¿Qué es un Movimiento Artístico?

Veamos qué es un movimiento artístico aproximándonos a la definición de este concepto.

¿Qué es un movimiento artístico?

Romanticismo, impresionismo, simbolismo, surrealismo… Sin duda, todos son movimientos artísticos que conocemos en mayor o menor profundidad. En general, la historia del arte ha circunscrito cada movimiento artístico a determinadas circunstancias y características. Y, aunque a priori esto es útil para entender la naturaleza del movimiento, también entraña cierto peligro, pues conlleva el riesgo de considerar a cada corriente artística como un ente totalmente separado del resto.

Nada más lejos de la verdad. Los movimientos artísticos se retroalimentan entre ellos; de hecho, la mayoría nacieron como protesta contra el movimiento anterior. No sólo eso; los artistas que los forman no siempre siguen unas mismas directrices, y en el seno de una corriente encontramos a autores que se desmarcan de la tónica principal y siguen su propio camino de creación.

¿Qué necesitamos, pues, para afirmar que estamos ante un movimiento artístico? ¿Qué características debe tener una corriente artística para considerarla movimiento? Veámoslo a continuación.

¿Qué es un movimiento artístico?

A pesar de que es un poco complicado por su ambigüedad, podríamos definir “movimiento artístico” como una serie de características relacionadas con el arte que siguen un grupo de personas en un momento histórico muy concreto. Es importante no confundirlo con escuela artística, puesto que, en este último caso, hablaríamos de una concreción todavía mayor en cuanto al número de artistas que la siguen y en cuanto al lugar donde surge y se desarrolla.

Un par de ejemplos bastarán para entenderlo mejor. Si como movimiento tenemos al realismo pictórico, que abarca todo el mundo occidental en un período concreto del siglo XIX, la Escuela de Barbizon, por el contrario, engloba a los artistas que se instalaron en los alrededores de esta localidad y desarrollaron un estilo propio, vinculado al realismo.

¿Cuándo empiezan los movimientos artísticos?

Como ya hemos comentado, definir “movimiento artístico” es complicado, puesto que existen muchos estilos artísticos que siguen características concretas pero que, en última instancia, no pueden considerarse movimientos. Un caso evidente es el arte que se realizaba en el Antiguo Egipto, que, además, por la misma naturaleza de su cultura, es un arte que apenas cambia a lo largo de sus milenios de existencia. Los egipcios de la época del Imperio Nuevo realizaban sus pinturas y esculturas exactamente igual que sus antepasados del Imperio Antiguo; se trata de un estilo que no sufrió cambios en 3.000 años de existencia. Siguiendo esto, ¿podríamos considerar el arte egipcio como un movimiento artístico?

Pues, estrictamente, no. Porque el arte egipcio, al igual que el arte que se desarrolló en Grecia o en Roma, es un arte vinculado a una cultura global, a un pueblo y, por tanto, forma parte de su misma esencia. Cuando hablamos de movimiento artístico, hablamos, por el contrario, de una corriente estética e ideológica que se desarrolla en el seno de una cultura más amplia.

De nuevo, pongamos un ejemplo. Si tomamos el arte del Renacimiento, por ejemplo, veremos que se desarrolla en una Europa en el tránsito de la Edad Media a la Edad Moderna, cristiana, desarrollada económicamente y enmarcada en el auge del comercio y de las ciudades. Sin embargo, el Renacimiento tal y como lo entendemos tuvo lugar casi de forma exclusiva en las ciudades italianas y, en concreto, en Florencia. Porque, si bien es cierto que en Flandes tuvo lugar también una ruptura estilística con el gótico, no se trata de ninguna manera de la misma ruptura y, de hecho, el Renacimiento italiano y el flamenco poseen características muy diferentes.

Como conclusión extraemos, pues, que el Renacimiento es un movimiento artístico, puesto que no es la expresión global de una cultura. Por ello, podríamos decir que los movimientos artísticos comienzan con el Renacimiento, aunque esta afirmación es bastante pobre en sí misma y no contempla la variedad de expresiones que entraña la sociedad medieval anterior.

Se puede discutir esta idea, por supuesto. Si consideramos la península italiana como un ente cultural propio y con unos rasgos exclusivos, entonces sí que sería algo vinculante a su cultura. Como en casi todos los aspectos relacionados con la expresión humana, el debate está servido.

Los movimientos artísticos y la rebelión contra el arte oficial

A menudo, se considera movimiento artístico aquel que se fragua al margen del arte oficial o, más bien, como acto de rebelión contra este. Es el caso, por ejemplo, del impresionismo, el simbolismo, el Art Noveau y, por supuesto, las vanguardias del siglo XX, aunque también se podría incluir en esta definición al Romanticismo que, entre otras cosas, supuso una reacción contra el Neoclasicismo y la Ilustración.

En estos casos, la delimitación de movimiento artístico resulta mucho más clara, entre otros motivos, porque los artistas protagonistas dejaron por escrito sus ideas al respecto, por las que se consideraban “diferentes” al resto de corrientes artísticas. El caso más claro son los movimientos de vanguardia que, a excepción del fauvismo y el expresionismo, poseen los llamados manifiestos, textos claros y concisos en los que los autores del movimiento expresan, a menudo de forma muy contundente, cuáles son las características de su vanguardia y qué pretenden con ella.

Así, la propia rebelión contra el arte oficial convierte a estas corrientes en claros ejemplos de movimiento artístico, puesto que su mismo acto de rebeldía hace que se autodeterminen con rasgos concretísimos que ayudan a perfilar dónde empiezan y dónde terminan.

¿Sucede lo mismo con el Renacimiento o con el Barroco? Ciertamente, no. En estas corrientes no poseemos un manifiesto que marque los límites del movimiento, por lo que resulta mucho más difícil para el investigador poner punto y aparte a las diferentes corrientes artísticas anteriores al siglo XIX.

Podemos concluir, por tanto, que, exceptuando los movimientos en los que tenemos manifiestos y documentos concretos en los que se especifica cuáles son sus características, en general es complicado afirmar dónde comienza y dónde termina una corriente artística. Mucho más difícil es descifrar si nos hallamos ante un movimiento o ante una expresión artística global de una cultura.

  • Gombrich, E.H. (2013), La historia del arte, Phaidom Press Limited.
  • Preziosi, D. (2003). The Art of Art History: A Critical Anthology (2nd ed.). Oxford University Press.
  • Turner, J. (1996). El significado de las bellas artes. Ediciones Cátedra.

Periodista

Licenciada en Humanidades y Periodismo por la Universitat Internacional de Catalunya y estudiante de especialización en Cultura e Historia Medieval. Autora de numerosos relatos cortos, artículos sobre historia y arte y de una novela histórica.

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