, y del entorno hacia esta nueva pareja inseparable que forman mamá y bebé.
Un periodo de adaptación lleno de retos y dificultades que ha sido tradicionalmente invisibilizado. Y sigue siéndolo. Las películas, los anuncios, el imaginario común, nos dibujan a una mujer feliz con un nuevo hijo o hija entre los brazos. Y se olvida de todo el resto… Que es mucho y, de hecho, lo es todo.
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Una realizad invisibilizada
Precisamente esta invisibilidad es una de las causas del problema que abordaremos a continuación: la depresión posparto, vivida en soledad y muchas veces sin diagnosticar.
El entorno le dice a la mujer que debería sentirse muy feliz, que es obligatorio sentirse muy feliz; y cuando la mujer se siente, de manera inevitable, desbordada emocionalmente, a la ansiedad que podríamos considerar “normal” y “gestionable” se le añade una presión del entorno que, mal gestionada, puede comportar problemas importantes en su salud mental.
¿Qué postparto imaginabas? ¿Cuál ha sido la realidad? La falta de información causa falsas expectativas, mares de frustración e incluso madres arrepentidas en silencio.
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Trastornos emocionales después del parto
Está científicamente más que demostrado que antes, durante y después del embarazo, la mujer experimenta importantes cambios hormonales, y que estos cambios pueden llegar a causar trastornos emocionales de distinta intensidad.
1. Baby blues
El baby blues es el síndrome que suele aparecer con la llegada del bebé, se trata de una alteración emocional en la que aparece el llanto fácil, tristeza, irritabilidad, inseguridad, angustia y cambios de humor, es pasajero, dura unos días tras las primeras semanas del parto. Es un síndrome hormonal, ser consciente de ello te va a ayudar a transitarlo sin asustarte y no confundirlo con una depresión postparto.
2. Depresión postparto
Si este estado emocional persiste o empeora al paso de las semanas estamos hablando de depresión postparto; muchas mujeres la sufren en silencio sin ser diagnosticadas, afortunadamente, cada vez se están llevando a cabo más protocolos de detección. La depresión postparto te puede llevar a no sentirte capaz de cuidar el bebé, puede afectar al vínculo, y aislarte de familiares y amigos. No dudes en acudir a un especialista.
3. Estrés postraumático postparto
El estrés postraumático postparto (TEPT-P) aparece tras la experiencia traumática del parto, desde un parto de urgencia donde la vida del bebé estaba en peligro, una cesárea no esperada, prolapso del cordón umbilical, el bebé en la incubadora, sentimientos de impotencia, falta de apoyo y comunicación durante el parto, sufrir violencia obstétrica, ¿cómo viviste tu parto? ¿te sentiste respetada? ¿fue lo que realmente esperabas?
El parto constituye un momento de gran vulnerabilidad y las mujeres que padecen traumas previos, como abusos sexuales, tienen alto riesgo de desarrollar trastorno de estrés postraumático postparto.
4. Trastorno Obsesivo-Compulsivo postparto
Trastorno Obsesivo-Compulsivo postparto (TOC-P) está asociado a pensamientos intrusivos, recurrentes, persistentes que aparecen tras el parto, relacionados habitualmente con el bebé. Se da mediante compulsiones para reducir miedos y la ansiedad, miedo exagerado a dañar el bebé, rituales y comportamientos repetitivos relacionados con la higiene y el control del peso o ingestas.
El Trastorno Obsesivo-Compulsivo postparto afecta negativamente a la rutina diaria de la mujer, consumiendo demasiado tiempo y generando un estado de ansiedad permanente, afectando a las relaciones interpersonales.
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5. Síndrome de burnout postparto
El síndrome de burnout postparto aparece cuando te sometes a un periodo de estrés intenso y prolongado a nivel físico y emocional generando un agotamiento extremo, es habitual en el postparto.
Los síntomas del estrés crónico provocado por la misma situación, noches sin dormir, cólicos, lactancia, demanda constante del bebé, presión social por ser una madre perfecta, el peso de las responsabilidades domésticas, te lleva a dolores musculares, cefaleas, frustración, ansiedad, sentirte desbordada, colapsada y a la desesperación ¿Sientes agotamiento extremo, que no puedes más? Estos síntomas pueden ser confundidos por otros trastornos.
La importancia de actuar rápidamente
La identificación temprana de estos trastornos emocionales y acudir a un profesional especializado es crucial para el bienestar emocional de la madre y el bebé.
La psicología perinatal es la rama de la psicología que se encarga de trabajar los cambios emocionales que se producen durante el proceso de maternidad, paternidad y crianza. Acudir a un especialista siempre es la mejor opción, y las estadísticas confirman que si se trata en su fase inicial, las probabilidades de éxito del tratamiento son muy altas.
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La prevención de los problemas psicológicos
Cada vez hay más consciencia social de que la etapa del postparto es un momento de gran transformación personal y de pareja, donde aparecen heridas propias que pueden afectar en el proceso.
Afortunadamente hemos notado un creciente número de mujeres y parejas que acuden a la consulta para saber identificar si realmente quieren ser madres/padres o no, muchas veces caemos en la inercia de lo que inconscientemente creemos que se espera de nosotras.
A las mujeres o parejas que eligen hacer un proceso psicoterapéutico de preparación para la ma/paternidad y el postparto les resulta gran ayuda para prevenir los trastornos emocionales tras el parto y construir una maternidad consciente.
Si decides ser madre con pareja, deberías tener en cuenta que la corresponsabilidad parental es básica para que la mujer se sienta acompañada. Hacer equipo con la pareja requiere de comunicación, presencia, responsabilidad y compromiso; cuando esto no sucede ponemos en riesgo la salud de la mujer y el bebé.
Muchas mujeres sienten el sentimiento de abandono y soledad en el postparto cuando la pareja no está a la altura de las circunstancias, por ello es tan importante informar, fortalecer y concienciar a la pareja.
El sentimiento de soledad en la maternidad es uno de los más habituales en esta etapa, rodearte de otras madres te va a ayudar, así como formar parte de grupos de crianza y lactancia, hacer tribu.
Para algunas madres, la fusión inicial con el bebé despierta sensaciones de disfrute y gozo. La lactancia, en estos casos, aparece como la mayor intimidad entre mamá y bebé. Pero para otras mujeres, esta profunda fusión puede despertar confusión, inseguridad y quizás sensación de pérdida de identidad. Propiciar el entorno adecuado para acompañar a la madre en el proceso de crear esta sintonía con su bebé es el reto de la psicología perinatal.
Contar con alguien que se ocupe de las tareas del hogar, del cuidado de hermanitos, de poner lavadoras o de llenar la nevera parece poca cosa, pero es mucho. Tener las necesidades más prosaicas cubiertas va a permitir a la madre centrarse en ella y en las demandas del bebé, a tener tiempo tanto para cuidarse y recuperarse del parto, como hacer los necesarios ejercicios hipopresivos en casa como para lograr establecer la lactancia.
Concluyendo…
Como mujeres, socialmente estamos acostumbradas a cuidar y a atender las necesidades de los demás, y en un postparto el bebé pasa a ser el centro y las mujeres suelen ser las grandes olvidadas. Recuerda, eres la persona más importante de tu vida; priorízate, cuídate, si tú estás bien todo va a fluir.
Escúchate: ¿cómo te sientes? ¿Qué necesitas? Aprende a escuchar tus necesidades y a pedir, expresa lo que necesitas, sé asertiva, di no a todo aquello que no quieras.
Si no te sientes bien contigo misma o con tu pareja durante el postparto, pide ayuda.
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