Todo el mundo tiene sus puntos fuertes y sus puntos débiles, de eso no hay duda. Todos tenemos nuestras cosas buenas y nuestras cosas malas pero, a veces, solo nos fijamos en estas últimas.
Tener una visión sesgada de la realidad que hace que seamos negativos hace que nuestras debilidades eclipsen todas las fortalezas que poseemos, haciéndonos pensar que no tenemos nada bueno.
Es por este motivo que, a modo de guía, vamos a ver varios ejemplos de fortalezas en una persona, un listado de cualidades y habilidades que nos pueden servir para identificarlas en nosotros mismos y ver los muchos aspectos positivos que poseemos, o bien para conocer mejor a alguien más viendo si presenta estas características.
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27 ejemplos de fortalezas en una persona, explicados
Casi de sentido común nadie en este mundo es indudablemente bueno e indudablemente malo en todo lo que hace. De la misma manera que tenemos nuestros puntos fuertes para ciertas cosas en otras no lo somos tanto o, directamente, somos un completo desastre. Nadie es perfecto y, a la vez, nadie es un fracaso absoluto como persona. Como seres humanos que somos está en nuestra naturaleza tener puntos positivos y puntos negativos distintos, siendo esto fácilmente observable al mirar hacia las diferencias individuales de nuestra especie.
Pero pese a que somos conscientes de que nadie es perfecto y todo el mundo tiene sus fortalezas y sus debilidades, no podemos evitar analizarnos a nosotros mismos bajo una óptica más crítica. El sesgo de negatividad, incrementado por una baja autoestima, hace que nos fijemos antes y casi en exclusiva a aquellos aspectos negativos que tenemos mientras que lo positivo lo dejamos un poco de lado. Nos cuesta mucho ser objetivos con nosotros mismos, valorando todo por igual.
Esta dificultad se nota especialmente en psicoterapia o cuando se hace un análisis DAFO. En ambas situaciones se le pide a la persona que haga una lista con los aspectos positivos que cree poseer para que valore las muchas cosas buenas que sin lugar a dudas tiene. El problema es que esto no es tan sencillo como hacer la lista de la compra, recordar los países de Europa o apuntar los nombres de 10 animales herbívoros. Es como si nos bloqueáramos y no nos ocurre nada bueno. Como solemos pensar en términos negativos, cuando lo hacemos en positivo nos quedamos paralizados.
Ya sea porque nuestro terapeuta nos ha pedido hacer una lista con rasgos positivos de nosotros o porque queremos ver cuáles son nuestros puntos fuertes y aprovecharlos de cara a nuestra vida laboral, a continuación vamos a dar 25 ejemplos de fortalezas en una persona que seguro que nos van a ayudar a refrescar la memoria, inspirarnos e identificar alguna buena cualidad que sin lugar a dudas poseemos.
1. Honestidad
La honestidad es una cualidad muy preciada en muchos ámbitos. Consiste en decir la verdad en cualquier circunstancia, aunque no le convenga a nuestros intereses. Las personas honestas son fieles a la veracidad de los hechos, además de compartir de forma sincera qué es lo que opinan, piensan y sienten. Son honestas tanto en la forma de comportarse como en lo que dicen.
2. Proactividad
La proactividad es la capacidad de emprendimiento de una persona, su gestión autónoma de la energía y las ganas de hacer las tareas que se ha propuesto. Las personas proactivas son capaces de prever posibles necesidades, adversidades o problemas que se podrían dar en el futuro, motivo por el cual son personas muy buscadas en las empresas.
Los individuos proactivos planifican una estrategia alternativa por si, en caso de que no vaya bien aquello que se tenía pensado hacer en un principio, haya un plan B. Planifican todo para poder lograr sus objetivos. Ser proactivo es algo indispensable para asumir nuevos retos y crecer personalmente.
