¿Qué es la supervisión de casos clínicos para psicólogos?

Un tipo de servicio muy demandado por psicólogos, independientemente de su grado de experiencia.

¿Qué es la supervisión de casos clínicos para psicólogos?

El mundo de la psicología y de la salud mental en general se fundamenta en conocimientos de todo tipo, tanto teóricos como prácticos, y es parte de lo que hace de este ámbito de trabajo algo fascinante.

Sin embargo, esto también implica que, desde el punto de vista de los profesionales, siempre pueden surgir dudas y obstáculos ante los cuales resulta complicado saber qué hacer. Especialmente en el área de la psicoterapia, encontrarse con situaciones nuevas o problemas inesperados resulta habitual.

Justamente por eso existe la supervisión para psicólogos, un servicio muy habitual entre profesionales o equipos de psicólogos con mucha experiencia que compaginan sus tareas habituales con sesiones de ayuda a otros colegas. Aquí veremos en qué consisten.

¿Qué es la supervisión de casos clínicos en psicología?

La supervisión de casos clínicos, como su nombre indica, son procesos en los cuales un profesional de la intervención psicológica en pacientes asesora a otro para ayudarle a encauzar un caso concreto del cual se está encargando en su consulta.

Estas sesiones de supervisión pueden ser realizadas puntualmente (en una sola sesión) o con una cierta periodicidad para realizar el seguimiento de un caso a lo largo de los días. Por otro lado, muchas veces es posible realizarla no solo cara a cara, sino también de manera online.

No se trata de un servicio improvisado, sino que muchos psicólogos ya han desarrollado un modo específico de ofrecer este servicio a colegas, de manera que cuentan con la experiencia y la preparación necesaria para ayudar a quien lo necesite.

¿Sólo lo necesitan los psicólogos novatos?

La respuesta a esta pregunta es no: cualquier profesional, sea cual sea su grado de experiencia, puede en determinadas ocasiones necesitar de la supervisión de otros psicólogos para saber gestionar un caso concreto. A fin de cuentas, la psicoterapia es un proceso tan complejo que nadie llega a controlar totalmente lo que ocurre en él (para bien y para mal), lo cual significa que siempre hay margen para aprender.

Además, a veces el problema no es la falta de conocimiento teórico-práctico, sino la necesidad de disponer de un agente externo que sea capaz de analizar de un modo más objetivo cómo se ha ido desarrollando el vínculo terapéutico.

Objetivos de la supervisión para psicólogos

Los principales objetivos de la supervisión de casos clínicos en psicología son los siguientes.

1. Resolver dudas

Sobre todo al inicio de los procesos de intervención en el ámbito clínico, así como en las fases de evaluación de los progresos realizados por el paciente, algunos psicoterapeutas tienen dudas concretas que no saben resolver por sí mismos, al hacer referencia a vacíos de conocimiento muy específicos. No hay que olvidar que cada año se publica mucha información relativa a investigaciones en salud mental, y ponerse a buscar a través de estas publicaciones no siempre es sencillo.

Por ello, la posibilidad de plantearles dudas directamente a quienes llevan años dedicándose a la terapia psicológica tiene un gran valor, porque ahorra mucho tiempo y además permite tener una visión global del asunto, en la que la información poco relevante ya ha sido filtrada y descartada, mostrando sobre todo lo que es de mayor utilidad.

2. Solucionar el estancamiento

Uno de los motivos más habituales por los que los psicoterapeutas recurren a la supervisión de casos tiene que ver con la necesidad de hacer avanzar procesos terapéuticos en los que no se aprecian mejorías demasiado significativas. De este modo se trata de encauzar la intervención poniendo el foco en la consecución de metas concretas y objetivables.

3. Potenciar las habilidades terapéuticas

La supervisión para psicólogos también ayuda a pulir habilidades terapéuticas que no siempre vienen explicadas en los libros: las llamadas "soft skills" han demostrado jugar un papel relevante a la hora de ayudar a los pacientes y conectar mejor con ellos, y pueden ser entrenadas con mayor facilidad si hay una persona de carne y hueso monitorizando el modo en el que se comporta el profesional que busca ser supervisado.

4. Compartir recursos y estrategias

No hay que olvidar que la supervisión de casos clínicos se realiza a través de la comunicación directa de profesionales que intercambian información; esto hace que los conocimientos y recursos más actualizados puedan ir difundiéndose de un modo más ágil, sin la (relativa) rigidez de la búsqueda y lectura de artículos en revistas especializadas, la realización de posgrados, etc.

Una de las ventajas de esto es que, al percibir problemas o necesidades específicas que la persona que busca supervisión no sabe muy bien cómo enfocar, el supervisor puede plantear, por su propia iniciativa, soluciones que la otra persona no se había planteado antes, debido a que la relación es simétrica. Esto es algo que ocurre con menos frecuencia en interacciones de tipo más bien asimétrico, como por ejemplo las clases magistrales en una carrera universitaria o en un Máster.

En definitiva, las sesiones de supervisión de casos clínicos son un medio por el que los conocimientos viajan de manera espontánea, respondiendo a necesidades concretas en el momento en el que son reconocidas como tales.

5. Ayuda a ver con perspectiva la relación terapéutica

Finalmente, otra de las ventajas de esta clase de servicios es que ayudan a detectar problemas relativos a la relación terapéutica con pacientes concretos. Esto es, fenómenos que nacen y mueren con el transcurso de la psicoterapia y de los que no hay ni puede haber nada publicado, pero que igualmente aportan mucha información relevante que hay que saber aprovechar para llegar a los objetivos terapéuticos y establecer un clima de honestidad, confianza y sintonía.

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