La personalidad del ser humano se puede describir a partir de una serie de rasgos o características. Cuando estas características forman un determinado patrón que termina siendo disfuncional o desadaptativo podemos hablar de un trastorno de personalidad.
Uno de los elementos más relevantes de este tipo de trastornos es que el patrón es rígido y persistente y deja su poso en los diferentes ámbitos en los que se desenvuelve la persona. Y otro de los aspectos más fundamentales es que, casi siempre, las personas que lo padecen no son conscientes del mismo o no creen que sus pensamientos y comportamientos puedan ser inadecuados.
Normalmente, este tipo de trastornos se diagnostican al inicio de la edad adulta, que es cuando se ha instalado de manera más definitiva la personalidad. Existen diferentes trastornos de personalidad en función del tipo de patrón cognitivo, emocional y comportamental. Uno de ellos es el trastorno narcisista.
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Características el narcisismo patológico
El trastorno de personalidad narcisista afecta en torno a un 2% de la población ,y en su mayoría son hombres y no mujeres quienes lo manifiestan.
En el caso de este trastorno de personalidad, existen una serie de aspectos que nos pueden ayudar a entender su funcionamiento interno.
1. Culpa y responsabilidad
Las persoa con trastorno de personalidad narcisista no son capaces de valorar el fallo o responsabilidad propia cuando las circunstancias no son las deseadas. Por otro lado, creen que la culpa es del resto, y que son los demás los que se equivocan, y no realizan las cosas correctamente. Así se eximen de cualquier responsabilidad e imposibilitan la posibilidad de mejorar o crecer.
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2. Competitividad
Suelen ser personas altamente competitivas que entran rápidamente a compararse y a intentar ganar, y para ello, además tienden a exagerar y engrandecer sus capacidades (algo que no fingen, puesto que verdaderamente piensan que son mejores).
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3. Individualismo
Anivel social se les percibe como poco colaboradores, con una fuerte tendencia hacia el individualismo.
4. Seguridad y validación externa
Necesitan la validación externa constantemente para reafirmar su postura y en muchas ocasiones llegan a mentir, manipular o tergiversar la verdad, con tal de exaltar sus cualidades.
No obstante, tenemos que entender que lo que encierra esta actitud de magnificencia es un terrible miedo al rechazo por parte del resto, y el miedo al fracaso.
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5. Visión de sí mismos
Como hemos mencionado, tienen una visión muy elevada de ellos mismos, lo que les lleva a considerarse por encima de los demás, algo que les lleva a ser rechazados en muchos entornos.
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6. Manejo emocional
Es característico de estas personas que tengan una baja capacidad de introspección.
7. Estilo de comunicación
Tienen un estilo de comunicación en el que el entendimiento o acuerdo con el interlocutor no existe, ya que se centran de nuevo en sí mismos con la intención de demostrar su propia valía o postura, con lo que no suelen escuchar al otro y tienden a tomar una actitud de lucha. En este ámbito, también podemos ver como rechazan y reaccionan de forma muy negativa ante las críticas que se les plantean.
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8. Relación con los demás
Otra de las características más llamativas es su falta de empatía y cómo son personas que se mantienen centradas en sí mismas, por lo que con frecuencia tratan de manipular al resto de personas para lograr sus metas.
Sin embargo, detrás de estos comportamientos podemos encontrar que estas personas están muy influidas por una serie de variables que les está costando manejar como, por ejemplo:
- Miedo al fracaso
- Perfeccionismo
- Déficit en las habilidades sociales
- Necesidad de aceptación
- Baja autoestima
- Dependencia emocional
Rasgos de personalidad y contexto social
Como anteriormente hemos mencionado, estamos hablando de un trastorno de la personalidad, es decir, un patrón de características estables en el tiempo que producen problemas en la vida de las personas o en las de su entorno.
Sin embargo, muchas personas pueden tener algunos rasgos de personalidad que aparecen ante determinadas circunstancias pero no interfieren en sus vidas llegando a ser funcionales, por lo que no llegan a tener un trastorno de personalidad. Es decir, puede haber personas con rasgos de personalidad que en algunos aspectos se asemejen al narcisismo.
En este sentido, si miramos nuestra sociedad de hoy en día, podemos encontrarnos con que existe una tendencia a la valoración social, lo que facilita que se desarrollen estos rasgos narcisistas ante la necesidad de destacar y obtener reconocimiento por parte del entorno en los diferentes ámbitos de la vida.
Podríamos decir de alguna manera que se llegan a fomentar y premiar los comportamientos relacionados con destacar por encima de otros, de tener éxito (a veces sin mirar el cómo se consigue).
Sin embargo, como hemos visto a lo largo de este artículo, para hablar de narcisismo, tienen que darse hay una serie de dificultades que revisten mayor desajuste y por tanto gravedad, por lo que atender de manera adecuada las emociones y necesidades de cada uno nos ayudará a desarrollar un estilo de personalidad y un afrontamiento a la realidad ajustado y saludable.
