La producción de orina es esencial para la supervivencia de los seres humanos. Con una ingesta de dos litros diarios de agua, se estima que la persona media excreta de 0,8 a dos litros de orina cada 24 horas.
Este fluido contiene sustancias tóxicas producidas durante el metabolismo celular (urea), permite la eliminación de elementos nocivos ingeridos (alcohol y fármacos) y mantiene el equilibrio electrolítico y homeostático entre la sangre,los tejidos y el entorno.
Por otro lado, cabe destacar que el hecho de miccionar en espacios concretos es un constructo social humano, pero también una adaptación comportamental. Muchos animales crean letrinas en el medio natural y, con ellas, centralizan los focos de enfermedades y los alejan de la prole, delimitan su territorio de forma inequívoca y envían mensajes químicos al resto de poblaciones y/o especies. Por todos estos motivos, aunque a veces nos cueste, es necesario retener la orina y esperar a un momento social (y biológico) adecuado.
Por desgracia, existen personas que tienen problemas a la hora de retener la orina o de percibir el estado real de su vejiga, lo cual dificulta enormemente el proceso de micción y disminuye en mayor o menor grado la calidad de vida. Hoy te lo contamos todo sobre el tenesmo vesical.
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¿Qué es el tenesmo vesical?
La palabra tenesmo, según el diccionario médico de la Clínica Universidad Navarra (CUN) hace referencia a una sensación de deseo continuo, generalmente improductivo, de orinar o defecar. En el caso del tenesmo rectal, la sensación puede estar acompañada de dolor, cólicos y esfuerzo para defecar. Por otro lado, el tenesmo vesical no suele ir acompañado de más dolores en la zona analizada.
Por su parte, el tenesmo vesical se puede definir como la sensación o queja por parte del paciente que indica un vaciado incompleto de la vejiga una vez se ha producido la micción, a pesar de que ya no haya más orina que deba ser excretada. En inglés, este término se conoce generalmente como feeling of incomplete bladder emptying.
En este punto, es esencial diferenciar entre la sensación y la realidad. El tenesmo vesical es un cuadro subjetivo (síntoma), mientras que la presencia de orina residual en la vejiga, visualizada por un ultrasonido, es un hecho objetivo que no se basa solo en la percepción del paciente (signo clínico). El tenesmo y la falta de vaciado se correlacionan en algunos casos, pero una persona puede presentar tenesmo y tener la vejiga completamente vacía.
Aunque el tenesmo vesical puede no tener un sentido fisiológico concreto, sí que está causado por un mecanismo anatómico. En este caso, la sensación de “falta de vaciado” se ve provocada por los espasmos musculares del diafragma urogenital. La zona donde se producen las contracciones y espasmos que desembocan en el tenesmo se define como una parte esencial del canal del parto, formada por el músculo transverso profundo del periné, así como la uretra y su esfínter.
El tenesmo a veces se asocia con un problema real a la hora de eyectar toda la orina (PVR. post void residual), pero en otras ocasiones establecer esta correlación es imposible. La etiología de los casos de tenesmo vesical con un valor de PVR de 0 o cercano a 0 se continúa estudiando.
El tenesmo vesical en la clínica
A pesar de que estemos ante un evento subjetivo, es necesario que los médicos del mundo puedan cuantificarlo de cierta forma y estandarizar la gravedad de la enfermedad subyacente con base en él. Por ello, en el año 1992, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó el Índice Internacional de Síntomas Prostáticos (IPSS), con la finalidad de poder evaluar de forma clara y concisa los síntomas genitourinarios de los pacientes con problemas en este entorno fisiológico.
El planteamiento de este sistema es muy simple; 8 preguntas que hacen referencia a las sensaciones y signos del paciente en los últimos 30 días, las cuales se pueden categorizar en 5 niveles de intensidad: 1 (ninguna), 2 (menos de una vez cada cinco), 3 (menos de la mitad de veces), 4 (más de la mitad de veces), 5 (casi siempre). Estas son las preguntas que plantea el IPSS en cada caso:
- Durante los últimos 30 días,¿cuántas veces has tenido la sensación de no vaciar completamente la vejiga al terminar de orinar?
