El comportamiento sexual es una de las áreas de la conducta humana en la que es más difícil establecer el límite entre lo normal y lo patológico.
Una clasificación de los principales trastornos sexuales nos puede dar una idea sobre cómo se organiza esta vertiente de nuestro comportamiento. Por ello, vamos a hablar un poco de cada trastorno de la conducta sexual para lograr entenderlo mejor.
Trastornos sexuales: ¿qué son y cómo se manifiestan?
Los trastornos sexuales se han dividido en tres grandes grupos como son las parafilias, las disfunciones sexuales y los trastornos de identidad sexual. Esta forma de clasificarlos nos ofrece un esquema básico sobre los tipos de los trastornos sexuales y psicosexuales.
A continuación vamos a repasar cada uno de estos grandes grupos para comprender mejor la naturaleza de cada trastorno sexual, así como sus manifestaciones más comunes.
1. Parafilias
Las parafilias se caracterizan por intensas y repetidas fantasías sexuales, impulsos de cariz sexual que implican a objetos no humanos, sufrimiento o humillación propia o niños o personas que no consienten, y que por lo tanto se consideran desadaptativas, pues dañan la calidad de vida del individuo y/o de las pesonas que se relacionan con él. Varias de ellas son las siguientes:
1.1. Exhibicionismo
Es una conducta que se caracteriza por un alto nivel de excitación a través de la exposición de los genitales a una persona de forma espontánea y sucesiva. Suele predominar en niños y adolescentes como máximo 20-30 años. Se da con más frecuencia en hombres y en lugares públicos. Se ha descrito a estas personas como tímidas, retraídas y dependientes.
1.2. Voyeurismo
Se caracteriza por la excitación de una persona al contemplar personas desnudas o realizando algún tipo de actividad sexual, el riesgo de ser descubierto actúa como un potenciador de la excitación. Comienza en la adolescencia pudiendo ser pasajero o crónico. Suelen ser tímidos y con cierta dificultad para iniciar o mantener relaciones de pareja. Recientemente se ha reportado una práctica en algunas ciudades que consiste en personas que frecuentan lugares donde las parejas van a tener relaciones. Esta práctica derivada del voyeurismo ha recibido el nombre de Dogging o cancaneo.
1.3. Froteurismo
Consiste en la excitación erótica a través del rozamiento del órgano genital con el cuerpo de otra persona sin su consentimiento. Estas actividades se suelen realizar en lugares públicos como puede ser el metro, discotecas o el autobús. El froteurismo va acompañado de masturbación ante el recuerdo. Afecta a hombres de entre 15-20 años.
1.4. Fetichismo
Es la persona que se excita observando y manipulando los objetos inanimados como ropa interior femenina. Suelen masturbarse mientras tocan la prenda en cuestión. Suelen ser hombres heterosexuales. Dentro de esta podemos definir el fetichismo transvestista que consiste en ponerse ropa interior del sexo contrario cuando están solos o cuando realizan el acto con su pareja. En otro artículo definimos los fetiches más raros y curiosos.
1.5. Paidofilia
También conocido como pedofilia. Se llama así al trastorno caracterizado por la excitación o placer sexual a través de fantasías y conductas que implican la actividad sexual entre un adulto y un niño de entre 8-12 años.
1.6. Sadismo
Es la necesidad de infligir daño a otra persona para excitarse sexualmente. Implica impulsos sexuales y comportamientos que implican actos reales con o sin el consentimiento de la víctima. La persona que ejerce el sadismo puede violar o no a la víctima, incluso masturbarse o penetrarla con objetos.
1.7. Masoquismo
El masoquismo implica la necesidad de ser humillado, atacado o maltratado para obtener placer sexual. Es una de las parafilias más claramente dañinas, ya que limita la libertad de las personas.