3. Compromiso
El compromiso es un rasgo útil no solo en la vida laboral, sino en la vida en general. En aspectos más sociales es un rasgo fundamental para trabajar en equipo o construir grupos en los que es necesario que sus miembros se comprometan para conseguir una meta en común, como pueden ser un equipo deportivo, una empresa o incluso en una relación amorosa. Hablamos de una persona comprometida cuando una persona es capaz de anteponer el bien común al suyo propio, es decir, ser justo lo contrario a ser egoísta.
También hablamos de compromiso a la cualidad humana de enfocarse en una tarea y tratar de llevarla a cabo hasta el final. Implica el cumplimiento de algo pautado y pactado con anterioridad con otras personas o consigo misma, asegurarse de que se hace lo que se había acordado hacer. Las personas comprometidas son confiables puesto que cumplen con su palabra.
4. Valentía
La valentía, como fortaleza humana, no debe ser entendida como la ausencia de miedos, sino más bien a la capacidad de enfrentarlos y aun así cumplir con lo que se desea. Es también la cualidad relacionada con saber gestionar el fracaso, no temerle y, en caso de caer en él, saber levantarse y aprender de ello. Los individuos valientes son capaces de actuar pese a que la situación sea difícil, desagradable, incierta y compleja.
5. Responsabilidad
La responsabilidad implica hacerse cargo de las consecuencias de nuestros actos y no permitir que otros carguen con nuestra culpa y errores. En esencia, es la capacidad de asumir los efectos de lo que hacemos, y ser conscientes de que nuestras acciones implican unos resultados, positivos o negativos, pero atribuibles a nosotros y nuestra forma de comportarnos, no a lo que hagan los demás.
6. Creatividad
La creatividad es una gran virtud. Es el don espontáneo y natural que nos permite abordar de forma novedosas diversas situaciones o retos, de formas nunca antes vistas o que permitan despertar nuevas formas de ver al problema original. Una persona creativa puede ser aquello que encienda la chispa de un grupo de personas para que se pongan a construir un prometedor proyecto.
La creatividad es una cualidad imprescindible en artistas, diseñadores y científicos, puesto que en estas profesiones es necesario expresar ideas de manera particular, novedosa y original. La solvencia imaginativa es un aspecto muy valorado en cualquier situación, laboral o personal.
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7. Paciencia
En muchas ocasiones lo bueno se hace esperar. Por esto la paciencia es uno de los ejemplos de fortalezas personales más importantes en la vida social, asociándose con la tolerancia a las dificultades o los retrasos sin perder el ánimo ni caer en la ansiedad. Implica entender que a veces las cosas no salen en los tiempos que uno desearía, pero no por ello hay que desesperar, puesto que tarde o temprano, si se ha hecho todo bien, vendrá la recompensa que estábamos esperando.
8. Solidaridad
La solidaridad, muy relacionada con la idea de altruismo, es la capacidad de brindar elementos de valor y acciones significativas a los demás sin esperar recibir nada a cambio. Es las ganas de ayudar a otras personas porque queremos ayudarlas. Con nuestras acciones podemos fomentar el proceso de crecimiento personal de los demás y, a la vez, ellos nos ayudarán a nosotros a cambio, ya sea porque se sienten en deuda o porque también son solidarias.
9. Compañerismo
El compañerismo es la disposición para trabajar con otros en pos de un objetivo común, respetando el hecho de que cada quien es como es, con sus fortalezas y sus debilidades, además de tener deseos y conocimientos distintos. Las diferencias entre los miembros de un grupo, aunque individualmente puedan parecer debilidades, en conjunto son fortalezas las cuales el líder puede aprovechar muy bien. El buen compañero respeta las diferencias de cada uno y hace aportes de valor para que todo el grupo se vea beneficiado.
10. Justicia
La justicia es tanto fortaleza como valor. Una persona justa busca la equidad y el reconocimiento de todas las personas que se encuentran participando en un determinado contexto. Estas personas luchan contra las desigualdade y se enfocan en que las personas tengan acceso legítimo y justo a lo que realmente les corresponde.
