Puede ser que a ti mismo/a o a alguna persona conocida le haya costado mucho esfuerzo controlar sus celos en relación a una relación de pareja, llegando incluso a acabar con este vínculo por este motivo. Los celos son un fenómeno cultural que afectan a las relaciones de pareja, pero también a la forma en la que nos sentimos hacia nosotros/as mismos/as y la forma en la que gestionamos nuestras emociones y vínculos afectivos.
Echando una mirada a las representaciones de las relaciones de pareja y del amor en los grandes medios de comunicación y en el imaginario colectivo de nuestras sociedades, parece que los celos se han presentado a lo largo del tiempo como un fenómeno viable e incluso, en ocasiones, necesario para mantener relaciones amorosas. Afortunadamente, en los últimos años, ha aumentado la conciencia sobre lo nocivos que estos pueden llegar a ser, mostrando la necesidad de deconstruirlos.
A lo largo de este artículo, vamos a responder a la duda de por qué todavía se siguen romantizando los celos. Este es un tema complicado de tratar, ya que los celos pueden formar parte de conductas de agresión en relaciones de pareja. Pudiendo ser un tema sensible para algunas personas, es importante abordarlo con conocimiento y tacto y argumentar desde el principio acerca de la necesidad de cortar por completo con los celos y abogar por la construcción de relaciones sanas y basadas en la confianza.
- Artículo relacionado: "9 claves para entender los celos y aprender a superarlos"
¿Qué son los celos?
Los celos se han definido, desde una perspectiva centrada en la relevancia de las emociones, como emociones complejas y negativas. Estos normalmente surgen como parte de una sospecha real o imaginada de la existencia de una amenaza a una relación que se considera valiosa y que puede estar asociada con el miedo a perderla. Comprender los celos como una emoción significa considerarlos una respuesta que nos alerta de que una relación que no queremos perder se encuentra amenazada. Sin embargo, esto no tiene por qué ser cierto; en la mayoría de los casos, los celos generan amenazas que no existen verdaderamente.
Desde otras perspectivas con más inclinación hacia el estudio social de las relaciones, se apunta a describir los celos como parte de creencias socialmente compartidas sobre la naturaleza del amor. Esta naturaleza del amor entraña mitos tales como el de los celos, que presentan estos como un signo de amor, de que la otra persona en la relación “te importa”. Sin embargo, es importante delimitar que los celos no reflejan el amor, sino el sentimiento de posesividad por la otra persona; equiparan a la otra persona en una relación con una propiedad.
El estudio de los celos se ha diferenciado entre hombres y mujeres. Una multitud de estudios defienden que existe una mayor preocupación en los hombres por la posibilidad de experimentar una infidelidad que en caso de las mujeres; pero que, en el caso de ya darse esta infidelidad, tiene efectos emocionales más dañinos en mujeres que en hombres.
- Quizás te interese: "¿Qué es la Psicología Social?"
¿Cómo se han romantizado los celos?
Para entender cómo se han transmitido y generalizado los celos en nuestra sociedad es importante tener como referencia las perspectivas culturales de la mano de autoras como DeSteno, Salovey y Bartlett. Estas perspectivas han ofrecido explicaciones alternativas que sitúan al origen de los celos en las diferencias entre hombres y mujeres a lo largo del proceso de socialización diferencial y en la influencia social y cultural. Estas diferencias harían diferencia a la forma en la que hombres y mujeres se han adscrito (o no) a las normas y roles de género características de un contexto ideológico determinado.
1. Cultura del honor
La cultura del honor se ha definido como el conjunto de reacciones emocionales que pueden estar justificadas por la defensa de algo que se considera propio. Estas reacciones son el resultado de un proceso de aprendizaje instaurado en los grupos o sociedades sobre las maneras de defender una propiedad. Estas ideas se han visto legitimadas no solo a nivel social, sino también de forma legal, produciéndose representaciones sobre lo que se considera correcta o incorrecta en relación con la forma en la que se defiende “lo propio”.
Resulta conflictivo el uso de la cultura del honor asociado a las relaciones de pareja y a la explicación de los celos derivados de estas, ya que la cultura del honor se presenta centrada principalmente en bienes materiales, identitarios o culturales. Cuando hablamos de una relación de pareja, hacemos referencia a personas; y esta podrías ser la explicación más simple de por qué los celos son nocivos para las relaciones amorosas. No se pueden equiparar las personas a propiedades, cuando sentimos a una persona como si fuese una propiedad la estamos deshumanizando y equiparando con un objeto; con algo instrumental. Concebir así a una persona con la que deberíamos tener un vínculo afectivo saludable y basado en la confianza y respeto mutuo no es una manera adecuada de construir relaciones saludables.
