La psicología social se ha preocupado, desde su misma concepción, por entender cómo los seres humanos forjan lazos con sus iguales y construyen una realidad compartida mediante la que trascender su individualidad (y la finitud que la acompaña).
La psicología social ha velado por explorar el punto de confluencia entre las personas y sus relaciones con otros individuos o colectivos; desentrañando una realidad intangible donde habitan aspectos clave para definir todo lo que somos desde una perspectiva antropológica y cultural.
En el presente artículo se llevará a cabo una breve revisión de las teorías de la psicología social más importantes, muchas de las cuales son de aplicación en ámbitos tales como la clínica o los recursos humanos. Conocerlas es, sin ninguna alguna, un viaje apasionante.
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Las teorías de la psicología social más importantes
A continuación presentamos, de manera muy resumida, 40 de las teorías elementales de la psicología social. Muchas de ellas supusieron grandes aportaciones a este campo del saber, incluso en los casos en que procedían de otra área (como la psicología básica). En algunos casos, se amerita su incorporación a esta lista por lo llamativo de sus propuestas. Todas son, no obstante, muy interesantes y dignas de ser conocidas.
1. Teoría del apego
Teoría cuyo propósito es explorar la forma en que forjamos vínculos con nuestras figuras de apego durante la niñez, derivándose de todo ello un estilo seguro/inseguro sobre el que se construyen nuestras relaciones con los demás incluso durante la vida adulta. No se trata de una propuesta determinista, pues la dinámica de aproximación o de distanciamiento a otros puede cambiar a lo largo de los años, sobre todo cuando estrechamos relaciones maduras que albergan un potencial transformador.
2. Teoría atribucional
Teoría que tiene el propósito de explorar cómo los seres humanos explican la conducta de los demás, de modo que puedan determinarse las causas y efectos que a ella subyacen e inferir rasgos internos a partir de los mismos (tales como la personalidad, las actitudes o incluso la motivación); los cuales llegan a expresarse en términos regulares y permiten determinar expectativas, deseos y anhelos. Se distinguen atribuciones internas (rasgos) y externas (azar o circunstancias) para la conducta observada.
3. Teoría del equilibrio
Explora las opiniones que la gente ostenta en lo relativo a la relación que se establece entre un ser humano y determinados objetos que se ubican en la realidad. El análisis permite a las personas elegir aquello que está en equilibrio con la propia percepción sobre las cosas que son susceptibles de juicio, decantándose con mayor probabilidad por lo que es congruente con la visión que tenemos de quiénes somos (un amigo que piensa como nosotros, p.ej.).
4. Teoría de la disonancia cognitiva
Estudia el modo en que un ser humano puede convivir con dos ideas que entran en conflicto entre ellas, o cómo es su experiencia cuando desarrolla actos incompatibles con los valores personales que cree tener. Con ello se busca conocer cómo resolvemos nuestras paradojas interiores, y las consecuencias afectivas o de tipo conductual que de ellas se pueden derivar (minimización de la relevancia de la conducta, adopción de otros principios, etc.). Se estima, no obstante, que las disonancias pueden ser motores para el cambio.
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5. Teoría de la inferencia correspondiente
Se trata de una teoría que explora el modo en que los individuos establecemos juicios sobre la personalidad de otros a tenor del modo en que actúan, generando atribuciones internas y estables o externas e inestables. Por ejemplo, si observamos a alguien comportándose de un modo amable, podremos inferir que presenta el rasgo de la amabilidad en grado alto (sobre todo cuando mantiene una sólida reiteración transituacional).
6. Teoría del drive o del impulso
Teoría que postula que el ser humano expresa conductas dirigidas a reducir sus impulsos, los cuales parten de necesidades y/o deseos. Así, se pueden distinguir impulsos primarios (son necesarios para el mantenimiento de la vida) y secundarios (que estarían determinados por el lugar y el tiempo en el que se vive). Todos los actos sociales estarían incluidas en la última de estas categorías, incluyendo los logros y la autorrealización.
