En Psicología, lo que se conoce como habilidades sociales forma parte de los aspectos más importantes para comprender el comportamiento de las personas y su manera de vivir y de relacionarse con los demás.
Se trata de las aptitudes útiles en las interacciones sociales que nos permiten relacionarnos con éxito con nuestros semejantes y mantener vínculos saludables en los diferentes ámbitos de la vida. Esto tiene implicaciones en el desarrollo de nuestra identidad y el mantenimiento del amor propio.
Aquí veremos el modo en el que potenciar y mejorar las habilidades sociales de las que disponemos refuerza nuestra autoestima, y por qué ocurre esto.
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Por qué potenciar las habilidades sociales refuerza la autoestima
Las habilidades sociales se adquieren de manera normal durante el desarrollo de la persona empezando en los primeros años, aunque se pueden seguir mejorando a cualquier edad, si son entrenadas adecuadamente. No dependen totalmente de la genética, sino que es posible enriquecerlas a través de la experiencia.
Esto es positivo, porque algunas personas necesitan de un entrenamiento en la etapa adulta para aprender varias de estos recursos para socializar. Y como la autoestima está muy vinculada a los resultados que obtenemos al intentar relacionarnos con los demás, tener o no tener buenas habilidades sociales tiene un fuerte impacto en ella. A fin de cuentas, la percepción que tenemos de nosotros mismos se apoya no solo en lo que creemos acerca de quiénes somos, sino también de lo que creemos que los demás piensan al vernos y al hablarnos.
Si quieres conocer cuáles son las principales habilidades sociales que contribuyen decisivamente a mejorar los niveles de autoestima, sigue leyendo; aquí las encontrarás resumidas.
1. Asertividad
La asertividad es una de las habilidades sociales más importantes para aumentar la autoestima, y consiste en expresar, defender y hacer valer la propia opinión allí donde esta debe ser expresada, aunque respetando en todo momento las opiniones y los planteamientos de las personas que están a nuestro alrededor. Es decir, nos permite defender nuestras ideas pero sin usarlas como arma para atacar gratuitamente a los demás.
Esta habilidad es clave en el aumento de la autoestima de una persona, ya que se basa en la capacidad para comunicarse con éxito con los demás de manera respetuosa pero dejando claro que no estamos dispuestos a aceptar cualquier trato, y que nuestra individualidad merece también un respeto.
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2. Expresión de empatía
La expresión de la empatía es otra de las habilidades sociales indispensables para tener relaciones interpersonales sanas; ésta se mide por la capacidad que tiene una persona para ponerse en el lugar del otro y hacerlo saber, ofreciendo apoyo en mayor o menor medida allí donde es necesario.
Mantener una buena empatía con nuestro entorno nos permite adaptarnos a todas las relaciones interpersonales que mantenemos durante el día a día, y ser percibidos como una persona con la que se puede contar. Esta rol de figura de apoyo ayuda a mantener un buen nivel de autoestima, al ponernos en situaciones en las que podemos ser útiles para quienes necesitan nuestra ayuda en un sentido emocional.
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3. Validación emocional
La validación emocional es la capacidad de comprender y validar las emociones y los sentimientos que experimenta nuestro interlocutor, sin recurrir al paternalismo o al menosprecio de los modos de pensar ajenos cuando no coinciden con los nuestros, por el simple hecho de formar parte de la mentalidad de otros.
Se trata de una de las habilidades esenciales para lograr una buena sintonía y comunicación con nuestro interlocutor, gracias a la cual seremos de igual manera percibidos positivamente, lo que contribuye a aumentar nuestra autoestima. No hay que olvidar que aunque las ideas pueden ser criticadas, las personas no tienen por qué serlo por el hecho de sostenerlas.
4. Persuasión
Saber persuadir a los demás nos aporta la capacidad de movilizar a las personas apelando a aquello que las motiva. No se trata simplemente de explicar las razones por las que es adecuado realizar determinada acción o tomar cierta decisión, sino de tener en cuenta el tipo de emociones y sentimientos conectados con los motivos a favor y en contra de hacer aquello de lo que queremos convencer a los demás, y de usar bien el lenguaje no verbal.
Quienes tienen una alta capacidad de persuadir a los demás ven que sus opiniones no son sistemáticamente ignoradas, algo que protege contra los problemas de autoestima vinculados a la frustración.
5. Correcta expresión verbal
La capacidad de comunicar bien mediante las palabras es clave para transmitir ideas complejas y, por supuesto, facilita en gran medida las relaciones interpersonales, así como el trabajo en equipo.
Es, por ello, uno de los ingredientes ptincipales del liderazgo, y está muy vinculada con la inteligencia. Todas las consecuencias positivas de haver un buen uso del lenguaje repercuten positivamente en la autoestima y dan la oportunidad de compartir nuestra filosofía de vida y nuestra manera de ver las cosas, algo que despierta el interés de los demás y nos permite ser alguien a quien acudir en busca de consejo, si así lo queremos.
La capacidad de expresarse correctamente denota cultura, habilidades de comunicación, conocimientos sobre distintos temas, una correcta vocalización y una buena capacidad de improvisación, elementos clave para aumentar la autoestima del orador.
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Referencias bibliográficas:
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- Jordan, C.H.; Spencer, S.J.; Zanna, M.P.; Hoshino-Browne, E.; Correll, J. (2003). Secure and defensive high self-esteem" (PDF). Journal of Personality and Social Psychology, 85(5): pp. 969 - 978.
- Orth U.; Robbins R.W. (2014). The development of self-esteem. Current Directions in Psychological Science. 23(5): pp. 381 - 387.
