Inflexibilidad social: ¿qué es y cómo superarla?

A veces, podemos ser muy inflexibles ante situaciones sociales, dificultando adaptarnos a ellas.

Inflexibilidad social: ¿qué es y cómo superarla?

Una de las características principales de toda sociedad es la capacidad para la adaptación y la relación con otras personas. En un mundo interconectado y social, ser la flexibilidad social se describe como un recurso esencial para enfrentar los desafíos de nuestro día a día y construir un entorno social plural y que constituya un apoyo emocional para cada uno/a de nosotros/as.

Sin embargo, la mayoría de situaciones de nuestra vida no son lineales, sino cambiantes, y por lo tanto, en ocasiones, no tenemos la capacidad de ajustar nuestras habilidades en su conjunto para adaptarnos de manera efectiva a ellas. Por ello, es factible que en ocasiones se puedan perturbar nuestras habilidades cognitivas y la manera en la que nos relacionamos con nuestros entornos, generando así la denominada inflexibilidad social.

En esta era en la que la agilidad mental y adaptabilidad social son tan valoradas, es esencial comprender de qué formas puede hacerse presente la inflexibilidad social y cómo puede impactar en nuestras vidas y en las de las personas que nos rodean. Esta característica puede afectar nuestras relaciones, toma de decisiones e incluso nuestras capacidades cognitivas. A lo largo de este artículo, nos sumergiremos en el concepto de inflexibilidad social, desentrañando sus matices y consecuencias.

¿Qué es la inflexibilidad social?

La inflexibilidad social se refiere a una resistencia arraigada al cambio en el ámbito de las creencias, comportamientos y actitudes sociales. En otras palabras, es la tendencia a aferrarse obstinadamente a puntos de vista preestablecidos, rutinas y perspectivas, incluso cuando el entorno y las circunstancias exigen adaptación. Este fenómeno puede manifestarse de diversas formas, desde una reacción negativa ante opiniones contrarias hasta la incapacidad de aceptar cambios en las relaciones interpersonales.

Tensión relacional

El ser humano es un ser social por naturaleza, y gran parte de nuestra vida diaria involucra interacciones con otros individuos. La adaptabilidad social es esencial para construir conexiones significativas y navegar por una sociedad diversa y en constante cambio. Sin embargo, las personas afectadas por la inflexibilidad social tienden a enfrentar dificultades en esta área. Sus relaciones pueden volverse tensas, sus decisiones pueden carecer de flexibilidad y su capacidad para comprender diversas perspectivas puede ser limitada.

Rutinas y creencias arraigadas

Un aspecto interesante de la inflexibilidad social es su conexión con las rutinas y la estabilidad. Muchas veces, las personas buscan la seguridad en las rutinas y las creencias arraigadas, ya que proporcionan un sentido de control y familiaridad en un mundo a menudo impredecible. Sin embargo, esta búsqueda de estabilidad puede convertirse en una barrera para la adaptabilidad y el crecimiento personal.

Polarización y aislamiento

La inflexibilidad social no se limita únicamente a las interacciones individuales; también puede permear en las dinámicas grupales y sociales más amplias. Grupos y comunidades que se adhieren rígidamente a ciertas normas o valores pueden encontrar dificultades para integrar nuevas ideas y perspectivas. Esto puede conducir a la polarización y al aislamiento de aquellos que no se ajustan a la norma establecida.

Causas y factores contribuyentes

Como venimos comentando, la inflexibilidad social se presenta como un fenómeno multifactorial y plural. Tiene múltiples y diversas causas y factores contribuyentes. Para comprender por qué algunas personas se resisten de esta forma al cambio y se aferran a sus perspectivas, es crucial entender las posibles raíces de este comportamiento.

1. Personalidad y experiencias pasadas

La personalidad desempeña un papel significativo en la inflexibilidad social. Las personas con tendencias perfeccionistas o con una necesidad de control pueden encontrar difícil aceptar puntos de vista diferentes a los suyos. Además, experiencias pasadas traumáticas o negativas pueden generar una sensación de protección al adherirse a creencias y comportamientos familiares, como una forma de evitar situaciones dolorosas.

2. Falta de exposición a la diversidad

La exposición limitada a la diversidad de opiniones y experiencias puede contribuir a la inflexibilidad social. Cuando estamos rodeados principalmente por personas que comparten nuestras creencias y valores, es menos probable que seamos desafiados en nuestras perspectivas. Esto puede llevar a la formación de burbujas de información, donde solo se confirman y refuerzan nuestras opiniones preexistentes.

3. Miedo al cambio

El miedo al cambio y la incertidumbre puede ser un factor poderoso detrás de la inflexibilidad social. Cambiar creencias y adaptarse a nuevas situaciones puede resultar intimidante y amenazante para algunas personas. La necesidad de mantener un sentido de seguridad y control puede llevar a resistirse a cualquier cosa que perturbe el status quo.

4. Influencia de redes sociales:

En la era digital, las redes sociales pueden jugar un papel crucial en la perpetuación de la inflexibilidad social. Algoritmos diseñados para mostrar contenido similar a nuestras preferencias pueden crear burbujas de información virtual, donde solo vemos opiniones que refuerzan nuestras creencias. Esto limita nuestra exposición a la diversidad de pensamientos y contribuye a la rigidez en nuestras perspectivas.

5. Comodidad de la rutina

La rutina puede proporcionar un sentido de comodidad y previsibilidad en medio de la incertidumbre del mundo exterior. Sin embargo, esta búsqueda de estabilidad puede convertirse en una trampa cuando impide la adaptación a nuevas circunstancias. La inflexibilidad social puede manifestarse como una resistencia a cambiar rutinas o a aceptar nuevas formas de hacer las cosas.