El sadomasoquismo, como trastornoy categoría clínica, no debe ser confundido con la idea de sadomasoquismo relacionada con cierto tipo de juegos sexuales basados en el mutuo acuerdo y que no limitan la capacidad de la persona para encontrar plaer sexual en otras tendencias.
2. Disfunciones sexuales
Las disfunciones sexuales incluyen todas las alteraciones que se producen durante el acto sexual, pueden presentarse al inicio de la vida sexual o incluso más adelante. Las causas pueden ser físicas, psicológicas o ambas. Dentro de esto tenemos varias:
2.1. Trastornos del deseo sexual
Los principales trastornos del deseo sexual son los siguientes:
- Deseo sexual inhibido: caracterizado por un déficit en las fantasías sexuales y en la falta de deseo sexual. Esta apatía no solo incluye desinterés por el sexo también por toda conducta sexual como la masturbación. Suele ser mucho más frecuente en mujeres.
- Trastorno por aversión al sexo: las personas con este trastorno evitan todo contacto genital. Suelen presentar un elevado nivel de ansiedad y pánico ante el acto sexual. Se da con más frecuencia en mujeres.
- Trastorno de la excitación sexual: Trastorno de excitación en de la mujer, fallo en mantener la lubricación propia de la excitación sexual hasta la terminación de la actividad sexual. Y el problema de erección en el hombre, fallo total o parcial para obtener o mantener la erección hasta el final del acto sexual. El más frecuente es la impotencia.
- Trastornos del orgasmo: incluye las disfunciones sexuales masculinas y femeninas y la eyaculación precoz. Dentro de esta categoría también podemos encontrar la Disfunción orgásmica femenina (anorgasmia) se define como una ausencia o retraso del orgasmo durante una actividad sexual normal. Suelen predominar los factores psicológicos frente a los orgánicos. También existe la Disfunción orgásmica masculina, que se caracteriza por la ausencia o retraso del orgasmo en el hombre tras una excitación normal.
- Trastornos por dolor: en las mujeres, encontramos la Dispaurenia femenina: un 12% de las mujeres lo padecen. Aparece asociada a problemas de vaginismo normalmente. El dolor puede presentarse en todos los intentos de coito o en determinadas posturas. Entre las posibles causas suelen ser trastornos en la vagina o deformaciones. En los hombres puede darse dolor en la eyaculación o infecciones de uretra.
- Vaginismo: puede darse aun cuando la mujer responde de manera adecuada a la excitación sexual. El problema llega a la hora de realizar el coito, se produce un espasmo reflejo que hace que se contraigan los músculos de la vagina provocando así el cierre de la abertura vaginal.
3. Trastornos de la identidad sexual
Por último tenemos los trastornos de identidad sexual, que hace referencia al malestar que siente una persona por su condición sexual junto al deseo de ser del otro sexo. Entre estas personas es frecuente el deseo de someterse a una operación de cirugía plástica que pueda transformarles en una persona con una visibilidad sexual que responda a su identidad.
En este ámbito, existe un largo debate sobre si los conflictos en la identidad sexual deben ser considerados como trastornos, o simplemente como preferencias sexuales, tal sería el caso de la homosexualidad.
De hecho, aunque el manual de diagnóstico psiquiátrico DSM lo incorporaba en sus cuatro primeras ediciones, a partir del DSM-V ha dado el paso de eliminar el Trastorno de Identidad de Género de la lista de enfermedades mentales. Sin embargo, la OMS sigue considerando la transexualidad como un trastorno.
Referencias bibliográficas:
- Balon R, Segraves RT, eds. (2005). Handbook of Sexual Dysfunction. Taylor & Francis.
- Basson, Rosemary (marzo de 2000). «Report of the International Consensus Development Conference on Female Sexual Dysfunction: Definitions and Classificasions». The Journal of Urology (Estado Unidos de América).
- Nolen-Hoeksema, Susan (2014). Abnormal Psychology. 2 Penn Plaza, New York, NY 10121: McGraw-Hill. pp. 366–367.
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