¿Cómo usar las tarjetas flash para estudiar?

Consejos para saber elaborar y usar tarjetas flash a la hora de estudiar y memorizar información.

Cómo usar las tarjetas flash para estudiar

¿Has oído hablar de las tarjetas flash? También conocidas como tarjetas de estudio o flashcards, estas tarjetitas se han ido popularizando en los últimos años como método de estudio que, sin ser demasiado complejas, se ha comprobado como uno de los mejores sistemas para estudiar.

Se pueden hacer de muchas maneras y con ellas podemos estudiar prácticamente cualquier cosa. No obstante, por muy sencillas que puedan parecer requiere cierta síntesis y reflexión a la hora de elaborarlas para que su uso nos sea provechoso.

Por esto a continuación vamos a ver cómo usar las tarjetas flash para estudiar, además de reflexionar sobre cuáles son sus múltiples beneficios.

¿Qué son las tarjetas de estudio?

Las tarjetas flash, también llamadas flashcards, tarjetas de estudio o tarjetas didácticas, son tarjetitas que contienen ideas clave relacionadas con un tema. En una de las caras se pone el concepto a estudiar y en la otra la respuesta o el desarrollo del mismo. Las tarjetas flash son una de las herramientas más útiles en el estudio, ayudando a sintetizar los conceptos más importantes a la hora de estudiar como pueden ser definiciones, fórmulas, datos o fechas clave.

De acuerdo con los psicólogos de la educación y otros profesionales relacionados con el mundo de la didáctica, estas tarjetas son de los mejores métodos de aprendizaje y memorización debido a que permiten adquirir conocimientos al memorizar su contenido mediante el repaso espaciado de las tarjetas. Su consulta es rápida, sencilla y, sobre todo, muy eficaz cuando se tiene que memorizar mucho contenido.

A simple vista, las tarjetas flash parecen demasiado sencillas como para servir de algo. Sin embargo, el uso habitual que se hace de ella por parte de estudiantes tanto de colegio, instituto e incluso universidad demuestra que son de gran utilidad. En ellas se combina texto con elementos visuales, lo que facilita la retención de la información. En otras palabras, son de los métodos más productivos a la hora de estudiar.

¿Cómo usar las tarjetas flash para aprender y memorizar?

Aprender a usar las tarjetas flash para estudiar es relativamente sencillo, aunque tiene su truco. La forma de elaborarlas es fácil, más que hacer un esquema, aunque es necesario realizar cierto proceso de reflexión y síntesis para cerciorarse de que se introduce la información significativa a estudiar y que las tarjetas no se vuelven demasiado pesadas de repasar. Solo tenemos que anotar en una cara de la tarjeta la pregunta o una palabra clave y, en la otra, la respuesta.

Debemos asegurarnos de distinguir con facilidad cuál es la cara donde pondremos la pregunta y en cuál irá la respuesta. En la cara de la respuesta colocaremos palabras, dibujos o símbolos que o bien sean la respuesta en sí misma o bien que la evoquen. Es decir, si la respuesta es muy larga y compleja, lo que podemos hacer es en vez de ponerla directamente en la otra cara, poner palabras clave o símbolos que nos ayuden a repasarla en voz alta.

Es aconsejable elaborar estas tarjetas inmediatamente después de haber estudiado un tema. A lo largo de la consulta del mismo, es recomendable ir haciéndose preguntas, anotarlas en un papel y poner también sus respuestas, preferiblemente reducidas a la relación de ideas que se necesiten para responder correctamente. Una vez hecho esto, tocará plasmar esas preguntas y respuestas en las tarjetas flash, haciendo uso de nuestra capacidad de síntesis combinándola con imaginación y creatividad.

Una vez hechas estas tarjetas didácticas, úsalas a diario para repasar. Cuanta mayor sea la antelación con respecto al examen y más veces las repases a lo largo del día, mejor. Esto es una ventaja porque si tienes dudas mientras estás repasándolas dispondrás de más margen para preguntarle al profesor cualquier duda que no te haya quedado demasiado clara mientras estudiabas.

Añadido a esto, nuestra memoria almacena mejor lo que lleva repasando con más tiempo en pequeñas sesiones que lo que ha sido memorizado de golpe, pues esta segunda situación es más fatigante. Un repaso diario de entre 5 y 10 minutos con tarjetas flash termina por registrar la información de forma sistemática en nuestro cerebro, almacenándose en la memoria a largo plazo.

Así pues, una vez hechas, las tarjetas flash pueden ser combinadas con el método de la repetición espaciada, una manera de aprender en la que la memorización y el repaso constante de la aprendido se entremezclan y adquieren una importancia a la par.

Cómo elaborarlas

Si preferimos hacer manualmente las tarjetas flash, tenemos muchas alternativas para elaborarlas. Se pueden hacer con cartulinas, papel o post-its, de diferentes formatos, colores y formas. Aquí se despliega nuestra imaginación y creatividad, y debemos saber usar toda herramienta o formato que sepamos que nos funcionen mejor visualmente.