- Durante los últimos 30 días, ¿cuántas veces ha tenido que volver a orinar en las dos horas siguientes después de haber orinado?
- ¿Cuántas veces has notado, al orinar, que el flujo paraba y continuaba de forma intermitente?
- ¿Cuántas veces has tenido dificultad para retener la orina?
- ¿Cuántas veces has observado durante la micción que el chorro de orina es poco fuerte?
- ¿Cuántas veces has tenido que apretar o hacer fuerza para orinar?
- ¿Cuántas veces sueles levantarte desde que te acuestas hasta que te despiertas para orinar?
- ¿Cómo te sentirías si tuvieras que pasar el resto de la vida con los síntomas prostáticos tal y como los sientes ahora?
Todas estas preguntas van enfocadas en los últimos 30 días antes de la consulta y se pueden valorar del 1 al 5. Como puedes ver, el tenesmo vesical se ve representado en la primera de estas cuestiones, pues esta hace referencia a la sensación de falta de vaciado vesical de forma directa.
Por último, cabe destacar que la pregunta final cambia un poco el enfoque del proceso, ya que hace referencia al impacto de la calidad de vida relacionado con el tenesmo vesical y otros síntomas del aparato urogenital. Esta última cuestión se puede puntuar del 1 al 6, desde encantado (1) hasta fatal (6). Aunque parezca anecdótico y rudimentario, este tipo de cuestionarios estandarizados ayudan mucho en la práctica clínica.
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El tenesmo vesical y los LUTS
El tenesmo vesical forma parte de los síntomas del tracto urinario inferior o LUTS, por su traducción al inglés Lower Urinary Tract Symptoms. Estos no son entidades clínicas o enfermedades por sí mismas, sino que representan signos o síntomas de otras patologías, como prostatitis, cáncer vesical, diabetes, piedras en el riñón y otras muchas más.
El tenesmo vesical no está solo en esta categoría, ya que existen muchos más signos que pueden evidenciar las enfermedades citadas. Entre ellas, destacan el aumento de la frecuencia miccional durante el día, un chorro miccional más débil de lo normal, dificultad para comenzar a excretar la orina y otros muchos más.
Los síntomas del tracto urinario inferior se dividen en 3 categorías. Estas son las siguientes:
- Síntomas de llenado: aumento de la frecuencia de micción, incontinencia, urgencia miccional, etc. Son percibidos por los pacientes como los más molestos.
- Síntomas de vaciado: hacen referencia al tipo de chorro de orina y el esfuerzo que debe hacer el paciente para vaciar la vejiga.
- Síntomas post-miccionales: tenesmo vesical o goteo post-urinario.
Por lo tanto, a nivel clínico, el tenesmo vesical es un síntoma postmiccional englobado dentro de los Lower Tract Urinary Symptoms. Además, cabe destacar que este síntoma está completamente relacionado con el resto de los descritos: si aparece tenesmo vesical, es muy probable que se presenten otros LUTS. Cuanto más graves sean el resto de LUTS, peor se percibirá el tenesmo vesical por parte del paciente.
Resumen
Por desgracia, el tenesmo vesical y otros LUTS son síntomas bastante frecuentes en la población general. Actualmente, se estima que la incontinencia urinaria afecta a 200 millones de personas, de las cuales 50 millones se encuentran ubicadas en regiones occidentales de alto ingreso. En españa, este síntoma del tracto urinario inferior afecta del 20 al 45% de las mujeres mayores de 20 años de edad.
Por contraparte, todos los LUTS unificados tienen una prevalencia del 40% de los hombres ancianos, ya que estos son los más afectados por los síntomas genitourinarios durante la vejez. Con todos estos datos, nos queda claro que los problemas en el sistema excretor son extremadamente comunes, sobre todo asociados con la edad.
Por ello, si sientes tenesmo vesical o cualquiera de los signos previamente descritos, lo mejor es que acudas al médico con presteza. Diversos portales online podrán cuantificar tu malestar con el Índice Internacional de Síntomas Prostáticos (IPSS), pero solo un profesional médico será capaz de dilucidar la causa de tu malestar. No dejes el tiempo pasar.