Fatiga por compasión: cuando cuidar a otros nos agota

Cuidar de otras personas sin atendernos a nosotros mismos puede mermarnos.

Fatiga por compasión

La fatiga por compasión es un fenómeno que afecta a individuos expuestos constantemente al sufrimiento ajeno, especialmente aquellos en profesiones de ayuda como la medicina, enfermería, psicología y trabajo social. Sin embargo, no solo los profesionales de la salud pueden experimentarla; también es común en familiares que cuidan a personas enfermas o mayores.

Este estado se caracteriza por un agotamiento físico, emocional y mental que surge al empatizar profundamente con el dolor de los demás. Aunque la empatía es una cualidad valiosa, una exposición prolongada sin estrategias adecuadas de autocuidado puede llevar a una disminución de la capacidad para conectar emocionalmente, afectando tanto al cuidador como a la calidad de la atención brindada.

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¿Qué es la fatiga por compasión?

La fatiga por compasión, también conocida como "estrés traumático secundario", se refiere al desgaste emocional que experimentan las personas al involucrarse en situaciones de sufrimiento ajeno. A diferencia del burnout, que está relacionado con el estrés laboral crónico y la sobrecarga de trabajo, la fatiga por compasión se centra en las consecuencias emocionales de la empatía constante hacia el dolor de otros.

Los síntomas pueden incluir ansiedad, tristeza persistente, irritabilidad y sensación de impotencia, dificultad para concentrarse, pensamientos intrusivos sobre el sufrimiento ajeno y disminución de la satisfacción personal, fatiga crónica, insomnio, dolores de cabeza y trastornos gastrointestinales, aislamiento social, aumento en el consumo de sustancias y evitación de situaciones que recuerden el sufrimiento de los demás.

La principal causa de la fatiga por compasión es la exposición repetida y prolongada al sufrimiento de otros sin mecanismos efectivos de afrontamiento. Factores que pueden aumentar el riesgo incluyen:

  • Carga emocional constante: trabajar o convivir en entornos donde el dolor y la tragedia son frecuentes.
  • Falta de apoyo: ausencia de redes de apoyo profesional o personal para procesar experiencias difíciles.
  • Empatía excesiva: una tendencia a involucrarse profundamente con las emociones de los demás sin establecer límites claros.
  • Experiencias personales previas: historial de traumas personales no resueltos que pueden reactivarse al enfrentar el dolor ajeno.

Ejemplos de la vida real

Un ejemplo ilustrativo de fatiga por compasión es el caso de Sarah, una enfermera de cuidados paliativos que compartió su experiencia en una plataforma de redes sociales. Sarah relató cómo, después de años de dedicarse al cuidado de pacientes terminales, comenzó a sentir una profunda tristeza y agotamiento.

A pesar de su pasión por su trabajo, notó que se volvía cada vez más insensible y distante, tanto en el ámbito profesional como personal. Las historias de sus pacientes la perseguían, afectando su sueño y bienestar general. Finalmente, reconoció que estaba experimentando fatiga por compasión y buscó ayuda profesional para abordar su situación. Pero la fatiga por compasión no solo afecta a profesionales de la salud.

Cuidar de un ser querido enfermo o de una persona mayor puede ser una labor noble, pero también una de las más demandantes. A menudo, los cuidadores familiares se ven atrapados en una rutina extenuante donde sus propias necesidades quedan relegadas.

Los cuidadores pueden experimentar cansancio extremo, debido a la falta de sueño y al estrés constante; sentimientos de culpa, al creer que no hacen lo suficiente o que desean un descanso; aislamiento social, ya que el tiempo dedicado al cuidado reduce su vida social; y problemas de salud, como dolores musculares, ansiedad o depresión.

El caso de Juan es un claro ejemplo de fatiga por compasión en cuidadores familiares. Juan dejó su trabajo de medio tiempo para dedicarse completamente al cuidado de su madre, quien sufre de Alzheimer. Al principio, se sentía motivado y comprometido, pero con el paso del tiempo, la carga emocional y física comenzó a afectarlo. Apenas tenía tiempo para sí mismo, descuidó su alimentación y empezó a sentir una tristeza profunda. Sin darse cuenta, su salud también se estaba deteriorando. Solo cuando un amigo le sugirió buscar apoyo psicológico, Juan reconoció que estaba experimentando fatiga por compasión y decidió pedir ayuda.

Prevención y manejo

Es esencial que tanto los profesionales en roles de cuidado como los cuidadores familiares implementen estrategias para prevenir y manejar la fatiga por compasión:

Por un lado, para profesionales de la salud:

  • Autocuidado: establecer rutinas que promuevan el bienestar físico y emocional, como ejercicio, alimentación balanceada y prácticas de relajación.
  • Establecimiento de límites: definir claramente las fronteras entre la vida profesional y personal.
  • Supervisión y apoyo: participar en grupos de supervisión o apoyo para procesar experiencias difíciles.
  • Educación continua: aprender sobre manejo del estrés y desarrollo de resiliencia.
  • Desconexión: tomar descansos regulares y realizar actividades placenteras.

Por otro lado, para cuidadores familiares:

  • Aceptar ayuda: pedir apoyo a familiares o amigos para repartir la carga.
  • Tomar descansos: buscar momentos de respiro, aunque sean cortos.
  • Cuidar la salud mental y física: no descuidar el sueño, la alimentación y la actividad física.
  • Hablar con otros cuidadores: compartir experiencias con quienes viven situaciones similares.
  • No sentirse culpable por buscar tiempo para sí mismo: es necesario para brindar un mejor cuidado.

Conclusiones

La fatiga por compasión es un desafío significativo para aquellos que dedican su vida a cuidar a los demás, ya sea de manera profesional o personal. Reconocer sus síntomas y causas es el primer paso para implementar estrategias efectivas de prevención y manejo. Al priorizar el autocuidado y buscar apoyo cuando sea necesario, los cuidadores pueden mantener su bienestar y continuar brindando atención con empatía y efectividad. Cuidar de otros es un acto noble, pero también requiere aprender a cuidarse a uno mismo.

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Melissa Santamaría. (2025, febrero 20). Fatiga por compasión: cuando cuidar a otros nos agota. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/psicologia/fatiga-por-compasion-cuidar-a-otros-nos-agota

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Melissa Santamaría es psicóloga especializada en los problemas de ansiedad y la gestión de las emociones. Atiende a adultos y adolescentes en su consulta de Medellín y de manera online.

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