7. Teoría del proceso dual
En realidad se trata de un grupo de teorías, a partir de las cuales se explora el modo en que las personas procesan la información y tratan de solventar sus problemas en circunstancias de distinto tipo (incluidas las sociales).
Uno de los puntos elementales recae en la existencia de dos estrategias totalmente distintas (de ahí su nombre): una rápida/automática (intuitiva, espontánea y superficial) y otra parsimoniosa (profunda y sistemática). Cada una de ellas precisa de regiones cerebrales diferentes.
8. Teoría dinámica de sistemas
Se trata de una teoría dirigida al estudio de los cambios que suceden en fenómenos estables, y la naturaleza de los mismos. Se distinguirían dos modelos independientes: el que se centra en cómo los hechos cambian como resultado del paso del tiempo y el que se interesa por el cambio derivado de las múltiples interacciones que se dan entre los elementos que forman un sistema (individuos, grupos, etc.).
9. Teoría de la equidad
Se centra en las dinámicas que se establecen en las relaciones interpersonales, o incluso en las de una persona respecto a un colectivo. Se exploran juicios específicos sobre el valor que suele atribuirse al vínculo que se forja con otros, y a la naturaleza equitativa o injusta del intercambio que en él se manifiesta. Busca el estudio de los contrapesos que se derivan de las luchas por el poder, y la consolidación de roles simétricos u horizontales.
10. Teoría del escape
Teoría que explora la tendencia a elaborar una conducta de distanciamiento ante fenómenos sociales que son percibidos como aversivos o desagradables. Generalmente se utiliza en el contexto de algunos problemas de naturaleza relacional, como las ansiedad social, para dar cuenta de mecanismos específicos mediante los cuales se mantienen a lo largo del tiempo (o incluso empeoran). Como se aprecia, es un modelo teórico de uso prácticamente limitado al ámbito clínico.
11. Teoría de transferencia de excitación
Se trata de una teoría que explica el modo en el que una activación emocional concreta ante una situación pasada puede condicionar cómo se afrontan hechos actuales que guardan una relación de similitud con aquella.
A través del modelo se explican ciertas reacciones ante un evento, que pudieran parecer excesivas en el caso de contemplarlas de forma aislada, pero que devienen razonables atendiendo a alguna experiencia previa que interfiere directamente en su expresión.
12. Teoría implícita de la personalidad
Teoría que trata de explicar el modo en que el ser humano tiende a "conectar" determinados rasgos con otros diferentes, o a trazar la forma en que covarían. Así, se sobreentendería que ciertas formas de actuar se asocian con otras (tener sentido del humor y ser muy inteligente, p.ej.), condicionando la percepción que puede proyectarse respecto a los otros (de un modo estereotipado y muy arbitrario). Aquí, tendrían cabida fenómenos como el efecto de halo.
13. Teoría de la inoculación
Explica el modo en que el ser humano puede reforzar sus convicciones cuando se expone a estímulos que las amenazan moderadamente, con una intensidad insuficiente para destruir la identificación con ellas pero que supone cierto grado de reflexión y elaboración, a partir de la que se afianza la idea original y se construyen sistemas defensivos férreos ante algún nuevo intento de persuasión.
14. Teoría de la interdependencia
La teoría de la interdependencia identifica que la conducta y el pensamiento de una persona no pueden ser explicados únicamente por las experiencias individuales que ha mantenido a lo largo de la vida, sino también a partir de las relaciones que ha forjado con los demás en el contexto de las vivencias compartidas. Lo que se es, por tanto, dependería de uno mismo y de cómo nos relacionamos con otros.
15. Teoría de la reactancia narcisista
Se trata de una teoría concebida para explicar el modo en que ciertos rasgos de personalidad hacen del rechazo un acicate para actuar, con el fin de recuperar una supuesta libertad arrebatada por la negativa de otros. Se ha utilizado muy a menudo para explicar actos de violación o de acoso sexual en quienes ostentan algún rasgo de tipo narcisista, entendiéndose el despecho como el resorte que detona esta conducta.