2. Amor romántico
El amor romántico es la concepción más clásica de las relaciones románticas que defiende que todos/as tenemos una media naranja o una persona predestinada, por lo que es necesario luchar por encontrar este amor y por buscar su mantenimiento. Este es el tipo de amor que se ha presentado y se presenta todavía en la mayoría de películas, libros o canciones que tratan la temática del amor. Culturalmente, nos vemos sujetos/as a un blanqueo del amor romántico constante. Por ello, se llega a normalizar o naturalizar los celos, considerándolos parte del amor porque es importante luchar por las relaciones.
- Artículo relacionado: "El mito de la media naranja: ninguna pareja es ideal"
3. Normalización de la violencia psicológica
Haciendo una síntesis de los dos puntos anteriores, se podría hablar de la normalización de la violencia psicológica como una de las causas principales de la socialización de los celos y de concebirlos incluso como una parte natural de las relaciones de pareja. En general, a lo largo de toda nuestra socialización y en relación al establecimiento de vínculos amorosos, es muy común escuchar frases como “los que se pelean se desean” o “el amor duele”. Esto son falsos mitos relacionados con la cultura del honor y el amor romántico que han normalizado el establecimiento de los celos como parte de las relaciones de pareja, blanqueando su representación de conductas relacionadas con la violencia psicológica.
Es importante tener en consideración que los celos se han definido como factores causales de la violencia de género. Mantener la creencia de que tu relación de pareja se está viendo amenazada, no confiar en tu pareja y culparla de que has desarrollado estos celos e inseguridades son formas de disminuir la autoestima de tu pareja. En este caso, la persona que tiene que gestionar correctamente sus emociones eres tú; tienes que aprender a no guiarte por una impresión que no sabes si es real y no culpar a tu pareja de tus inseguridades.
Cómo gestionar los celos
A continuación y a modo de conclusión, vamos a proponer estrategias para comprender y gestionar los celos antes de que deriven en un problema demasiado grande con tu pareja. Es importante que tengas en cuenta que no solo debes trabajar los celos para mejorar tu relación, también debes hacerlo por ti. Mantener una actitud celosa hacia otras personas puede ser muy nocivo para tu salud mental a largo plazo y para el establecimiento de vínculos significativos y duraderos de cualquier tipo.
1. Reconoce y comprende tus emociones
El primer paso para gestionar los celos es hacerte consciente de estos y de la forma en la que impactan en tus emociones. Reconocer tus propios sentimientos y darte cuenta de por qué experimentas celos es un paso muy importante para reflexionar sobre tus inseguridades o miedos que pueden estar contribuyendo al desarrollo y mantenimiento de los celos.
2. Comunica tus sentimientos de forma asertiva
La comunicación honesta y asertiva puede ayudar a fortalecer la confianza y la comprensión mutua. Una vez hayas identificado tus celos, puede ser muy positivo que los comuniques a tu pareja pero no con la intención de culpar ni acusar, sino con el propósito de expresar cómo te estás sintiendo, reconociendo que estos sentimientos pueden ser un problema, pero dando importancia a buscar una solución en común.
3. Trabaja en tu autoestima
Trabajar en ti mismo/a, identificar tus fortalezas y trabajar en tus áreas de mejora es muy efectivo para cultivar una autoimagen positiva. Esto te permitirá construir confianza en tus propias habilidades y cualidades y disminuir tus celos a medida que sientas más seguridad en ti mismo/a.
4. Establece límites saludables
Establecer límites puede ayudarte a gestionar los celos, siempre que estos límites propios no sean limitantes en la libertad de tu pareja. Es importante conversar y establecer unos límites que sean comunes para ambos/as. No por experimentar celos, todo el rumbo de la relación debe girar en torno a gestionarlos; también debes reconocer qué problemas son exclusivamente tuyos.
5. Busca apoyo y trabaja en equipo
No tienes por qué pasar por este proceso solo/a, busca ayuda en amigos/as, familia e incluso ayuda terapéutica. Es importante trabajar en equipo con tu pareja para fortalecer la relación y encontrar formas constructivas de abordar el problema, buscando destruir todo ápice de romanticismo que los celos puedan tener.
