Pesadillas lúcidas: qué son y por qué aparecen

Un tipo de experiencia onírica llena de elementos que dan miedo, a pesar de que sabemos que soñamos.

Pesadillas lúcidas
Pesadillas con una característica especial.Unsplash.

Una de las experiencias mayormente reportadas en los estudios sobre el sueño es la de tener consciencia e incluso control sobre el propio sueño. Existen incluso técnicas y entrenamientos para inducir este tipo de experiencias y lograr emociones placenteras aun cuando dormimos. Pero las experiencias placenteras no son las únicas que suelen ocurrir.

Por el contrario, hay otra experiencia frecuentemente reportada: tener sueños lucidos caracterizados por una experiencia de angustia y por la incapacidad para regresar a la vigilia. Se trata de las pesadillas lúcidas.

Veremos a continuación cuáles son las principales características de estas pesadillas y cómo han sido explicadas por algunas investigaciones científicas.

¿Qué son las pesadillas lúcidas?

Conocemos lúcidos a aquellos sueños donde la persona se encuentra consciente de que está soñando. Suele tratarse de experiencias positivas, cuyo contenido genera emociones placenteras, y cuyo curso es fácilmente influenciable por la persona que sueña. No obstante, esto no siempre es así.

Las pesadillas lúcidas son un tipo de sueños lúcidos caracterizados por un contexto aterrador y por la falta de control durante el sueño. Tal como las pesadillas comunes, las pesadillas lúcidas generan angustia y ansiedad, pero en el caso de las segundas se agrega un elemento estresor extra: existe la intención de despertar, pero hay una incapacidad para lograrlo.

Estos sueños fueron descritos por primera vez en 1911, cuando el psiquiatra y escritor neerlandés Frederick van Eeden acuñó el término “sueño lúcido”, haciendo referencia a la claridad mental durante el estado de sueño, así como a la conciencia de encontrarse en dicho estado.

Principales características

En un estudio conducido por el psicólogo especialista en estudios científicos del sueño, Tadas Stumbrys (2018), se aplicaron encuestas en línea a más de 600 participantes para conocer sus experiencias con pesadillas lúcidas. Como resultado se encontraron las siguientes características comunes:

  • Hay consciencia sobre el estado de sueño.
  • No obstante hay una sensación importante de falta de control.
  • Perdura el miedo intenso.
  • Se presentan personajes violentos que parecieran tener autonomía más allá de la persona que sueña, e incluso deciden de manera contraria a los deseos de la misma persona.
  • Hay una incapacidad para despertar.

El mismo estudio mostró que los sueños lúcidos eran frecuentes en más de la mitad de la población encuestada, pero las pesadillas lúcidas fueron reportadas por menos de la mitad. Además encontraron que aquellas personas que tenían sueños lúcidos de manera frecuente, tenían también mayor control sobre la trama de sus sueños, así como mejores habilidades para reducir la angustia durante las pesadilla lúcidas. Es decir, las percibían como menos amenazantes.

No obstante, estas mismas personas experimentan pesadillas lúcidas también con mayor frecuencia (en comparación con las personas que no suelen tener sueños lúcidos), y la intensidad de la angustia experimentada no depende de la frecuencia de los sueños lúcidos. Con lo cual, aunque tienen mayor control sobre las sensaciones de angustia durante el sueño, se encuentran más expuestas a vivirlas.

¿Por qué ocurren?

Como hemos dicho, el contenido de las pesadillas lúcidas es por definición amenazante. En ocasiones puede llegar a generar experiencias cercanas a la muerte, e incluso dichas experiencias pueden corresponderse con la vida real al despertar. Un ejemplo es el registro de casos de personas que luego de soñar que alguien les dispara al corazón, despiertan en medio de un ataque al miocardio (McNamara, 2012).

Pero, ¿se trata de un conjunto de alucinaciones? ¿cómo se producen las pesadillas lúcidas? No se trata propiamente de alucinaciones, ya que hay plena consciencia de que los movimientos, las acciones, las emociones, el entorno y los personajes que se están experimentando no forman parte de la realidad objetiva de la vigilia, aunque parezca lo contrario.

Las pesadillas lúcidas, como los sueños lúcidos, emergen en la fase REM (Rapid Eye Movement) que significa movimiento rápido de los ojos, y es la fase de mayor actividad del cerebro. Esta actividad es, de hecho, similar a la del estado de vigilia, no obstante incluye un bloqueo leve de neuronas encargadas de la regulación motriz voluntaria.

Pero las pesadillas lúcidas no sólo ocurren en la fase REM, sino que se producen durante la transición del sueño REM al No REM, o bien, en una fase de entrada parcial al REM. El No REN es la fase de ondas lentas y se caracteriza por introducirnos al sueño profundo. Manifiesta variaciones de la actividad cerebral y puede contener alucinaciones a la entrada o a la salida.

Así pues, las pesadillas lúcidas ocurren en un estado de sueño parcial, donde el cerebro no registra una actividad completa de reposo, pero tampoco de vigilia.

Características de la actividad cerebral en las pesadillas lúcidas

A diferencia de los sueños comunes, durante la fase REM de los sueños lúcidos el cerebro muestra una mayor actividad de la corteza prefrontal y occipito-temporal, así como de los lóbulos parietales. Dichas áreas son las que en teoría se desactivan durante la fase REM en los sueños comunes.

Esto parece indicar que el sueño lúcido es un fenómeno que sí inicia en esta fase (manteniendo algunas de sus características, como la parálisis muscular), pero no se desarrolla por completo en REM, ya que guarda diferencias importantes a nivel cerebral.

De igual forma, las zonas cerebrales antes mencionadas pueden explicar el estado de consciencia de los sueños y las pesadillas lúcidas, así como el pensamiento lógico, la toma de decisiones y la angustia generada por los estímulos amenazantes aunados a la incapacidad de despertar.

No obstante, las explicaciones sobre el contenido particular de las pesadillas lúcidas, su duración y su frecuencia, así como la experiencia individual de angustia, requieren aproximaciones más profundas.

Referencias bibliográficas

  • McNamara, P. (2012). Lucid dreaming and lucid nightmares. Psychology Today. Recuperado 21 de septiembre de 2018. Disponible en https://www.psychologytoday.com/us/blog/dream-catcher/201207/lucid-dreaming-and-lucid-nightmares.
  • Stumbrys, T. (2018). Lucid nightmares: A survey of their frequency, features, and factors in lucid dreamers. Dreaming, 28(3), 193-204.
  • Stumbrys, T., Erlacher, D., Schädlich, M. y Schredl, M. (2012). Induction of lucid dreams: A systematic review of evidence. Consciousness and Cognition, 21(3): 1456-1475.

Psicóloga | Redactora especializada en Psicología Social

Licenciada en Psicología por la Universidad de las Américas Puebla (México). Máster en Investigación e Intervención Psicosocial por la Universitat Autònoma de Barcelona, con experiencia profesional en inclusión social y educativa así como docencia en psicopedagogía. Cuenta con estudios en política pública y derechos humanos y actualmente es doctoranda en Psicología Social en la Universitat Autònoma de Barcelona, donde trabaja temas relacionados con metodologías cualitativas, salud pública, salud mental, diversidad funcional y perspectiva de género.

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