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16. Teoría de la objetivación
Teoría que se centra en la experiencia privada de las mujeres que viven en sociedades en las que sus cuerpos son tratados como objetos de índole sexual, lo que las posiciona en la visión de sí mismas como seres desprovistos de una genuina profundidad, y que solo podrán ser valoradas en la medida en que se adapten al canon general de belleza que se impone como criterio cardinal de deseabilidad.
17. Teoría del proceso oponente
Se trata de una teoría que procede de la rama básica de la psicología, pero que ha sido muy utilizada en el ámbito social. Señala que una determinada emoción, que brota ante sucesos particulares, se ve seguida inmediatamente (e incluso solapadamente) por otra opuesta (A y B respectivamente). A partir de ello se explica que una sobreexposición acabe compensando la respuesta inicial (A) hasta su desaparición.
18. Teoría de la distintividad óptima
Esta teoría parte de dos necesidades básicas de todo ser humano: la de pertenencia y la de identidad (ser uno mismo). Explica la forma en que integramos las características básicas de un grupo como propias, con el fin de conciliar lo que de cualquier otro modo supondría un dilema irresoluble. Se mantendría la unicidad del individuo, que interactuaría con los rasgos del grupo para formar una realidad nueva que trasciende la suma de las partes.
19. Teoría realista del conflicto de grupo
Se trata de una teoría dirigida a explicar cómo dos grupos entran en confrontación directa a partir de variables ajenas a la propia identidad compartida de sus miembros. Hace referencia a la competitividad por proveerse de recursos limitados como la fuente fundamental de todas sus trifulcas, pudiendo estos ser físicos (como el territorio o la comida) o psicológicos (como el poder o el estatus social). Se ha utilizado, especialmente, en las sociedades tribales y en trabajos etnográficos procedentes de la antropología social.
20. Teoría de la acción razonada
Se trata de un modelo cuya pretensión no es otra que predecir la conducta del ser humano a partir de su intención por llevar a cabo algún cambio. En este sentido, incluye la disposición individual hacia la meta que se persigue, la del grupo al que se pertenece y la presión social existente. De la confluencia de todo ello podrá estimarse la probabilidad de ejecutar acciones dirigidas a modificar hábitos o costumbres. Se ha usado mucho en el ámbito de la salud.
21. Teoría del foco regulatorio
Estudia el modo en que una persona ajusta su búsqueda del placer y su huida del dolor, que son inherentes a la naturaleza humana, en el contexto de las demandas y de la presión que ejerce el entorno. La teoría estudia el proceso interno (pensamientos) y la conducta externa, dirigidas ambas a conciliar estas necesidades en consonancia con los diferentes espacios de funcionamiento. Se ha aplicado, sobre todo, al ámbito organizacional.
22. Teoría de modelos relacionales
Estudia cuatro dimensiones fundamentales: la comunalidad (qué comparten los sujetos de un endogrupo y qué los diferencia del exogrupo), la autoridad (legitimidad de las jerarquías que subyacen a todas las relaciones), la igualdad (trato equiparable entre los individuos que se ubican en un mismo estrato o nivel) y el precio de mercado (valoración de los incentivos o de las ganancias que se adquieren con el empleo según un estándar social). La confluencia de todas ellas sería importante para regular las interacciones que se dan entre los miembros de la sociedad.
23. Teoría del rol
Explora el modo en que las personas adoptan varios papeles en los espacios sociales de los que participan o en los que despliegan su vida cotidiana, y sus pertinentes atribuciones, junto a las expectativas que se relacionan con cada uno de ellos. Es un componente básico para entender los nexos sistémicos que mantienen cohesionados a los grupos humanos, a partir de los cuales se consolida su funcionamiento interno y externo.
24. Teoría de la autoafirmación
Esta teoría parte de una necesidad inherente a cualquier persona: la de sentirse adecuado y bueno, o la de creerse en posesión de rasgos que se consideran deseables en el entorno en el que se vive (y que pueden fluctuar a lo largo del tiempo). Con ello se pretende garantizar un sentido privado de congruencia existencial, mientras que se mantiene la salvaguarda de la integridad emocional. Es un factor relacionado con la autoestima y con la autoeficacia.
