La comunicación asertiva es aquella en la que se exponen opiniones o se expresan necesidades y desacuerdos de forma respetuosa, honesta, clara, directa, segura, tranquila y empática, de modo que nadie se sienta ofendido.
En muchas ocasiones, especialmente cuando discutimos con alguien, tendemos a dejarnos llevar por el enfado, por esos sentimientos de rabia e ira que nos invaden y que nos hacen perder el control de la situación. Podemos llegar a perder las “formas”, hablándole a la persona que tenemos delante de forma agresiva, irrespetuosa, llegando en ocasiones a faltarle al respeto. Descuidamos nuestro lenguaje levantando la voz, no escuchando la opinión del otro ni exponiendo con claridad el mensaje que queremos hacer llegar.
También descontrolamos el lenguaje no verbal, mirando de forma despectiva, gesticulando agresivamente e incluso posicionando nuestro cuerpo de forma que la otra persona tenga la sensación de que no tenemos ningún interés en seguir conversando. Todas estas formas de actuar no hacen más que despertar las ganas de discutir y de defenderse de un ataque. Esto dista mucho de conseguir en la otra persona un gesto de empatía y un posible cambio ante una actitud o comportamiento que nos ha hecho sentir mal.
En este artículo te daré algunas herramientas para que puedas aprender a expresarte correctamente y con asertividad, de modo que mejores tus relaciones interpersonales.
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Claves para beneficiarte de una comunicación asertiva en las relaciones
En primer lugar, es necesario tener en cuenta que detrás de la rabia, normalmente existe un sentimiento de tristeza, desesperanza o decepción. Es desde aquí desde dónde debemos comunicarnos. Si lo hacemos desde la ira, es mucho más probable que no consigamos la atención de la persona con la que estamos discutiendo y provoquemos esa necesidad de defenderse y no de entender lo que le quieres transmitir.
Si tenemos en cuenta que estamos enfadados con esta persona porque nos ha hecho daño o nos ha decepcionado de algún modo, comprobaremos que la forma de transmitir el mensaje es muy diferente y genera mucho más impacto. ¿Alguna vez has estado tan enfadado que en medio de una discusión te has puesto a llorar y te has venido abajo sintiéndote derrotado y vulnerable? Ahí tienes la prueba de que detrás de todo enfado, existe dolor.
Te dejo algunas pautas que podrán ayudarte a comunicarte de forma asertiva:
1. Ten claro el objetivo que quieres conseguir de la comunicación
Enfócate en él y no te dejes llevar por los reproches o por la necesidad de contestar a los ataques de la otra persona. Si, por ejemplo, quiero hacerle entender que me ha molestado que no tenga en cuenta mi opinión para algo en concreto, mi objetivo debe ser conseguir que la persona empatice conmigo y se disculpe. Todo lo que vaya en contra de conseguirlo, debo ignorarlo.
De esta forma, evitaremos entrar en reproches pasados, los cuáles no son el motivo actual por el que hay una discusión, y no te arriesgarás a perder de vista lo que querías conseguir evitando también, que cada uno se marche sin haber conseguido solucionar el problema y te sientas frustrado/a.
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2. Inicia el discurso desde la positividad
A pesar de sentirte enfadado/a, empieza siempre la comunicación expresándole a la otra persona las cualidades positivas que le caracterizan y los motivos por los cuáles has decidido que forme parte de tu vida. Es importante, antes de explicar lo que te ha molestado o lo que necesitas que se cambie, que le hagas saber a la otra persona que es importante para ti y que sus decisiones u opiniones te afectan especialmente por el lugar importante que ocupa en tu vida.
En el caso de ser una discusión con alguien con quien no hay un vínculo afectivo más íntimo, como puede ser un compañero de trabajo, tu jefe... puedes expresarlo de otra forma. Veremos un par de ejemplos:
- Discusión con alguien importante para mí: “Me gustaría comentarte algo que no me ha gustado, y lo hago porque para mí eres alguien importante y porque estoy convencido/a de que puedo confiar en ti. Me encantaría poder explicártelo y que pudiéramos solucionarlo porque no me gustaría que estuviéramos mal y además creo que no había una mala intención detrás de lo que has hecho”.
- Discusión con alguien ajeno a mi entorno más cercano: “Para mí es importante tener una buena relación contigo, ya que compartimos muchas horas juntos en el trabajo y por eso quería comentarte una cosa que me ha molestado un poco… Además, estoy seguro/a de que podremos solucionarlo”.
De esta forma, conseguiremos que la persona con la que iniciamos la conversación se muestre más dispuesta a escucharnos, ya que, lejos de sentirse atacada, observará en nosotros una actitud conciliadora y de confianza.
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3. Cuidado con el lenguaje no verbal
Es importante, para que haya respeto en la comunicación, que ambas personas se coloquen una frente a la otra, sin hacer movimientos violentos y con una mirada fija pero conciliadora y predispuesta al diálogo. Debemos procurar no mirar el móvil mientras nos hablan o quedarnos sentados lateralmente mostrando desinterés.
Lydia Fiz Gonzalez
Lydia Fiz Gonzalez
Psicóloga General Sanitaria
Estas y otras muchas estrategias son fundamentales para aprender a comunicarnos de forma correcta y conseguir solventar cualquier tipo de conflicto de forma conciliadora. Se trata de algunas técnicas que puedes entrenar y poner en práctica con la ayuda de tu psicólogo de confianza.