Se sabe que el cannabis puede ser la causa de varios problemas de salud mental para sus consumidores, especialmente si la toman con frecuencia y su edad de inicio fue la adolescencia.
Pese a que la planta de la marihuana no deja de ser una droga, existe una versión artificial que, pese a ser presentada como una alternativa legal, inocua y natural de esa planta, lo cierto es que es producto de laboratorios clandestinos de muy negligente higiene.
Aquí encontrarás un resumen de las características del cannabis sintético, aunque podemos adelantar que todas ellas implican un mayor riesgo y potencial de adicción que la marihuana convencional. Descubrámoslas a continuación.
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Las características del cannabis sintético más importantes
El cannabis sintético, más correctamente llamado cannabinoides sintéticos, se trata de compuestos químicos artificiales cuyos efectos psicoactivos son similares a los que produce el cannabis natural (Cannabis sativa). Estas sustancias químicas se rocían sobre materia vegetal seca y triturada para después fumársela, aunque también se puede encontrar en forma de líquidos para cigarrillos electrónicos o, incluso, para preparar infusiones.
El cannabis sintético recibe todo tipo de nombres en el mercado especializado: marihuana sintética, hierba falsa, Spice Gold, Spice Silver, pescao, K2, hardcore y Yucatan fire. Al margen del nombre con el que se compre, en la mayoría de los casos el cannabis sintético es presentado como una supuesta alternativa legal y saludable a la marihuana convencional, incluso más “natural”. La realidad es todo lo contrario: es mucho más peligrosa, adictiva y potencialmente mortal que la planta del cannabis verdadera.
Son varias las características del cannabis sintético que la diferencian notoriamente de la marihuana convencional.
1. Alto contenido de THC y nulo de CBD
El principal motivo por el que el cannabis sintético es tan peligroso es su composición. Pese a que es comercializada como una alternativa saludable y natural a la marihuana, de natural no tiene nada. Es una sustancia de laboratorio, elaborada con un alto contenido de THC artificial (delta-9-tetrahidrocannabinol).
El THC es la sustancia “mala” de la marihuana, la responsable de los efectos psicoactivos perjudiciales. Además, es también este componente lo que hace que el cannabis sintético sea más adictivo que la planta de la marihuana natural. Añadido a esto, contiene un nulo contenido de cannabidiol o CBD, la sustancia “buena” de la marihuana, a la que se le atribuye propiedades terapéuticas y neuroprotectoras.
Esto se traduce en que la marihuana sintética tiene todo lo malo del cannabis y nada de las propiedades medicinales que se han popularizado en los últimos años. Debido a esto, el cannabis sintético es extremadamente neurotóxico.
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2. Fórmula inestable y escurridiza en las pruebas de drogas
El cannabis sintético se categoriza en el grupo de drogas conocidas como “nuevas sustancias psicoactivas”. Se trata de sustancias que alteran la mente, como las drogas convencionales, pero al ser de muy nueva creación todavía no hay regulaciones claras sobre ellas. Debido a esto, su consumo llega a pasar desapercibido dado que existen pocas pruebas específicas para detectar cannabis sintético en análisis de drogas.
Añadido a esto, no hay una única fórmula de cannabinoides sintéticos. Cada vez que las autoridades registran como ilegal una modalidad de cannabis sintético, los fabricantes cambian la fórmula y, aprovechándose de un vacío legal, la venden. Como la nueva fórmula permanece sin registrar por desconocimiento de las autoridades, su venta no constituye todavía delito y los vendedores se lucran de ello.
Gracias a ello, el cannabis sintético es relativamente fácil de obtener por Internet, e incluso se puede conseguir en gasolineras o tiendas de parafernalia de drogas en según qué países. Es precisamente esta facilidad con que se pueden obtener que, añadida a la creencia de que son “naturales” y, por lo tanto, inocuas, su consumo entre los jóvenes se ha disparado en la última década.
