La autoestima es una cuestión dentro de la psicología que despierta más y más interés en la educación por parte de los progenitores. Es algo que está comenzando a tener mucho peso en las casas ya que los padres son cada vez más conscientes que los patrones de autoestima empiezan muy pronto en la vida. Al fin y al cabo, una buena autoestima constituye una fuerte armadura que protege al niño y futuro adulto de las adversidades del día a día.
La conciencia o concepto que tenemos sobre nuestro propio valor varía dependiendo del carácter de la persona y el ambiente en el que se desarrolla. Contar con una buena autoestima es de suma importancia ya que hace que seamos más felices y podamos relacionarnos con la gente de nuestro alrededor de una forma más agradable y asertiva. En definitiva, mejora nuestra calidad de vida y por ello, es labor de los padres trabajarla desde que son pequeños. Con esto, se consigue evitar serios problemas tales como la depresión, la anorexia, la timidez o el abuso de drogas en un futuro.
Hay ciertas pistas que podemos identificar que nos advierten de una posible baja autoestima de nuestros hijos. Es muy complicado detectar una falta de autoconcepto en los niños ya que la mayoría de veces lo camuflan con otros comportamientos o acciones. En el artículo de hoy, basándonos en la opinión de expertos en el tema, hablaremos sobre las distintas señales que debemos tener en cuenta para poder reconocer una falta de autoestima en los niños. Si te preocupa el sentido de autoestima de tu hijo, quédate para descubrirlas.
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Señales que pueden ocultar una baja autoestima
Aquel niño seguro de sí mismo, competente y valioso denota una buena autoestima. Estos infantes disfrutan aprendiendo y no se sienten inferiores al pedir ayuda. Suelen ser niños responsables, con una buena comunicación y sus relaciones interpersonales son adecuadas. Al contrario, los niños con una baja autoestima no confían ni en ellos mismos ni en los demás. Se sienten inferiores y son tímidos, criticones, poco creativos e incluso pueden llegar a desarrollar conductas agresivas que tienen como consecuencia un aislamiento social. Ningún padre desea este último escenario para su hijo, por ello, a continuación, enlistamos algunas señales que resaltan la posible baja autoestima de un niño:
1. Tristeza casi constante
Un niño con baja autoestima suele estar la mayoría del tiempo triste aunque no sepa responder el porqué. Es como si nada les motivara y se encuentran “ausentes”. Pareciera que están apáticos ante ciertas actividades que al resto de sus compañeros les gusta hacer. En este caso, los padres deben servir como apoyo y guía para que su hijo encuentre el camino de algo que le gusta. No tiene porque ser académico. A todos se nos da bien algo. Ya sea un deporte o algo creativo, los progenitores deben encargarse de empujar las destrezas de este niño.
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2. Pocas relaciones sociales
Les cuesta mucho relacionarse con niños de su edad, por tanto, tienen pocos o ningún amigo. Prefieren estar solos ya que no comprenden el placer de divertirse al estar jugando con sus compañeros. Detrás de esto, existen miedos e inseguridades y por supuesto, una baja autoestima.
3. Agresividad
Estos niños no comprenden cómo se sienten y tienen muy poca habilidad para gestionar adecuadamente sus emociones. Por tanto, recurren a la agresividad como método de defensa. Son niños que pegan o insultan a sus compañeros y por tanto, esto hace que se aíslen y no tengan relaciones interpersonales.
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4. Dependencia
Los niños con una baja autoestima suelen ser muy dependientes de sus padres. Prefieren quedarse en casa con sus progenitores antes que salir al parque con compañeros de su edad. Usualmente, son infantes con poca capacidad de tomar decisiones, son muy indecisos y por consiguiente, recurren a sus progenitores para resolver todo tipo de situaciones.
5. Pesimismo
El “no” es la palabra estrella en el vocabulario de los niños con baja autoestima. Suelen ser reacios a probar cosas nuevas porque sienten que van a fracasar y prefieren no intentarlo. Frases como “yo no sé hacer eso..” o “ya te dije que no lo sabía hacer porque lo hemos intentado…” son típicas.
6. Timidez
Son niños excesivamente tímidos, les cuesta horrores conocer a gente nueva o enfrentarse a nuevas situaciones. Se sienten cómodos en su vida cotidiana y no disfrutan en absoluto cuando algo sale de su zona de confort. La timidez en los niños hasta cierto punto es comprensible y normal, no obstante, cuando interrumpe en sus relaciones sociales, estamos hablando de un problema serio.
7. Miedo
Un niño con baja autoestima puede ser muy cuidadoso y no demasiado aventurero. Tienen miedo y se sienten inseguros ante muchas situaciones. Esto se ve claramente cuando un niño con una buena autoestima ni se piensa dos veces al realizar algo nuevo ya que se siente despreocupado y seguro.
8. Perfeccionismo
Presentan una alta auto-exigencia y no se permiten cometer errores. Si no hacen las cosas perfectas sienten que no las hacen bien y que no valen para ello. Al no estar nunca satisfecho con sus resultados demuestra falta de confianza en sí mismo y una baja autoestima.
Cómo mejorar la autoestima de un niño
Si has detectado algunas de las señales descritas anteriormente, sigue leyendo; a continuación exponemos algunos consejos para mejorar la autoestima de un niño o una niña.
- Permite que tu hijo tome decisiones importantes para que así pueda asumir responsabilidades y poco a poco vaya aprendiendo a sobrellevar las consecuencias de sus elecciones.
- Pasa tiempo de calidad con él donde puedan realizar actividades que le gusten y se pueda sentir exitoso. Los expertos recomiendan actividades divertidas donde no haya ni ganadores ni perdedores. Dedícale tiempo e interés a tu hijo para que se sienta arropado y querido. Cuida las relaciones familiares cercanas para que tu hijo se sienta parte de una unidad familiar estable y sólida.
- Enséñale a tu hijo a elogiarse a sí mismo. Dile lo orgulloso que se debe sentir de sí mismo y lo mucho que se debe querer. Esto es algo que los hijos también ven en sus padres, así que cuida la forma en que te tratas a ti mismo.
- No expongas a tu hijo a conflictos de adultos que le causen estrés y ansiedad. Tu labor es brindarle a tu hijo una estabilidad, seguridad y tranquilidad que no van de la mano con tensiones de adultos.
- Comunica con regularidad a tu hijo lo mucho que lo amas. No sirve solo mediante acciones. Expresa verbalmente lo importante que es tu hijo para ti. Los niños necesitan escuchar frases como “Te amo”, “Estoy muy orgulloso de ti”, “Eres lo mejor que tengo”, etc.
Ante todo, debes tener claro que ganar una buena autoestima en los niños lleva tiempo. Por tanto, te invitamos a llenarte de paciencia y continuar con el proceso de forma estable y continua. Si ves que el tema te supera, te recomendamos ponerte en manos de un profesional que te pueda ayudar psicológicamente a sobrellevar el largo proceso que supone esto. Recuerda que lo más importante es tratar de ayudar a tu hijo a sentirse bien consigo mismo y por consiguiente, con las personas de su alrededor. Siempre intenta transmitir el mensaje que lo quiere y sobre todo, que confías en él.
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