11. Liderazgo
El liderazgo es la virtud propia de las personas que tienen facilidad para motivar e inspirar a los demás. El líder saber hacia dónde se debe dirigir la acción del grupo, sabiendo establecer las prioridades y sacrificar lo que no sea necesario para alcanzar la meta común. Una persona con liderazgo acaba convirtiéndose en un modelo a seguir para el resto del grupo.
12. Empatía
La empatía es una cualidad fundamental para la vida en sociedad, algo que prácticamente todo el mundo tiene en mayor o menor medida. Es la capacidad de reconocer los sentimientos, emociones y opiniones de los demás, de sufrir con el otro y mostrarse compasivo cuando alguien está sufriendo. Por medio de esta sincronía emocional reconocemos cuando alguien lo está pasando mal y le ayudamos cuando lo necesita.
13. Confianza
La confianza es una fortaleza muy requerida en las personas y, de hecho, constituye en muchas ocasiones la base de todas las relaciones interpersonales junto con la honestidad. Además, es un atributo personal necesario para avanzar en la vida sin inseguridades.
En su acepción personal la podemos definir como la habilidad de creer de manera ferviente en que una situación se llevará a cabo tal y como la hemos planeado porque confiamos en que seres capaces de saberla manejar, que sabremos cumplir con lo que nos hemos propuesto y no fallaremos.
En su acepción interpersonal hace referencia a que confiamos en los demás, a que creemos que no nos fallarán ni van a traicionarnos. Confiar en los demás es estar convencido de que harán lo que se les ha pedido y que no nos engañarán. A su vez, que los demás confíen en nosotros significa que saben que somos personas cumplidoras.
14. Puntualidad
Ser puntual es más que llegar a un lugar a la hora que se ha acordado o respetar el tiempo para entregar un proyecto o hacer cualquier tarea. Es una cualidad interpersonal en tanto que implica saber valorar el tiempo ajeno, sabiendo que otras personas no tienen por qué disponer de todo el tiempo del mundo y lo que para nosotros son unos meros minutos de retraso para otros implica tener que cambiar por completo la agenda. Las personas puntuales se esfuerzan por cumplir con el tiempo marcado de sus compromisos.
15. Organización
Ser organizado es beneficioso tanto a nivel personal como en el ámbito laboral. A nivel personal nos asegura evitar sustos e imprevistos, puesto que cuanto más nos ciñamos a un plan más probable será que acabemos las cosas a su debido tiempo y podamos continuar con las metas siguientes a alcanzar. A nivel laboral es fundamental que los trabajadores sean organizados para evitar que toda la empresa esté demorada en sus quehaceres.
16. Carisma
El carisma es una cualidad muy relacionada con el liderazgo, puesto que implica contagiar nuestro entusiasmo a quienes nos rodean y de convencerlos para que se unan a nuestra causa o ideales. Así, el carisma es la condición de afectar, agrandar, conquistar y cautivar al resto por medio del discurso y el lenguaje no verbal. Las personas carismáticas tienden a llevarse bien con muchas personas.
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17. Concentración
Para ser una persona activa y centrada en nuestras metas personales y laborales, la concentración es una fortaleza fundamental a poseer. Entendemos por concentración a la capacidad humana de centrarse en alguna actividad invirtiendo nuestros recursos cognitivos de forma sostenida y exclusiva. Cuanta mayor capacidad de concentración poseamos, más productivas seremos y mejor y más rápido haremos lo que nos propongamos.
18. Humildad
La humildad es un valor que bebe del imaginario moral e incluso religioso. Ser humilde se entiende como ser una persona que no es presuntuosa, que reconoce con tranquilidad cuáles son los aspectos en los que se es débil y que se deberían mejorar. En sí, la humildad es una fortaleza muy útil, puesto que saber aquello en lo que somos malos significa que sabemos qué es aquello que deberíamos mejorar, facilitándonos tomar acción para superar estas debilidades.
