La imagen del cielo estrellado podría resultar atractiva para muchas personas. Sensaciones de calma y una atmósfera romántica son sólo algunas de las experiencias que con facilidad nos puede transmitir la oscura la bóveda celeste repleta de puntos luminosos.
Sin embargo, no todas las personas reaccionan de manera positiva ante dicho estímulo. Lejos de contagiar romanticismo, el cielo estrellado puede desencadenar pánico en algunas personas. Veremos a continuación de qué se trata este miedo a las estrellas, que conocemos como siderofobia.
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¿Qué es la siderofobia?
La palabra “sideral” viene del latín “sidus”, que significa cuerpo celeste. Como tal, “sideral” es un término que hace referencia a todo lo relativo a los astros. En este sentido, la siderofobia se trata de un miedo excesivo a los cuerpos celestes, en específico se trata de un temor exacerbado a las estrellas.
Aunque no se trata de una categoría clínica descrita por los especialistas en psicología o psiquiatría, el término “siderofobia” se ha utilizado recientemente para hacer referencia a un temor importante a la exposición al cielo estrellado, así como a algunos los estímulos asociados con éste.
Dicho de otra manera, la siderofobia en sí misma no es considerada un trastorno, si no que, en todo caso, se trata de una experiencia asociada a una sintomatología más compleja. Dado que el cielo estrellado es un estímulo muy difícil de evitar, la siderofobia no sólo está relacionada con las estrellas, sino con otros elementos que acompañan la oscuridad y los espacios abiertos.
Por la misma razón, la siderofobia puede ser considerada como una de las experiencias que se añaden a espectros más amplios de fobias que sí están consideradas por los especialistas como una situación clínica específica. Entre estos espectros podría encontrarse, por ejemplo, la agorafobia.
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Otras fobias a los astros
Las estrellas no son los únicos cuerpos celestes que pueden causar temor excesivo en algunas personas. Al tratarse de un temor potenciado por los elementos que rodean a los cuerpos celestes, otras fobias relacionadas son el miedo a la oscuridad, conocido como escotofobia o nictofobia; la astrofobia, que incluye el temor a cualquier cuerpo celeste; o la meteorofobia, que es el miedo específico a los meteoros.
¿Son inofensivas las estrellas?
Una estrella es una esfera luminosa compuesta principalmente por hidrógeno convertido en helio, y mantenida en el cosmos por acción de la gravedad. A muy grandes rasgos, es a partir de las reacciones ocurridas en el interior de las estrellas, como se desprenden los principales elementos químicos que, a su vez, dan origen a distintas partículas. Posteriormente, dichas partículas permiten el desarrollo de las distintas formas de vida que existen en nuestro planeta.
Por lo tanto, las estrellas no son en sí mismas peligrosas sino todo lo contrario, forman parte de la actividad química que ha permitido la existencia del universo. Entonces, ¿cuáles pueden ser algunas de las causas por las podríamos temer a estas esferas luminosas?
Posibles causas
Tal como ocurre con otras fobias, la siderofobia puede estar provocada por una serie de aprendizajes y percepciones individuales que, al entrar en contacto con determinados estímulos externos; desencadenan malestares importantes.
Así pues, el miedo a las estrellas puede generarse por los significados individuales que se atribuyen tanto a dichos cuerpos celestes, como al cielo oscuro y los elementos que le rodean. A su vez, estos elementos pueden ser la oscuridad, los espacios abiertos, la sensación de soledad o de peligro, o bien un temor provocado por los conocimientos que hemos adquiridos sobre las características del cosmos.
Los conocimientos mencionados antes pueden estar vinculados, así mismo, con la idea de inmensidad, con lo desconocido, con la falta de control, o bien, con algunos peligros relacionados con los más grandes cuerpos celestes.
Todo lo anterior fuertemente alimentado tanto por una falta de aprendizaje profundo sobre el funcionamiento del cosmos, como por algunos tipos de ciencia ficción presentes en el cine o la literatura. Así mismo, una persona puede desarrollar un miedo irracional a las estrellas por alguna experiencia previa desagradable, que haya tenido de por medio una relación determinada con dichos estímulos y percepciones.
Síntomas
Así como pasa en otro tipo de fobias, la siderofobia puede provocar respuestas fisiológicas relacionadas con la ansiedad, como náuseas, sudoración, mareos, hiperventilación, agitación cardiaca, sensación de ahogo, sequedad bucal, etcétera. Todo ello ante la exposición, o la posibilidad de exponerse, al cielo estrellado.
Tratamiento
En tanto que no se considera un cuadro clínico específico, tampoco existe un tratamiento especial para la siderofobia. A grandes rasgos, la forma de acompañar o disminuir el miedo a las estrellas puede seguir el procedimiento utilizado para otras fobias. En inicio es importante determinar si se trata de un temor específico, o relacionado con una sintomatología más extensa y compleja, como la que caracteriza a los trastornos de ansiedad.
Esto último permite trabajar con las respuestas emocionales más profundas y que pueden estar afectando el día a día de la persona, más allá de la exposición al cielo estrellado. Así mismo permite explorar los significados y aprendizajes relacionados con el estímulo que causa temor, y en este sentido, generar estrategias de afrontamiento y de reaprendizaje ante dicho estímulo.