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3. Consumo similar al de la marihuana convencional
La forma más común de tomar cannabinoides sintéticos es fumarse materia vegetal seca que haya sido rociada con esta sustancia. Esta materia seca de plantas es, a veces, mezclada con un poco de marihuana real, usualmente para hacer creer al quien vaya a fumar ese “porro” de que está fumando maría pura y dé el pego.
También hay las opciones de hacerse un té con hojas secas rociadas de esta sustancia o comprar cannabinoides sintéticos en formato líquido y vapearlo.
4. Efectos deseados similares al cannabis natural
Esta droga es conocida como cannabis sintético debido a que provoca unos efectos deseables similares a los de la droga “natural”. Los cannabinoides sintéticos intervienen sobre los mismos receptores de las neuronas para el THC, que es el la principal sustancia psicoactiva de la planta del cannabis. Este es, junto con la falsa creencia de que se trata de un derivado real de la marihuana o un aceite esencial de la misma, el principal motivo por el que son consumidas.
Entre estos efectos “deseables” tendríamos:
- Buen humor
- Relajación
- Alteración de la percepción
Pero también comparte con la marihuana verdadera varios efectos frecuentes que no son tan agradables, aunque no graves, como:
- Agitación
- Náuseas y vómitos
- Incremento de la frecuencia cardíaca
- Comportamiento violento
- Ideación suicida
- Taquicardia
- Arritmia
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5. Muchos efectos adversos graves
El cannabis sintético es una droga de producción ilícita que no cumple con ningún control sanitario. A diferencia de lo que creen sus consumidores, no es una droga natural y, aunque lo fuera, esto no evitaría que a causa de su consumo se dieran efectos secundarios muy peligrosos.
Debido al alto contenido de THC y al no haber nada del CBD, como hemos comentado, produce todo lo malo de la marihuana natural y no tiene la función neuroprotectora que se le atribuye al cannabis verdadero. Esto da como resultado que los siguientes efectos adversos, compartidos con la marihuana convencional, sean más probables.
- Delirio
- Agresividad
- Accidente cerebrovascular
- Convulsiones
- Ataque cardíaco
- Descomposición del tejido muscular
- Daño renal
- Psicosis
- Vómitos prolongados
- Muerte
6. Induce a brotes psicóticos
Desde hace un tiempo se lleva estudiando los posibles efectos psicóticos de la marihuana vegetal. El principal responsable de estos efectos es el THC, pero su acción se ve parcialmente contrarrestada con el CBD en la planta natural. Como hemos comentado, este no es el caso del cannabis sintético, donde hay alta concentración de THC y, consecuentemente, una mayor probabilidad de que se dé sintomatología psicótica. Hay más casos de brotes psicóticos entre consumidores de cannabis sintético que quienes toman la planta real.
Los principales efectos psicóticos del cannabis sintético son:
- Ansiedad extrema
- Confusión
- Paranoia
- Alucinaciones y otras alteraciones de la percepción
- Catatonia
- Despersonalización
- Disociación
Las psicosis provocadas por el consumo de cannabis sintético perjudican la salud mental del consumidor a largo plazo. Pueden darse sin haber historial de trastorno mental previo al consumo del cannabinoide sintético y son más comunes entre consumidores varones y jóvenes. El consumo de esta sustancia es un factor de riesgo para desarrollar esquizofrenia y se asocia con una mayor probabilidad de requerir tratamiento farmacológico con antipsicóticos que quienes toman marihuana convencional.
Llaurant La Llum Residencial
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7. Riesgo de sobredosis
Los consumidores de cannabis sintético pueden sufrir sobredosis, es decir, que tomen demasiada cantidad de esta droga y sufran una reacción peligrosa con síntomas muy graves o, incluso, la muerte. Los principales síntomas asociados a la sobredosis por cannabis sintético son:
- Aumento de la presión arterial
- Reducción del flujo de sangre al corazón
- Disritmia (alteración del latido cardíaco)
- Convulsiones
- Insuficiencia renal
- Insuficiencia hepática
- Infarto de miocardio
- Hipotermia
Si el cannabis sintético venía mezclado con opioides sintéticos, como el fentanilo, se incrementa el riesgo de muerte.