19. Respeto
Como valor el respeto es muy importante en la vida en sociedad. Implica tener en cuenta que los demás merecen ser tratados de forma justa y benévola, comprendiendo que de la misma manera que nosotros tenemos sentimientos y opiniones los demás también las tienen, y no por ello son menos que nosotros o merecen ser tratadas de una forma que a nosotros no nos gustaría. En esencia, ser respetuoso es expresar un buen trato hacia los demás.
20. Humor
El buen humor es necesario para seguir hacia adelante. Ver el lado cómico, gracioso y agradable de las situaciones puede cargarnos de buena energía y no hundirnos cuando las cosas no nos salen como habíamos previsto. Es un factor de protección ante el fracaso porque, aunque se dé, no nos hará rendirnos ni tampoco pensar que no valemos.
Además, el humor tiene una función social muy beneficiosa. Siempre y cuando esté bien ejecutado éste permite generar simpatía en las personas de nuestro alrededor, viéndonos como socialmente más atractivos y tendiendo a ayudarnos más cuando lo necesitemos. Las personas se acercan más a aquellas personas que les inspiran buen humor antes que las que irradian tristeza y pesimismo.
21. Resiliencia
La resiliencia está directamente relacionada con nuestra capacidad de adaptarnos y resistir la adversidad. Una persona resiliente es aquella que frente algún conflicto o problema se adapta, sabe sacarle provecho para seguir hacia adelante y no hundirse en el intento. Las personas resilientes consiguen recuperarse rápidamente de aquellos sufrimientos o contrariedades que han padecido y los ven como aprendizajes a aplicar en futuras situaciones similares.
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22. Optimismo
Con optimismo nos referimos a la capacidad de una persona de entender que, aunque alo salga mal hoy, no hay motivo para pensar que así seguirá en el futuro. Es esperar que va a ocurrir cosas buenas y que los proyectos que uno se ha planteado, tanto individualmente como en grupo, un día llegarán a buen puerto. Las personas optimistas se caracterizan por enfocar sus energías en ver las cosas buenas que se les puede ofrecer y saberlas aprovechar para tener un futuro prometedor.
23. Curiosidad
La curiosidad es una fortaleza constructiva, puesto que nos permite conocer nuevos datos, habilidades y estrategias para enfrentarnos a todo tipo de problema que, de otra forma, no sabríamos muy bien cómo resolver. La curiosidad se manifiesta en una conducta indagatoria, con tendencia a querer comprender cómo funcionan las cosas, los seres vivos, las situaciones de todo tipo y las personas.
24. Autocontrol
Hablamos de una persona con autocontrol cuando esta es capaz de regular su comportamiento, pensamientos y emociones evitando que estos entorpezcan en sus actividades. Es controlarse de tal forma que nuestras acciones estén orientadas a ser productivos y resolver funcionalmente la situación que se nos plantee.
El autocontrol implica controlar nuestras emociones y deseos temporalmente La idea no es reprimirlos o suprimirlos, sino canalizarlos para convertirlos en algo que nos acerque a nuestra meta. En vez de causarnos malestar o entorpecer aquello que queremos conseguir, con autocontrol podemos transformarlos en acciones que permitan desarrollar estrategias constructivas y productivas hacia aquel sueño que queremos satisfacer.
25. Motivación
La motivación es aquello que permite a las personas que sientan interés, pasión y entrega por algo que están haciendo. Una persona motivada es aquella que siente unas grandes ganas por aquello que tiene que hacer, lo cual hace que una obligación se convierta en un nuevo reto, una nueva actividad que le va a enseñar muchas nuevas cosas y le va a ofrecer indudablemente algo nuevo. A través de la motivación es posible dirigir los comportamientos de una persona hacia aquello que desea obtener.
26. Tolerancia a la frustración
La tolerancia a la frustración hace referencia a nuestra capacidad para no desesperarnos si algo no sale como querríamos. Las personas con alta tolerancia a la frustración relativizan las decepciones del día a día y siguen adelante.
27. Mundo interior
Una persona con un mundo interior rico tiene ideas, intereses culturales y sociales y aspiraciones más allá de lo puramente material. Pueden ser felices simplemente con un buen libro y con sus pensamientos.