Las relaciones de pareja son una de las experiencias más complejas de nuestra vida y que más nos afectan en un sentido psicológico y emocional. Por este motivo, vivir una terapia para mejorar tu relación de pareja o ante todo para conocerte y mejorar este aspecto de tu vida, puede significar un antes y un después.
¿Por qué las relaciones son tan difíciles? ¿Cuál es la mejor forma de abordar estos problemas de pareja en terapia?
Las causas de las dificultades habituales en pareja
En las relaciones vivimos experiencias que nos reportan bienestar, pero también llegan miedos, inseguridades, conflictos, e incluso dificultades con la ansiedad, el ánimo o la autoestima. ¿Cuál es el problema de raíz tras todo esto?
Pensar en responsabilizar a la otra parte no nos ayuda a avanzar. El objetivo más importante es trabajar con tu propio aprendizaje personal para que tu bienestar dependa principalmente de ti, y así, poder disfrutar de relaciones más positivas.
En este artículo vamos a profundizar en cuáles son los principales problemas y cómo debe funcionar una terapia para mejorar tu relación de pareja para que te ayude no solo en este aspecto, sino en cualquier ámbito de tu vida. Vamos a por ello.
Los seres humanos somos seres sociales, afectivos y emocionales. Somos seres de relación.
En una relación de pareja experimentamos bienestar y un vínculo íntimo y profundo. Sin embargo... es un vínculo que no podemos controlar (ya que las decisiones, actitudes y conductas pertenecen a dos personas diferentes).
Con el tiempo se genera una especie de lucha de egos donde fluyen nuestros mayores miedos e inseguridades. Los problemas de pareja dependen en gran medida de nuestra forma de afrontar las relaciones (si de forma ansiosa, insegura, etc.).
Si los problemas ya se han dado (discusiones, desánimo, falta de interés, celos, etc.) la dificultad será más de índole emocional, es decir, de cómo entiendes y gestionas lo que sientes. Vamos a ver diferentes factores que te afectan en tu relación.
1. La gestión de emociones
El ser humano es un ser emocional. Esto quiere decir que sentimos emociones durante todo el tiempo y nos condicionan para cada decisión o interpretación. La intensidad, frecuencia y duración de una emoción no depende tanto de lo que ocurre... sino de cómo la gestionas mediante tus comportamientos.
En una relación surgen celos y conflictos debido al miedo a la pérdida de control. Tememos perder nuestra identidad o experimentar el rechazo de nuestra pareja. También es habitual sentir miedo ante el sufrimiento del otro.
Por este motivo, gestionamos esas emociones de forma disfuncional y terminan por ser más intensas y duraderas.
En casos de pausas, rupturas o crisis más graves, esta dificultad puede desencadenar en ansiedad, y de ahí el desánimo ante la relación.
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2. Estilo de autoestima
Si tu bienestar no depende principalmente de ti si no de factores externos que no puedes controlar (cómo se comporta el otro, cómo interpretas su comunicación, etc.) esto conllevará que tu autoestima no funcione.
En este caso no se trata de subir la autoestima sino de aprender a trabajarla para que sea estable. Una relación de pareja es una experiencia para compartir bienestar y apoyarse, no para que tu bienestar dependa del otro (este enfoque termina por generar estrés y conflictos).
3. Una comunicación opaca o poco asertiva
Si debido a miedos e inseguridades terminas por no decir lo que quieres, lo que piensas, lo que puedes o no, terminarás por adaptarte demasiado al sistema del otro, lo cual genera ansiedad y pérdida de identidad.
La terapia de pareja funciona si también trabajas con tu comunicación para que sea asertiva y empática. Saber comunicar límites también es una expresión de afecto, tanto hacia ti por el auto cuidado que supone, como hacia el otro por la confianza que genera.
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¿Cómo funciona la terapia para mejorar tu relación de pareja?
Cuando ciertos problemas se repiten en nuestra vida es debido a que nuestra forma de vivir, entender lo que ocurre y gestionarlo está siendo la misma.
Para solucionar el problema es necesario vivir un proceso de cambio y aprendizaje personal que implique un antes y un después en tu vida. Por este motivo, una terapia eficaz debe ser profunda, para trabajar así con todas las partes de tu personalidad (no solo con tu relación de pareja) pero también práctica, para aplicar cambios concretos que te lleven hacia la mejora que necesitas.
