La teoría de la inteligencia de Raymond B. Cattell es una de las más influyentes en este ámbito de estudio.
Esta teoría multifactorial y jerárquica propone que existe un factor general de inteligencia que depende de los genes y se manifiesta en múltiples habilidades cognitivas, que el análisis factorial agrupa en dos factores: la inteligencia fluida y la cristalizada.
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La teoría de la inteligencia de Cattell
Raymond Bernard Cattell (1905-1998) fue un psicólogo inglés que alcanzó la fama a causa de sus investigaciones psicométricas sobre la mente humana, que se centraron particularmente en la personalidad y en la inteligencia. A partir del análisis factorial, en el que fue un pionero, desarrolló dos teorías muy influyentes sobre estos constructos psicológicos.
Otros temas que interesaron a Cattell incluyen la motivación, la emoción, el aprendizaje, la creatividad, la orientación académica y profesional y la interacción social. No obstante, es conocido sobre todo por su teoría factorial de la personalidad y por el cuestionario 16PF, que se derivó de su modelo y sigue siendo uno de los más utilizados en la actualidad.
En la obra de este autor es muy notable la influencia del estadístico Charles Spearman, que utilizó el análisis factorial incluso antes que Cattell. En particular, la teoría de la inteligencia de Cattell se deriva de la teoría bifactorial de Spearman, que defendía que existe un factor cognitivo general (g) que explica aptitudes de nivel inferior.
John L. Horn, discípulo de Cattell, desarrolló posteriormente su teoría, centrándose en la inteligencia fluida y en la cristalizada; lo mismo hizo John B. Carroll. Éste es el motivo por el cual la teoría que describiremos en este artículo es llamada frecuentemente “teoría Cattell-Horn-Carroll”.
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Aptitudes cognitivas de primer orden
Mediante el análisis factorial Cattell identificó una serie de factores primarios que estructuran la inteligencia. Prestó una especial atención a los dos primeros, que identificó con la inteligencia fluida y la cristalizada; hablaremos en detalle de estos dos factores en el siguiente apartado.
1. Razonamiento fluido
Esta aptitud consiste en el uso flexible y deliberado de operaciones mentales para adaptarse a situaciones nuevas y resolver problemas en los que no se tiene experiencia. Se la conoce también como inteligencia fluida e incluye procesos como el razonamiento inductivo y el deductivo, la formación de conceptos, la clasificación y la identificación de relaciones.
2. Comprensión-Conocimiento
El factor Comprensión-Conocimiento, que se corresponde con la inteligencia cristalizada, es el conocimiento acumulado durante la vida y se ve influido por el contexto sociocultural, así como por el nivel educativo. Se basa fundamentalmente en el aprendizaje de información verbal y procedimental.
3. Conocimiento cuantitativo
El conocimiento cuantitativo se define como la cantidad y la profundidad del conocimiento numérico y matemático, tanto a nivel declarativo como procedimental. Se adquiere principalmente mediante la educación formal, por lo que se asocia a la inteligencia cristalizada.
4. Aptitud para la lectura y la escritura
Este factor es similar al anterior, si bien en este caso el material no es matemático sino lingüístico. Habilidades como la comprensión lectora, la capacidad para deletrear, el conocimiento de idiomas y la velocidad de lectura se relacionan con esta aptitud.
5. Memoria a corto plazo
Para Cattell la memoria a corto plazo es la capacidad de retener y manejar la información obtenida en el último minuto, aproximadamente; por tanto, en términos actuales sería más adecuado pensar en la memoria operativa al conceptualizar este factor.
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6. Almacenamiento a largo plazo y recuperación
Esta aptitud se asocia con la memoria a largo plazo y también con la operativa, puesto que engloba los subfactores que permiten la consolidación de información en la memoria, así como su recuperación y manejo. Entre los factores relacionados encontramos el recuerdo libre, la fluidez en la asociación de ideas, la facilidad para denominar y la creatividad.
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7. Procesamiento visual
Cattell definió el procesamiento visual como la aptitud para generar, almacenar, recuperar y modificar imágenes. En este factor se engloban otros de orden inferior como la memoria visual, la visualización, la detección de patrones visuales, el escaneo espacial y la rotación mental.
8. Procesamiento auditivo
Las tareas que implican la percepción de sonidos y el funcionamiento del sistema auditivo se relacionan con esta aptitud. Entre los subfactores que componen el procesamiento auditivo se encuentran la discriminación de frecuencias y tonos, la resistencia a la distorsión sonora y la memoria para los patrones de sonidos.
9. Velocidad de procesamiento
Este factor se define como la aptitud para llevar a cabo tareas cognitivas fáciles o sobreaprendidas de forma eficiente. Se asocia a distintos tipos de material; por ejemplo, tanto la velocidad de cálculo como la de lectura y la de escritura dependen de esta aptitud, pero también lo hacen la velocidad de razonamiento y la de percepción.
10. Tiempo de reacción y decisión
La décima aptitud de primer orden descrita por Cattell es la capacidad para emitir respuestas o tomar decisiones de forma rápida ante la aparición de estímulos determinados. Pondera en el tiempo de elección entre alternativas, en la velocidad de procesamiento semántico y en la de comparación mental, entre otros factores inferiores.
Inteligencia fluida y cristalizada
Cattell otorgó una gran importancia a dos de las aptitudes cognitivas primarias: Comprensión-Conocimiento y Razonamiento fluido. Consideraba que estos dos factores, que denominó respectivamente “Inteligencia cristalizada” y “fluida”, explicaban el resto en buena medida. Esta dicotomía sigue siendo muy popular en la psicología de la inteligencia.
Según este autor y muchos estudios posteriores, la inteligencia fluida tiene un importante componente genético-hereditario, se ve influida por el estado físico, disminuye en la vejez y está implicada en la resolución de problemas nuevos. Este tipo de inteligencia engloba aptitudes como el razonamiento espacial, la memoria y la velocidad de procesamiento.
Por contra, la inteligencia cristalizada se deriva del aprendizaje; en consecuencia, está más influida por la cultura y la socialización que la fluida, y no se ve tan afectada por la edad. Las aptitudes verbales dependen principalmente de la inteligencia cristalizada, y las funciones ejecutivas también están influidas por ella.
Los análisis de Cattell identificaron además un factor general subyacente tanto a la inteligencia fluida como a la cristalizada: la inteligencia fluida histórica, que es básicamente equivalente al factor “g” descrito por Spearman y muchos autores posteriores. Este factor cognitivo nuclear tiene un carácter biológico y se relaciona sobre todo con la inteligencia fluida.
Por tanto, y a pesar de que se suele clasificar la teoría de la inteligencia de Cattell como un modelo multifactorial, también es cierto que tiene un componente jerárquico relevante. La inteligencia fluida influye en distintas aptitudes, muchas de las cuales ponderan también en un factor primario relacionado con el aprendizaje (la inteligencia cristalizada).