Los 6 tipos de asco (y sus características)

Estos son los diferentes tipos de asco, que nos predisponen a evitar ciertas situaciones.

Tipos de asco

Existe bastante consenso dentro del ámbito de la psicología al decir que los seres humanos poseen una serie de emociones básicas, consideradas como universales, al ser compartidas por personas de todo tipo de culturas y de países, aunque dichas emociones sean experimentadas con diferentes matices, entre las que se encuentra el asco.

Un grupo de investigadores de “London School of Hygiene & Tropical Medicine” han llevado a cabo una investigación sobre el asco, en la que participaron más de 2.500 personas, habiendo encontrado 6 tipos de asco: asco ante ciertos animales/insectos, al sexo, ante la falta de higiene, a las apariencias poco comunes, a las heridas/lesiones y hacia alimentos en mal estado.

En este artículo veremos cuáles son los tipos de asco y sus características.

¿Qué es el asco?

El asco es una de las emociones primarias que posee el ser humano. En concreto, es considerada una de las emociones de índole negativa, aunque en realidad cumple una función protectora para las personas, ya que nos puede proteger frente a posibles amenazas para nuestra salud como pudiera ser la ingestión de alimentos en mal estado o frente a objetos que son peligrosos debido a que son potencialmente contaminantes.

Diferencias entre las variantes del asco

Al igual que ocurre con otras emociones básicas, el asco posee una serie de componentes muy diversos como pueden ser cognitivos (por ejemplo, interpretación a nivel cognitivo de que cierto estímulo puede ser contaminante), fisiológicos (por ejemplo, activación del sistema nervioso parasimpático frente a un estímulo que provoque asco), fenomenológicos (p. ej., la experiencia a nivel subjetivo de la repugnancia o asco) y, por supuesto, conductuales (p. ej., evitar acercarse a estímulos que son interpretados como potencialmente infecciosos).

Por otro lado, existen investigaciones que han encontrado relación entre la emoción del asco y el desarrollo de algunos trastorno mentales como pudieran ser algunos que están detrás de varios tipos de disfunciones sexuales y muchos de los trastornos de ansiedad. Por ello, sería importante que se llevasen a cabo más investigaciones en lo referente a la relación entre el asco y algunos tipos de psicopatología con el fin de delimitar de forma empírica y conceptual los diferentes tipos de asco y clarificar cuáles de ellos se asocian a qué tipos de psicopatologías o de síntomas relacionados con las mismas.

No obstante, a pesar de que se necesitan más estudios en lo que respecta a los diferentes tipos de asco y su relación con diferentes trastornos mentales, sí que se ha llevado a cabo una investigación bastante relevante al respecto, tal y como veremos más adelante.

Los tipos de asco más importantes

A pesar de que a nadie le gusta experimentar emociones desagradables como puede ser el asco, causante de cierto tipo de malestar en el estómago, esta emoción primaria cumple una función evolutiva importante para protegernos de patógenos o cualquier otro tipo de amenaza por infecciones, por lo que esta emoción ha suscitado mucho interés para los investigadores.

En el año 2018 fue publicado un artículo en el que se hablaba acerca de la clasificación de los diferentes tipos de asco en 6 categorías diferentes; cabiendo mencionar que todos estos tipos de asco realmente aparecen como un factor protector frente a la posibilidad de contraer algún tipo de infección, aunque no siempre exista el riesgo y pudiera ser fruto de una serie de creencias erróneas de algunas personas.

Esta clasificación fue llevada a cabo por un grupo de investigadores de “London School of Hygiene & Tropical Medicine” que llevaron a cabo un estudio en el que participaron más de 2.500 personas a las que presentaron 75 tipos de escenarios que podrían ser considerados como repugnantes y que guardaban relación con la posibilidad de que los sujetos participantes en la investigación los interpretara como potencialmente sugestivos de vectores infecciosos en mayor o menor de vida. Por ello, todos los participantes debían calificar en una escala Likert desde “sin asco” hasta “asco extremo” en cada uno de los 75 escenarios.

