La palabra petroglifo proviene de dos vocablos griegos: petra, piedra, y glyphein, tallar o grabar. Es decir, que llamamos petroglifos a las representaciones grabadas en superficies rocosas, muy abundantes en la Prehistoria y que se reparten por todo el mundo.
En el artículo de hoy hablamos de una de las manifestaciones artísticas más antiguas, extendida por todo el planeta y que nos dan una valiosísima información acerca de cómo vivían nuestros antepasados: los petroglifos o grabados en piedra.
Petroglifos: el arte de grabar la piedra
Los petroglifos más antiguos datan del periodo Neolítico (hacia el 10.000 – 3.000 a.C.), pero existen comunidades humanas que siguieron ejerciendo esta práctica hasta bien entrada la era moderna. Por ejemplo, en la cultura Mogollon, en Nuevo México, se realizaron petroglifos hasta aproximadamente el 1400 d.C.
Técnicas de grabado
Las técnicas de grabado son diversas. Los expertos distinguen tres técnicas básicas:
- Percusión: basada en golpear repetidamente una piedra con otra, a modo de cincel.
- Rayado: como su mismo nombre indica, se basa en rayar la superficie con el filo de otra piedra.
- Abrasión: un poco más compleja, que consiste en alisar la superficie pétrea a través de la frotación y, más tarde, pulimentarla con agua y arena.
Tipos de petroglifos
Por otro lado, existen diversos tipos de petroglifos. A pesar de que todos tienen la característica común de estar grabados en piedra, las representaciones pueden ser extraordinariamente diversas, aunque los científicos las han englobado en tres grupos generales:
- Los petroglifos geométricos, que representan formas como círculos, cuadrados, espirales…
- Los petroglifos abstractos, cercanos a los geométricos pero que carecen de motivo evidente;
- Los petroglifos figurativos, que incluyen las representaciones zoomorfas y antropomorfas, así como la plasmación de diversos objetos.
Pero quizá lo más interesante de los petroglifos sea que no se restringen a un lugar ni a una cultura en concreto, sino que están presentes en multitud de sitios alrededor del mundo. Eso sí, las características de los petroglifos son diversas, en función de la sociedad que las ha creado. Lo más enigmático, además, es que muchas de las culturas que grabaron en la piedra no tenían ningún lazo en común, como ahora comprobaremos.
5 ejemplos de petroglifos (y su significado)
A continuación, presentamos 5 ejemplos de petroglifos e intentamos desentrañar su significado. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que los científicos no se ponen de acuerdo en la intención de las personas que los realizaron. Puede que tengan algún sentido religioso o comunal, o puede, simplemente, que fuera un mero impulso estético. En todo caso, se trata de un testimonio de nuestro pasado prehistórico que merece la pena conocer.
1. Petroglifos de Pusharo (Perú)
Los petroglifos de Pusharo, ubicados en el Parque del Manú, en Perú, son probablemente unos de los más conocidos a nivel internacional. Fueron descubiertos a principios del siglo XX por un cauchero nativo y, en 1921, el dominico Vicente Cenitagoya realizó su primera interpretación. Actualmente, el trabajo del padre Cenitagoya está totalmente desestimado, pues basó sus interpretaciones en motivos del Antiguo y el Nuevo Testamento, algo bastante inverosímil.
Los petroglifos de Pusharo están inscritos en las rocas de la ribera del río Palotoa y constan de tres secciones muy diferenciadas. La primera, llamada Sector A, es la que condensa la mayor parte de los petroglifos, e incluye motivos geométricos (círculos, cruces y espirales, entre otros), abstractos y figurativos. Entre estos últimos cabe destacar las cabezas o máscaras humanas, muy esquemáticas y en forma de corazón, lo que parecen ser serpientes y unas presuntas representaciones del dios sol.
El científico Carlos Neuenschwander Landa aventuró la posibilidad de que los petroglifos de Pusharo fueran realizados por pueblos amazónicos preincaicos, aunque evidentemente influenciados por el pueblo inca. Y, en el terreno sensacionalista, no faltan en las redes quienes dicen que se trata de un mapa que encierra el lugar donde se oculta un fabuloso tesoro inca…
2. Petroglifos de Ghorghalado (España)
En 2012, una vecina de El Rosal, en Pontevedra (Galicia, España) descubrió unos curiosos dibujos labrados sobre una roca y alertó a las autoridades. Estos petroglifos gallegos llevaban años ocultos bajo tierra y constituyeron los primeros en ser excavados en esta región española.
Los motivos de los petroglifos de Ghorghalado son geométricos y abstractos; abundan los círculos concéntricos, las líneas y las formas cuadrangulares y ovaladas. Se desconoce cuál podría ser su significado, pero se aventura que podrían datar de hace unos 3.000 años, es decir, de la Edad de Bronce hispánica.
3. Petroglifos de Three Rivers (Estados Unidos)
El conjunto de petroglifos de la zona de Three Rivers, ubicada en Nuevo México (EUA), cuenta con nada menos que con unos 21.000 ejemplos, que incluyen motivos geométricos, abstractos y figurativos. Se trata, pues, de uno de los mayores yacimientos de petroglifos del mundo.
Posiblemente ejecutados por la llamada cultura Mogollon, nativa de la zona, hacia el 1000 – 1400 d.C., este extraordinario conjunto se encuentra al lado de la carretera y es perfectamente visible desde el lugar que las autoridades han dispuesto para ello. Entre los interesantes petroglifos que guarda encontramos cabras montesas (algunas, con flechas en el cuerpo), pájaros y otros animales, como el alacrán. Por otro lado, entre los motivos antropomorfos podemos ver rostros o máscaras humanas realizadas con un detalle sorprendente, así como figuras antropomorfas.
4. Petroglifos de Brastad (Suecia)
Considerado por los expertos un centro religioso de la Edad del Bronce europea, el yacimiento de Brastad, en Suecia, es uno de los más espectaculares testigos del arte de los petroglifos prehistóricos. Integra un gran número de ellos, labrados en la roca y posteriormente policromados de rojo para resaltar sus formas.
Entre las espectaculares figuras encontramos carros, animales, ruedas del sol, huellas y unas extrañas líneas dentadas que parecen escaleras, pero que, seguramente, representan embarcaciones, con sus tripulantes en el interior. Posiblemente, lo más impactante del conjunto son las figuras antropomórficas; especialmente famosa es la llamada El zapatero, ya conocida desde el siglo XVII.
5. Petroglifos del Altai mongol
En Mongolia, en los valles de alta montaña que se esparcen por el macizo de Altai, se encuentra una de las muestras más impactantes de arte petroglifo. Se trata de tres conjuntos, repartidos por tres valles, que abarcan un periodo de tiempo que va desde el 11.000 a.C. hasta los últimos siglos antes de nuestra era. Es decir, todo un testimonio del desarrollo humano en esa zona de Asia.
En efecto, los numerosos petroglifos ofrecen un recorrido muy interesante desde las primeras comunidades cazadoras de la zona hasta las sociedades nómadas ecuestres, pasando por un periodo de pastoreo. Precisamente del último periodo son los petroglifos que representan jinetes montando sus caballos, una de las manifestaciones más asombrosas del conjunto.
Pero, además de las figuras antropomorfas que son testigo del modo de vida de las comunidades prehistóricas que vivieron en la Mongolia actual, encontramos petroglifos que representan animales actualmente extintos en esa zona, que convivían con los humanos hace milenios, lo que representa un testimonio de incalculable valor para comprender el proceso climático y geográfico de los valles. Entre otros, encontramos mamuts, rinocerontes y avestruces, que corresponderían al periodo más antiguo de representaciones.