El tratamiento del insomnio mediante neurofeedback

Veamos en qué consiste el neurofeedback y cómo permite tratar el insomnio.

El tratamiento del insomnio mediante neurofeedback

Los trastornos del sueño son una forma de malestar que afectan a cientos de miles de personas, pero afortunadamente, pueden ser tratados de manera eficaz.

Uno de los recursos más útiles para tratar el insomnio es el neurofeedback, en el que los principios de la psicoterapia se unen a los de las neurociencias.

Las ondas cerebrales y el neurofeedback

El neurofeedback es un procedimiento a través del cual se mide la actividad nerviosa de la superficie cerebral del paciente y se le ofrece esta información en tiempo real. Esto se consigue tan solo aplicando senseores sobre la cabeza, sin necesidad de cirugía ni de procedimientos dolorosos.

Dicho de otro modo, se basa en permitir que el paciente reconozca los patrones de actividad de su cerebro para ayudarle a aprender maneras de alterarlos a voluntad.

El neurofeedback se utiliza para tratar varios tipos de trastornos psicológicos, y uno en los que resulta eficaz es el insomnio. Esto tiene sentido, dado que los estados de consciencia y la tendencia a la relajación tiene efectos claros en las ondas cerebrales, que representan visualmente la frecuencia que adoptan las neuronas del encéfalo a la hora de coordinarse entre sí y de emitir impulsos nerviosos.

¿Cómo se trata el insomnio a través del neurofeedback?

Las investigaciones científicas llevan demostrando desde hace décadas que al menos varias de las ondas de actividad nerviosa pueden ser fomentadas a través de condicionamiento operante, es decir, que son propensas a ser controladas por la persona a través de un sistema de incentivos.

Del mismo modo en el que en psicoterapia se establecen medidas para reforzar la aparición de unos comportamientos y debilitar la aparición de otros, el neurofeedback ayuda a hacer lo mismo a la hora de facilitar que aparezcan ciertos patrones de activación neuronal. En este caso, aquellos que predispongan a la persona a conciliar el sueño y a poner fin al problema del insomnio.

¿Cómo se consigue esto? Como hemos visto, el neurofeedback hace que la persona cobre consciencia de aspectos de sus procesos neuropsicológicos que normalmente le pasarían inadvertidos, y a partir de ahí, hace que sea capaz de reforzar aquellos que sirvan a sus intereses. Dicho de otro modo, se lo pone más fácil a la hora de tomar las riendas de algunos fenómenos que tienen lugar en su cuerpo y que hasta ese momento eran semiinconscientes, ajenos a su control voluntario.

Al ir aprendiendo el modo en el que determinadas maneras de pensar, de sentir y de regular lo que ocurre en el cuerpo genera cambios en esos procesos, aprende también maneras de modificar a conveniencia estos últimos.

Ahora, veamos más en detalle el modo en el que el neurofeedback ayuda a dormir.

La importancia de las ondas alfa y theta

En la conciliación del sueño, hay dos tipos de ondas cerebrales especialmente importantes: las ondas alfa y las ondas theta.

Las ondas alfa son aquellas que indican un estado de consciencia relajado en la persona cuya corteza cerebral las empieza a emitir. Son propias de los momentos en los que soñamos despiertos, suelen aparecer justo antes de empezar a dormitar: bajo su efecto, estamos despiertos, pero a la vez enfocamos nuestra atención hacia los procesos imaginativos y la rememoración de recuerdos, o simplemente, no pensamos en nada concreto.

Por su parte, las ondas theta son aquellas que aparecen cuando empezamos a dormir. Con ellas, desconectamos casi totalmente de lo que ocurre a nuestro alrededor, pero el nivel de activación es lo suficientemente intenso para que si nos despertamos en esta fase creamos que no hemos llegado a empezar a dormir, simplemente no recordamos bien lo que ha ocurrido.

Así pues, a la hora de aplicar el neurofeedback para tratar el insomnio, el principal objetivo es ayudar a la persona a inducirse una transición de las ondas alfa a las ondas theta. Para conseguirlo, el paciente lleva a cabo diferentes aprendizajes de tipo implícito, esto es, que dependen más de la práctica y de experimentar por uno mismo que del seguimiento de instrucciones puramente teóricas.

Por ejemplo, se sabe que la aparición de ondas alfa es facilitada cuando la mirada de la persona no enfoca a ningún elemento concreto del campo visual, de manera que hace que todo quede "borroso"; esta clase de experiencias contribuye a entrar en un estado de consciencia relajado y meditativo, similar al que tiene lugar también durante las sesiones de hipnosis clínica. Con el neurofeedback, los pacientes aprenden la práctica de esta clase de fenómenos, en vez de quedarse en una teoría que en el caso de quienes desarrollan trastornos del sueño resulta insuficiente.

Referencias bibliográficas:

  • Carrobles, J.A. (2016). Bio/neurofeedback. Clínica y Salud, 27 (3): pp. 125 - 131.
  • deCharms R.C.; Maeda, F.; Glover, G.H., et al. (2005). Control over brain activation and pain learned by using real-time functional MRI. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America. 102 (51): 18626 - 18631.
  • Dement, W. (2000). The promise of Sleep: A pioneer in sleep medicine explores the vital connection between health, happiness, and a good night's sleep. New York: Random House.
  • Kamiya, J. (1969). Operant control of the EEG alpha rhythm. En C. Tart (Ed.), Altered states of consciousness. Nueva York: Wiley.
  • Basmajian, J.V. (1989). Biofeedback: Principles and practice for clinicians. Baltimore: Williams and Wilkins.

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