A pesar de que nuestros conocimientos acerca de las enfermedades mentales sea cada vez más exhaustivo y los tratamientos cada vez más eficaces, el número de personas que padece de trastornos psicológicos va progresivamente en aumento.
Entre ellas destaca la depresión mayor, una psicopatología muy común que, además de tener efectos dañinos en la persona que la sufre directamente, interfiere también en sus relaciones afectivas. Es por eso que muchas personas que han desarrollado un trastorno depresivo necesitan acudir a terapia de pareja, además de a las sesiones de psicoterapia para tratar su alteración. Para comprener por qué pas esto, veamos cómo afecta la depresión a las relaciones de pareja.
Los trastornos del estado de ánimo y sus efectos en las relaciones
Hacia la década de los noventa, la depresión era la cuarta enfermedad con mayores efectos incapacitantes en el mundo; no obstante, desde la Organización Mundial de la Salud se advierte que en la actualidad podría ser la primera. De hecho, algunos estudios incluso sugieren que la mayoría de personas podríamos en algún momento de nuestras vidas desarrollar una serie de síntomas compartidos con los de la depresión, como experimentar cambios en el sueño, pérdida de apetito, llanto frecuente y pérdida del interés en las actividades que solíamos disfrutar.
Los efectos de la depresión son notorios en la conducta de las personas. Podrían haber aprendido tales patrones de comportamiento por distintos motivos, pero el denominador común es que las personas deprimidas han resignado a causa de su dolor sus proyectos vitales orientados a sus valores personales. Estos comportamientos arraigados y habituales que presentan las personas con depresión podrían tomar diversas formas, como el hecho de que salir de sus camas u hogares suponga una tarea muy difícil. Por otra parte, los efectos de la depresión también se vuelven tangibles en las áreas vitales en las que se desenvuelve la persona, como en el trabajo, las relaciones interpersonales e incluso también la pareja.
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¿Qué es la depresión y cómo se expresa?
Como bien adelantábamos, la depresión es un trastorno psicológico que se caracteriza por presentar una serie de síntomas específicos. Lo que podremos notar acerca de la depresión es que muchas formas mediante las cuales se expresa son exclusivamente perceptibles por la persona quien la sufre (como podrían ser los sentimientos de culpa o los autorreproches), pero tantas otras se tornan tangibles en el plano concreto o conductual.
Las personas deprimidas por causa de su bajo estado anímico dejan de hacer actividades que son importantes para ellas, como podría ser ausentarse en el trabajo, abandonar la universidad, dejar de practicar deporte y actividades recreativas o no relacionarse más con sus seres queridos.
Desde la perspectiva de algunos tratamientos psicológicos, son dichas conductas visibles las que sostienen la enfermedad —sugiriendo que la persona podría cambiar cómo se comporta y comenzar a dirigirse hacia aquello que es verdaderamente importante para ella, incluso experimentando los síntomas propios de la depresión como desgano, angustia o tristeza profunda—; mientras que otros afirman que es necesario intervenir sobre los procesos psicológicos ya que son éstos los que dan origen a dichas acciones y no al revés.
Más allá de esto, es probable que las personas a su alrededor reparen en que las acciones que lleva a cabo una persona deprimida afectan a los vínculos que ésta mantiene, pudiendo mermar en lo profundo de sus relaciones. Esto podría resultar evidente a las parejas de las personas con depresión, aunque no siempre es el caso (lamentablemente, muchas personas sufren este trastorno en silencio; y la gente a su alrededor podrían no percatarse de cuánto padecimiento hay detrás de sus seres queridos). En relación a esto, veamos cómo afecta la depresión específicamente al ámbito de la pareja.
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¿Cómo afecta la depresión a las relaciones de pareja?
La depresión incide directamente sobre los vínculos de la persona, y la pareja no es la excepción. En primera instancia, la persona deprimida no suele tener energía para compartir momentos junto a su pareja que solían ser placenteros para él o ella, como podría ser dar un paseo por el parque mientras pasean al perro, ir al cine juntos o salir a cenar.
La persona que sufre depresión podría ser consciente o no sobre cuán importante era para ella compartir alguna de estas actividades con su pareja. En cualquiera de los dos casos, es probable que le subyazca la idea de que, debido a los altos niveles de malestar que experimenta, es incapaz de volver a realizar esas tareas hasta no sentirse bien. Sin embargo, los tratamientos basados en enfoques conductuales para la depresión han demostrado que es posible que la persona comience a concretar cambios en la forma en la que se relaciona en sus áreas vitales (como podría ser la pareja) aún “sin sentirse bien”, y que no obstante esto podría conducirla a mejorar significativamente respecto a la depresión.
Por otra parte, la otra gran área que podría verse afectada como consecuencia de los síntomas de la depresión es la reducción o pérdida de deseo sexual. Aunque si bien es cierto que esto varía de acuerdo a cada pareja, compartir momentos de intimidad suele ser un factor muy importante en este tipo de vínculos. Esto podría incidir no sólo en la persona que sufre la depresión, sino también, evidentemente, en su pareja.
La importancia de ir a psicoterapia
Superar la depresión no es una mera cuestión de fuerza de voluntad por parte de la persona. Tanto ella como sus parejas deben tenerlo muy presente para no invalidar su vivencia, ya que la depresión no es simplemente “no tener ganas de hacer cosas” o “estar triste”, sino que se trata de un sufrimiento al que hay que nombrar como tal para poder actuar en consecuencia.
También es válida la experiencia de las parejas de personas que sufren depresión, puesto que algunos proyectos de vida que suelen compartirse con el otro podrían modificarse a partir de su trastorno. Además, la pareja también podría sentir miedo, tristeza o incluso emociones contrapuestas en relación a la depresión que sufre su compañero/a. Es por ello que, en ambos casos, la consulta con un psicoterapeuta podría ser de gran ayuda para contenerlos emocionalmente y para afrontar la complejidad de esta situación de manera consciente y responsable.
Existen dos posibles opciones: ir a sesiones de psicoterapia individualizadas para tratar la depresión, por un lado, o sumarle a lo anterior acudir a sesiones de terapia de pareja. De ese modo se interviene de una manera integral tanto de los problemas individuales (más asociados a la depresión) como en los relacionales (asociados al noviazgo o al matrimonio).
Sea como sea, si crees que necesitas apoyo profesional de este tipo, ponte en contacto con nosotros. En Psicomaster te ayudaremos.
