Saber cómo hablar en público es un conjunto de habilidades cada vez más requerido tanto en el contexto de la formación como en el contexto profesional. La comunicación, en definitiva, ha pasado a ser vista como un elemento fundamental tanto del aprendizaje como del trabajo, y por eso dar charlas, exposiciones o conferencias es el modo habitual de demostrar que se tiene soltura en ese dominio.
En este artículo veremos varios consejos acerca de cómo hablar en público que van más allá de las técnicas para no ponerse demasiado nerviosos al hablar frente a una multitud de personas.
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Cómo hablar bien en público: 6 consejos
En las siguientes líneas encontrarás técnicas variadas para sacar máximo partido de tus habilidades y conocimientos a la hora de hablar en público, sin dejar que la situación te supere, y expresándote con la fluidez y naturalidad con la que lo harías frente a un solo individuo. Eso sí, debes tener en cuenta que hay que adaptar a tu caso estas ideas clave.
1. Apréndete las ideas, no el texto
A la hora de prepararte el contenido de la charla que vas a dar, una buena manera de no caer en un nerviosismo extremo es descartar, desde el principio, la posibilidad de aprenderte literalmente todo el guión que has escrito.
En vez de eso, lee una y otra vez el texto y acuérdate de la idea que das a entender en cada línea.
A la práctica, el modo en el que lo dirás será muy parecido a la fórmula con la que te expresas en el guión (porque por algo la has elegido como la mejor manera de explicar lo que quieres decir), y además de esa manera tu atención no estará dividida entre el esfuerzo de recordar y la preocupación por la imagen que estás dando.
2. Apuesta por la sencillez en las primeras frases
Al principio de una charla en la que hablamos en público, uno de los principales objetivos es captar la atención del público, y esto es algo que se consigue utilizando frases relativamente simples, de fácil comprensión, y no demasiado largas.
Esto hace que la sesión sea más llevadera para la audiencia, pero de hecho también es algo bueno para ti, como orador u oradora. El motivo de esto es que te costará menos hablar durante las primeras frases, algo que contribuirá al “calentamiento” de los músculos que necesitas mover para vocalizar bien, y te ofrece muchos puntos de apoyo en las frecuentes pausas que encontrarás al terminar las frases.
Además, este consejo también sirve como medida preventiva para tener un menor riesgo de equivocarse durante el primer minuto de charla, algo que en sí no resultaría catastrófico a ojos del público, pero que puede tener un efecto psicológico muy estresante en uno mismo como orador, ya que aparece el miedo a haber causado una mala primera impresión.
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3. Haz ejercicios de visualización
Otro consejo acerca de cómo hablar en público sin ponerse nervioso o nerviosa consiste en entrenarse mentalmente para el tipo de experiencia que va a ser la charla.
Para ello, cierra los ojos e imagínate hablando en público, teniendo un impacto muy positivo en tu audiencia. No te detengas a recrear el contenido de tu discurso; en vez de eso, céntrate en los detalles de aquello que te rodea y en las reacciones de la gente, cómo se ríen con el chiste que utilizas, cómo te siguen con la mirada por el interés que tienen en tu mensaje, etc.
Este consejo sirve para empezar a pensar en la charla no solo como un reto, sino también como un posible premio.
4. No temas a los silencios
Quedarse sin hablar durante un tiempo no es malo de por sí, es algo que incluso en el caso de ser consecuencia por habernos quedado en blanco, puede ser disimulado.
Por eso, prepárate un pequeño protocolo acerca de lo que debes hacer si en cierta ocasión te cuesta un poco recordar cuál es lo siguiente que tienes que decir: beber de un botellín de agua, mostrar una expresión de reflexión, etc. Algo tan sencillo como eso nos aporta mayor seguridad en nosotros mismos, dado que actúa como un colchón que nos protege si en algún momento nos tropezamos.
5. Gesticula para facilitarte la expresividad
Este consejo tiene que ver con no utilizar los gestos de los brazos y las manos como una impostura al hablar, sino como una manera de potenciar la expresividad.
Puede parecer una tontería, pero realizar movimientos con las manos que sean coherentes con el tono y la musicalidad de tu manera de hablar, además de dar pistas visuales del significado de lo que estás diciendo, vuelve más fácil hablar de una manera más expresiva.
Por decirlo de alguna manera, los músculos responsables del habla se sincronizan con los que mueves con los brazos, y ambos grupos musculares pasan a trabajar de un modo más fluido, reforzándose entre sí.
6. Acude a un especialista
Una muy buena manera de mejorar rápidamente a la hora de hablar en público es contar con un profesional que diseñe y supervise entrenamientos de este tipo.
En la ciudad de Valencia, Nacho Coller Porta es uno de los psicólogos más recomendables que ofrecen esta clase de servicios, basados en la formación en técnicas de oratoria y la supervisión de casos reales en los que hay que hablar frente a otras personas. Aquí puedes verlo en vídeo:
Referencias bibliográficas:
- McCornack, S. y Ortiz, J. (2017). Choices & Connections: An Introduction to Communication.
- Ridgley, S. K. (2012). The Complete Guide to Business School Presenting: What your professors don't tell you... What you absolutely must know. Anthem Press.