Según la clasificación desarrollada por el grupo de investigadores que mencionamos anteriormente, las personas pueden llegar a presentar 6 tipos de asco diferentes, los cuales vamos a explicar brevemente a continuación.

1. Asco hacia la falta de higiene

El primero de los tipos de asco que podemos encontrar en la clasificación es el que pueden presentar las personas en general hacia las muestras o la evidencia de ciertos tipos de comportamiento antihigiénico o hacia la presencia poco aseada de algunas personas. Por ello, tiene una fuerte influencia en las relaciones sociales.

2. Asco hacia ciertas especies de animales e insectos

El asco hacia ciertas especies de animales que pudieran ser portadores de algún tipo de enfermedad infecciosa (p. ej., roedores o aves, entre otras) y mosquitos y otro tipo de insectos que presentan vectores de enfermedades, son otra de las categorías que podemos encontrar entre los diferentes tipos de asco.

3. Asco hacia ciertos tipos de actividades sexuales

Otro de los tipos de asco de esta clasificación es el que pueden llegar a sentir algunas personas hacia ciertos tipos de actividades sexuales, como pudiera ser el sexo sin protección, sexo con personas desconocidas o actividades sexuales promiscuas, entre otros tipos.

Dentro de este tipo de asco también podríamos encontrar la sensibilidad al asco que poseen algunas personas que llega a interferir con el placer sexual, estando de esta manera implicado en algunos tipos de disfunción sexual que se encubran estrechamente relacionadas con el deseo sexual (por ejemplo, el deseo sexual hiperactivo), así como también con el vaginismo, la aversión al sexo y/o la excitación sexual.

4. Asco ante signos de infección en otras personas

Entre los diferentes tipos de asco de esta clasificación que llevó a cabo el grupo de investigaciones se encuentra el asco frente a los signos de infección que presenten otras personas, incluyéndose dentro de esta categoría formas corporales poco comunes, sibilancias, tos o apariencia atípica.

Este tipo de asco podría llegar a asociarse con diversos fenómenos de rechazo social hacia personas que se encuentran enfermas.

5. Asco frente a alimentos en mal estado

El quinto de los tipos de asco que clasificaron los investigadores es el asco frente a alimentos en mal estado, pudiendo detectarse por medio de los sentidos como puede ser a través de muestras a nivel visual de ciertos signos que denotan que un alimento no se encuentra en condiciones para ser consumido (p. ej., manchas de moho en el pan), a través de su sabor desagradable o por medio de un olor desagradable o hedor que desprenden los alimentos normalmente cuando no se encuentran en buen estado.

6. Lesiones o signos de infección en el cuerpo

El último de los tipos de asco que podemos encontrar en esta clasificación es el asco frente a ciertas lesiones o ciertos estímulos que se encuentre relacionados con algunos signos de infección en la superficie del cuerpo, como pueden ser los forúnculos o las ampollas, entre otros.

Conclusiones acerca de estas variantes del asco

Cabe destacar que los investigadores que llevaron a cabo esta clasificación, aunque esperaban que los resultados del estudio se correspondiera de manera directa a diferentes tipos de amenazas de enfermedades, en realidad lo hicieron en la medida en que fueron capaces de captar vectores infecciosos mediante señales obvias del entorno social y biológico presente en el ambiente en cada una de las situaciones expuestas en el experimento.

En otras palabras, los sujetos del estudio llegaron a mostrar mayor repulsión frente a situaciones que en las que podían interpretar una posible amenaza infecciosa a simple vista que en otras en las que fuera más complicado detectar una posible amenaza, aunque en realidad fuera más peligrosa

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Psicólogo

Mario Arrimada es Graduado en Psicología en la Universidad Pontificia de Salamanca y dispone de un Máster de Actualización en Intervención Psicológica y Salud Mental en la Universidad a Distancia de Madrid. Varios cursos de formación, entre ellos el de Experto en Trastornos de la Personalidad con la Asociación Española para el Fomento y Desarrollo de la Psicoterapia, de Experto en Mindfulness y de Experto en DSM5 y CIE11, ambos en la UDIMA.

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