25. Teoría de la autocategorización
Esta teoría parte de que los integrantes de un grupo continúan manteniendo su identidad y el carácter que les es propio, pese a encontrarse integrados en un colectivo extenso con el que se identifican.
Según este mismo modelo, las características individuales se mantendrían en ciertos contextos, mientras que en otros lo que predominaría serían atribuciones inherentes a la comunalidad, reconciliándose ambas dentro del espacio en el que se despliega la acción y según las exigencias del mismo.
26. Teoría de la autodeterminación
Esta teoría introduce tres necesidades básicas que precisan satisfacerse para que la persona pueda funcionar de forma genuina: la relación (vínculos con los demás), la autonomía (poder de elección individual e independencia real) y la competencia (confianza en la capacidad de desarrollar con éxito las tareas). Cuando esto ocurre, el individuo mostraría la tendencia (de orden innato) hacia su propio desarrollo único, de manera proactiva e integrada. Esta teoría hunde sus raíces en el humanismo.
27. Teoría de la autodiscrepancia
Explica cómo dos personas, que comparten la misma meta para sus vidas, pueden expresar sentimientos diferentes ante hechos idénticos, en los que las pérdidas que experimentan son también equiparables. Concluye que depende del modo en que se interpretan tales objetivos, los cuales pueden ser percibidos como retos y esperanzas o como imposiciones, por lo que la respuesta emocional variaría en uno u otro caso (por su significado secundario).
28. Teoría de la autoexpansión
Esta teoría profundiza en los procesos básicos de influencia social, a través de los cuales se aprecia una expansión de la propia identidad a medida que compartimos momentos y lugares con determinadas personas de confianza para nosotros. Así, vamos adoptando poco a poco algunas de las características que las definen, asumiéndolas como propias e integrándolas a nuestro íntimo repertorio actitudinal. Por tanto, se produciría una suerte de "contagio" a nivel emocional y cognitivo.
29. Teoría de la autopercepción
Esta teoría explica que, al actuar en espacios de gran ambigüedad (donde no estamos muy seguros de qué pensar o sentir), procedemos a enfatizar la atención sobre nuestras propias conductas y sensaciones como modelos/guías para determinar cuál es nuestra posición en lo relativo a los mismos y a lo que sucede dentro de ellos. Es similar al proceso atribucional que se lleva a cabo respecto a los demás, aunque orientándolo hacia el interior y partiendo de lo que se percibe para estimar lo que se cree.
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30. Teoría de la autoverificación
La teoría parte de la voluntad que albergamos de que la sociedad nos valore y reconozca de la misma manera en la que nos percibimos a nosotros mismos. Así, si creemos que somos tímidos o alegres, buscaremos que otros nos consideren de ese mismo modo, con el fin de validar socialmente características básicas de lo que somos. Esta congruencia permitiría la consolidación de la autoimagen en el entorno social.
31. Teoría sexual económica
Se trata de una teoría que parte de la premisa de que el sexo es algo que tienen las mujeres y que los hombres desean (incluyéndose todo acto de contacto físico), por lo que posiciona a ambos sexos en situación de disparidad. En el modelo, los varones deberían mostrar a quien están pretendiendo que son acreedores de los recursos emocionales y materiales suficientes para ser seleccionados como potencial pareja romántica. En la actualidad, se considera que está obsoleta.
32. Teoría del intercambio social
Esta teoría se ocupa de estudiar la forma en que las relaciones interpersonales se inician y se mantienen, atendiendo al equilibrio que se percibe entre los costes y los beneficios que a estas se les atribuyen. Así, la continuidad o la finalización de un vínculo dependería de cómo estos parámetros interactúan, precipitándose la conclusión del mismo cuando las pérdidas superan sustancialmente a las ganancias. Las variables que se contemplan son materiales, afectivas, etc.
