Amor y sexo: dos elementos con algunos puntos en común, pero también con múltiples diferencias. Mientras que el amor se define como esa sensación de afinidad entre dos seres humanos, el sexo hace referencia al acto carnal de consumar la atracción física que sienten dos personas.
Dicen que el amor mueve montañas. Existen distintos tipos de amor, y no es un sentimiento necesariamente vinculado a la atracción física. De hecho, varios estudios han remarcado que el amor más verdadero e inquebrantable es el de una madre a un hijo. Sea como sea, el amor es un sentimiento de apego que nos hace sentir una serie de emociones y sensaciones intensas y, en general, placenteras. De hecho, el amor genera un torrente de hormonas y procesos neuroquímicos en el ser humano.
El sexo, aunque sea menos romántico reconocerlo, también mueve montañas. Los humanos tenemos pulsiones sexuales que, aunque la cultura se encargue de refrenarlas y en cierto modo reprimirlas, siguen estando ahí. Todo lo vinculado con la atracción, la seducción y el sexo también es objeto de estudio para los ámbitos vinculados a la Psicología y las Neurociencias, además de ramas científicas que se encargan específicamente de indagar sobre la sexualidad humana, como la Sexología.