Aunque hoy día es habitual trabajar con terapia de pareja de forma conjunta, mi experiencia como psicólogo es más positiva cuando el proceso es individualizado. ¿Por qué? Porque en una terapia conjunta se superan varios límites esenciales en la terapia, como son la privacidad y confidencialidad. A su vez, en las mismas sesiones se reflejan todos los problemas y se repiten.
Por este motivo es mucho más práctico y eficiente trabajar con el proceso de cada uno. Una relación de pareja funciona cuando ambas personas están bien. Si trabajas en ti, luego te resultará mucho más fácil estar bien de forma estable y esto influirá positivamente en tu relación de pareja.
Estos son los factores clave para conseguirlo. Lo que voy a contarte está basado en mi experiencia como psicólogo y coach acompañando a personas que consiguieron superar esta dificultad
1. Límites e identidad
Una de las dificultades más habituales en las relaciones de pareja es la pérdida de identidad. Nos disolvemos tanto en el otro que perdemos el enfoque sobre lo que necesitamos. Por esto es imprescindible trabajar con tu comunicación: a través de los límites y de una comunicación asertiva, podrás conservar tu identidad y que tu relación sea más positiva.
Comunicarte de forma asertiva no es complejo. Lo interesante está en descubrir qué te impide expresar lo que necesitas o no puedes o quieres. Ante todo se trata del miedo a la reacción del otro o a temores sobre lo que crees que va a ocurrir.
2. Construir una autoestima que te funcione
Cuando tu bienestar depende principalmente de ti (de lo que haces, cómo lo haces, tus decisiones, etc.) tus relaciones pasan a ser más positivas e independientes.
En esto consiste realmente una autoestima funcional y estable. Trabajar con esta parte de ti te ayudará a vivir tus relaciones con más calma y seguridad.
3. Tu enfoque de las relaciones
Si tu visión sobre lo que es una relación nace de la dependencia o la inseguridad, los problemas persistirán. Es necesario trabajar con cuál es tu estilo de apego y tu forma de vincularte con el otro.
Una relación es ante todo una experiencia intensa e íntima para compartir bienestar, en un vínculo donde las dificultades también se hacen más livianas. Trabajar con tu sistema de creencias, tus valores e incluso tu visión sobre lo que crees que necesitas te ayudará a que tu relación sea más saludable
4. Gestión de emociones
Saber gestionar tus miedos e inseguridades, así como manejar la ansiedad y el desánimo, te ayudará a que los conflictos o crisis (también las posibles rupturas) no te afecten con tanta intensidad. Gestionar tus emociones es algo posible desde tus comportamientos, para así dar más valor a tu confianza, seguridad y aceptación.
Este trabajo lleva un tiempo pero es esencial tanto para mejorar tus relaciones como para el futuro.
5. Plan de acción
Finalmente, nada cambia si no pasamos a la acción de forma concreta. Profundizar en ti y llegar a reflexiones o conclusiones es útil, pero no implica un cambio en sí mismo si no hacemos algo diferente.
Contar con un plan de acción concreto te ayudará a que esto sea posible. Pero no se trata de un plan de acción genérico o rígido, sino basado en tu caso, según tus propias posibilidades.
Concluyendo...
Conseguir los cambios que necesitas y mejorar tanto tu bienestar como tus relaciones pasa por que ese proceso sea profundo, práctico, y donde también cuentes con compañía constante (no solo con eventuales sesiones). Por este motivo mi forma de acompañar es más constante y sin límite de consulta, para que me puedas consultar lo que necesites en todo momento (además de con herramientas semanales, sesiones, etc.).
De esta forma, resulta mucho más llevadero afrontar las dificultades de la pareja, especialmente en momentos de crisis. También es especialmente necesario cuando vivimos con ansiedad o desánimo, ya que es una dificultad que aparece con frecuencia.
Si quieres dar el paso, en Empoderamiento Humano tienes la opción para agendar una primera sesión. En esta sesión, que podemos tener vía Whatsapp (no importa el lugar donde estés) nos conocemos, descubrimos el problema de origen y vemos cómo puedes mejorar la situación.