Impacto cognitivo

Como ya se ha mencionado con anterioridad, la inflexibilidad social no tiene únicamente un impacto en la forma en la que nos relacionamos con otras personas y construimos estas relaciones, sino que también genera cambios en nuestras habilidades cognitivas y en la manera en la que abordamos la toma de decisiones y la resolución de problemas y conflictos.

1. Limitaciones en la comprensión de perspectivas alternativas:

La adaptabilidad social está intrínsecamente relacionada con la empatía y la capacidad de comprender las perspectivas de los demás. Las personas con inflexibilidad social pueden encontrar difícil ponerse en el lugar de los demás y considerar diferentes puntos de vista. Esto puede llevar a malentendidos, conflictos y la incapacidad para resolver problemas de manera efectiva.

2. Dificultades en la resolución creativa de problemas

La flexibilidad cognitiva es esencial para la resolución creativa de problemas. Aquellos con inflexibilidad social pueden carecer de la capacidad de explorar múltiples soluciones y enfoques debido a su tendencia a aferrarse a una única manera de pensar. Esta rigidez puede limitar la innovación y la adaptación a situaciones desafiantes.

3. Procesamiento selectivo de información

Las personas afectadas por la inflexibilidad social pueden procesar información de manera selectiva, filtrando y reteniendo solo lo que confirma sus creencias preexistentes. Esto puede dificultar la adquisición de nuevos conocimientos y la aceptación de hechos que no se alinean con sus perspectivas. Como resultado, su capacidad para tomar decisiones informadas puede verse comprometida.

4. Inhibición de la creatividad

La creatividad florece cuando somos capaces de combinar y reconfigurar ideas de formas novedosas. La inflexibilidad social puede restringir esta habilidad al mantener a las personas atrapadas en patrones de pensamiento limitados. La incapacidad para considerar diferentes enfoques puede obstaculizar la generación de ideas originales.

5. Efectos en la toma de decisiones

La inflexibilidad social puede tener un impacto directo en cómo tomamos decisiones. Aquellos que son reacios a considerar perspectivas alternativas pueden tomar decisiones basadas en información limitada o sesgada. Esto puede llevar a decisiones subóptimas y a la incapacidad para adaptarse a nuevas circunstancias.

Superando la inflexibilidad social

En última instancia, la superación de la inflexibilidad social requiere un esfuerzo consciente y continuo. A medida que trabajamos en cultivar la adaptabilidad en nuestras interacciones y en nuestra vida en general, podemos encontrar una mayor satisfacción en nuestras relaciones y en nuestra capacidad para enfrentar los desafíos de un mundo en constante cambio. La inflexibilidad social puede transformarse en una oportunidad para el crecimiento personal y la conexión con los demás.

A continuación y a modo de conclusión, te proponemos algunas estrategias y enfoques que te pueden ayudar a superar la rigidez social y fomentar tu flexibilidad cognitiva y emocional. Sin embargo, ten en cuenta que no siempre podemos gestionar nuestras cogniciones y emociones de forma autónoma. Puede ser muy positivo que recurras a apoyo terapéutico para lograr superar este obstáculo para tu vida social y para tu adaptación a ella.

1. Practicar la empatía

La empatía es una herramienta poderosa para superar la inflexibilidad social. Tratar de comprender las perspectivas y emociones de los demás puede ayudarnos a expandir nuestra visión del mundo y a desarrollar una mayor apertura hacia nuevas ideas.

2. Exponerse a diversas perspectivas

Intencionalmente buscar experiencias y opiniones diferentes puede ampliar nuestra comprensión y flexibilidad. Leer libros, participar en discusiones y entablar conversaciones con personas con diferentes antecedentes pueden ayudarnos a desafiar nuestras creencias preexistentes y construir una mentalidad más diversa.

3. Afrontar el miedo al cambio

Reconocer y abordar el miedo al cambio es esencial para superar la inflexibilidad social. Aprender a lidiar con la incertidumbre y a tolerar la incomodidad puede aumentar nuestra disposición a adaptarnos a nuevas situaciones.

4. Cuestionar creencias y perspectivas

Tomarse el tiempo para cuestionar nuestras propias creencias y perspectivas puede ayudarnos a reconocer cuándo estamos siendo inflexibles. Estar dispuestos a considerar diferentes puntos de vista y a reevaluar nuestras ideas puede facilitar la adaptación.

5. Buscar nuevas experiencias

Explorar nuevos lugares, actividades y personas puede ser una forma efectiva de superar la inflexibilidad social. Estas experiencias pueden desafiar nuestra zona de confort y fomentar la flexibilidad en la adaptación a situaciones desconocidas.

6. Aprender de los errores

Aceptar que todos cometemos errores y que el cambio es una parte natural de la vida puede facilitar la adaptación. Ver los errores como oportunidades de aprendizaje puede fomentar una mentalidad más flexible.

  • Eceiza, M., Arrieta, M., & Goñi, A. (2008). Habilidades sociales y contextos de la conducta social. Revista de psicodidáctica.
  • Travers, M. (). Social Inflexibility Could Mess With Your Cognitive Ability. Psychology Today.

Psicólogo

Javi Soriano es graduado en Psicología por la Universidad de Valencia y está acabando un Máster en Investigación Psicosocial. Le interesa todo lo que tiene que ver con las personas y la sociedad, pero le encanta leer y escribir sobre temas relacionados con el género, la sexualidad y las minorías. Es una persona muy curiosa a la que le encantan los debates y aprender de los demás.

Psicólogo/a

¿Eres psicólogo?

Date de alta en nuestro directorio de profesionales

Artículos relacionados

Artículos nuevos

Quizás te interese