La mejor manera de que estudiar con tarjetas flash nos funcione es que las hayamos hecho nosotros mismos. Claro que podemos usar las de otros compañeros, pero es mejor que tengamos a nuestra disposición nuestro set de tarjetas, hechas por nosotros y, por lo tanto, elaboradas de la forma que mejor nos convenga para estudiar.

Además de ello, cuando las hacemos estamos también estudiando, haciendo un esfuerzo mental por seleccionar la información más importante e invirtiendo un tiempo que es, en realidad, un repaso del temario a estudiar.

También es importante usar varios tipos de letras y colores distintos. Haciéndolo, las tarjetas serán más llamativas, rompiendo la monotonía y siendo más atractivas visualmente. La variedad ayuda a memorizar mejor. Además, se pueden incluir dibujos relacionados con los conceptos que estamos estudiando, una excelente manera para hacer el proceso más divertido a la vez que facilita la tarea de memorización y mantiene despierta nuestra atención. Y se puede añadir cualquier elemento que facilite recordar el concepto estudiado, como por ejemplo reglas mnemotécnicas o acrónimos.

Por último, lo ideal es usar una sola tarjeta para cada concepto a estudiar y, en el momento de repasarlo, leerlo en voz alta. Al escuchar lo que hemos escrito lo vamos a recordar mejor después.

Flashcards

Beneficios de utilizar flashcards

Los beneficios que trae usar las tarjetas flash para estudiar son muchos. Son tantos que es totalmente recomendable introducirlo en nuestra rutina de estudio. Este método contribuye a lo siguiente:

1. Recuerdo activo

Las tarjetas flash involucran al recuerdo activo. Cuando miramos una de estas tarjetas y estamos pensando en cuál es su respuesta, lo que estamos haciendo es involucrar a una facultad mental conocida como recuerdo activo, intentando recordar el concepto desde cero. Este recuerdo activo crea conexiones neuronales más fuertes. Como estas tarjetas se usan de forma repetida, debido a que son fáciles de usar, son la mejor manera de repasar varias veces y, a su vez, mejorar el recuerdo del concepto a aprender.

2. Uso de facultades metacognitivas

Al girar la tarjeta para comprobar cuán correcta era la respuesta, el estudiante realiza un profundo acto de autorreflexión, una facultad dentro de lo que se denomina metacognición.

Esto hace que el estudiante conozca sus propias capacidades como, por ejemplo, cómo de fácil le resulta el primer repaso, si tiene que fijarse más en determinado punto que se haya olvidado o si se suele equivocar mucho. Sea lo que sea, el hecho de conocerlo le facilitará perfeccionar la habilidad menos fuerte y, consecuentemente, estudiar mejor.

3. Mejora la confianza

Las tarjetas didácticas mejoran la confianza basada en la repetición. A medida que más repite, más consciente es de que se lo sabe al comprobarlo por él mismo que así es. Tiene una prueba empírica de cuál es el rendimiento de su memoria y cómo se acuerda de lo que está estudiando, lo cual le genera mejor confianza, algo fundamental de cara al examen pues las emociones también influyen en su rendimiento académico.

4. Permiten estudiar cualquier materia

No hay materia académica que se resista al uso de tarjetas flash. Incluso asignaturas más prácticas como las matemáticas, la química o la física pueden ser estudiadas mediante esta técnica poniendo, por ejemplo, fórmulas, conceptos físicos, símbolos de elementos químicos…

5. Permiten estudiar en cualquier parte

Las tarjetas flash ocupan muy poco espacio, cabiendo en un bolsillo o teniéndolas guardadas en una bolsa, lo cual nos permite llevarlas a cualquier parte y estudiarlas ahí. Y si tenemos en cuenta que hay cientos de aplicaciones que ofrecen entre sus funcionalidades elaborar este tipo de tarjetas en formato digital, basta con tener a mano un ordenador, una tableta o un móvil para poder repasarlas.

6. Ideales para compartir conocimiento

Las tarjetas de estudio son un excelente método para compartir conocimiento. Las podemos usar de forma individual o con otra persona, haciendo que uno haga las preguntas y verifique las respuestas que el otro le da. Así pues, se puede decir que favorecen el estudio en equipo y contribuye a que cada uno sea consciente de qué le falta por saber gracias a que otra persona se da cuenta de ello.

7. Hacerlas es repasar

El simple hecho de elaborar las fichas ayuda a repasar el temario. En su elaboración no basta con poner una palabra por un lado y la respuesta escrita por el otro. Para ello es necesario sintetizar, escoger las ideas más importantes, pensar en cómo redactarlas y elegir un soporte visual para ayudar a hacer más profundo el aprendizaje. Todo este proceso implica que el estudiante haga un esfuerzo mientras maneja la información, conocimiento que quedará de una u otra forma registrado en su memoria.

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