33. Teoría de la identidad social
La teoría de la identidad social postula que las personas construyen lo que son a partir de las relaciones que forjan con los grupos a los que pertenecen, en la medida en que se identifican con sus rasgos distintivos y los adoptan como propios. Esta teoría hace un hincapié especial en las experiencias comunes, las expectativas de acción, las normas colectivas y la presión social; por encima de la experiencia individual y ajena a los intercambios con el endogrupo.
34. Teoría del impacto social
Determina el potencial de persuasión de todos los grupos a partir de tres variables, a saber: la fuerza (influencia o saliencia), la proximidad (distancia física o psicológica) y el número de personas que lo conforman (que tiene su eco sobre el grado de presión social percibido). En la medida en que se incrementan los niveles en cualquiera de ellas (o en todas), los grupos devienen entidades abstractas con una mayor capacidad de atraer a las personas.
35. Teoría de la valoración del estrés
Según esta teoría, las situaciones estresantes se evalúan en dos fases sucesivas, aunque en cierto modo relacionadas. En primer lugar se determinan sus características objetivas y/o la relevancia personal del suceso, mientras que en el segundo se determina si se dispone de recursos para lidiar exitosamente con todo. En esta teoría se subraya el rol del apoyo social por su capacidad de mediar en la relación que existe entre el estrés y su impacto a un nivel emocional.
36. Interaccionismo simbólico
Según este modelo teórico, que surgió a partir del pragmatismo, no hay una realidad que el ser humano pueda apresar per se. O lo que es lo mismo, no existen hechos desprovistos de subjetividad; sino que son comprendidos en la medida en que la persona cimienta su realidad en el contexto de su intercambio social, el cual está imbuido en la cultura del grupo e incluso de la sociedad a un nivel macrosistémico.
37. Teoría de la mente
La teoría de la mente destaca una faceta del desarrollo neurológico y social, por la cual se posibilita la capacidad de identificar que otros albergan estados mentales distintos a los que son propios. A partir de este momento se hace viable la inferencia de las motivaciones o los afectos de estos, así como su integración y/o comprensión empática. Es un elemento clave para entender las conductas prosociales y el altruismo.
38. Teoría del comportamiento planeado
Es una teoría diseñada para la predicción del comportamiento, quizás la más conocida en la actualidad. Tiene tres ejes elementales en su formulación: las actitudes (principios, valores y expectativas futuras sobre la propia conducta), la norma subjetiva (expectativas de las demás personas y presión que el entorno ejerce) y el control percibido (atribución interna para las opciones del cambio y ausencia o escasez de barreras externas). Se utiliza en el ámbito de la clínica para valorar el cambio de actitudes y hábitos.
39. Teoría triangular del amor
La teoría triangular del amor se formuló para la comprensión de los vínculos de pareja, pero se puede aplicar a todo tipo de relaciones. Se postulan tres componentes principales, a partir de los cuales se construye una relación sana: la pasión (deseo de contacto y proximidad), la intimidad (capacidad para compartir lo íntimo y construir la confluencia de un "nosotros") y el compromiso (voluntad de permanecer juntos a medida que el tiempo progrese). La presencia o ausencia de unos u otros determina el tipo de vínculo (pareja, amistad, etc.).
40. Teoría del manejo del terror
Esta teoría parte de una disonancia cognitiva, la que surge al desear ser partícipes de la vida y la necesidad inherente de aceptar su finitud. Emerge de ello una angustia profunda, para la cual se encuentra amparo en las creencias del grupo social sobre la continuidad de la vida en un lugar allende la propia muerte. Se trata del mecanismo más básico para sortear el abismo que surge al reconocer nuestra vulnerabilidad.
Referencias bibliográficas:
- Avais, M., Wassan, A., Chandio, R. y Shaikh, M. (2014). Importance of Social Psychology in the Society. Educational Research International. 3, 63-67. doi: 10.2139/ssrn.2519104.
- Greenwood, J. (2014). The Social in Social Psychology. Social and Personality Psychology Compass. 8(7), 104-119.
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