Las relaciones sentimentales de pareja son en muchos casos un motivo de felicidad y bienestar emocional, pero por desgracia, no en pocos casos dan lugar a dinámicas de maltrato psicológico. Estas situaciones no solo hacen que el vínculo afectivo quede dañado o evolucione hacia una relación disfuncional debido al comportamiento de quien maltrata a la otra persona; además, genera alteraciones que afectan de manera focalizada e individual a la víctima, e incluso pueden hacer que sufra secuelas a años vista.
En este sentido, dicho tipo de relaciones basadas en el maltrato, el abuso y el control acaban generando en la víctima una serie de daños que atentan directamente contra su salud mental. En este artículo veremos cuál es este impacto que el maltrato psicológico en las relaciones de pareja tiene en la salud mental; motos por los que estas relaciones tóxicas no deben ser normalizadas, aunque en ellas no ocurran agresiones físicas.
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Los efectos en la salud mental del maltrato psicológico en relaciones de pareja
A continuación encontrarás un resumen de las consecuencias en la salud mental más habituales que produce el maltrato psicológico en las relaciones amorosas, tanto en matrimonios como en noviazgos.
1. Baja autoestima
La autoestima es uno de los primeros elementos de la personalidad de una víctima de maltrato psicológico que se ven afectados. Y a su vez, este produce un efecto “bola de nieve” que facilita la aparición de patrones de comportamientos perjudiciales, basados en el auto-sabotaje, el autodesprecio y el aislamiento social.
La autoestima es uno de los elementos psicológicos fundamentales, aquello que nos hace ser quienes somos y comportarnos de la forma en la que lo hacemos. Puede ser resumida como la manera en la que nos sentimos con respecto a cómo creemos que somos. Es por eso que los maltratadores atentan primeramente contra la autoestima de sus víctimas, haciendo que estas sean cada vez más inseguras, menos independientes y menos autónomas.
Este proceso va en aumento hasta que la víctima ya no puede hacer nada por sí misma y depende en todo de su maltratador, quien adquiere finalmente el control de la persona a la que ha estado maltratando durante un tiempo.
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2. Dependencia emocional
La dependencia emocional es una alteración psicológica que suele aparecer en casos de maltrato psicológico en la pareja, en los cuales la víctima acaba generando una necesidad constante de atención y aceptación por parte de su pareja.
Este fenómeno psicológico no se basa en la búsqueda del bienestar, sino en la evitación del malestar: surge un miedo atroz a hacer enojar al otro, a causar inconvenientes. Dicha dinámica se produce generalmente porque el maltratador acaba controlando en todos los aspectos a su víctima y minando su autoestima hasta el nivel en que esta se hace totalmente dependiente del primero.
Las relaciones basadas en la dependencia emocional acaban generando un gran malestar en la víctima a nivel psicológico, hasta el punto en que esta necesita constantemente la aprobación, el afecto y el amor de su maltratador para ser feliz.
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3. Ansiedad y estrés constantes
La ansiedad y el estrés son formas de malestar habituales en cualquier experiencia ligada al maltrato en las relaciones de pareja, incluso aunque no exista un miedo a la posibilidad de sufrir ataques físicos.
Una persona sometida a una gran presión por parte de su pareja, quien le impide hacer por sí sola cualquier cosa y quien la vigila de manera sistemática, puede acabar desarrollando alteraciones como por ejemplo el Trastorno de Ansiedad Generalizada.
Estas manifestaciones psicológicas pueden ser tratadas por un profesional de la psicología siempre que la víctima reconozca su problema y esté dispuesta a iniciar un proceso de terapia, pero la solución pasa por cortar la relación para salir de esa situación de falta de control sobre la propia vida.
4. Somatizaciones
La somatización es la aparición de síntomas físicos ocasionados por problemas o alteraciones psicológicas o en la salud mental de la persona afectada.
Son muchas las somatizaciones que pueden desarrollarse por culpa del maltrato psicológico en las relaciones de pareja, entre las más habituales podemos destacar los dolores musculares, el dolor de cabeza, la caída del cabello o la aparición de eccemas y otros problemas cutáneos a causa de la exposición constante a la ansiedad.
5. Insomnio
El insomnio y en general las dificultades para dormir es otro de los problemas a los que tienen que hacer frente las personas que han sido víctimas de maltrato psicológico por parte de sus parejas sentimentales.
Este insomnio es una consecuencia directa de la afectación psicológica y en la salud mental de la persona, y tiene mucho que ver con la imposibilidad de relajarse y a la necesidad de estar "alerta" para no contrariar al otro. A la larga acaba generando fatiga y desgastando los nervios y la salud física de la persona, hasta el punto en que le es casi imposible conciliar el sueño.
6. Mayor riesgo de abuso de sustancias
En ocasiones en las que el maltrato ejercido por la propia pareja es de gran intensidad, la víctima puede recurrir al consumo de determinadas sustancias o drogas para evadirse de una realidad muy negativa.
Para que esto ocurra el maltrato debe haber sido continuado en el tiempo hasta llegar a un punto en que la víctima no puede aguantar más la situación, es entonces cuando se puede iniciar el consumo de una droga específica, como puede ser el alcohol o drogas más duras.
En cualquier caso, el inicio de una adicción supone un gran perjuicio tanto para la salud mental como para el bienestar físico de la persona afectada.
7. Aislamiento
El aislamiento social progresivo es otro de los síntomas que aparecen en una persona cuando está siendo objeto de maltrato psicológico por parte de su pareja, ya que los maltratadores acostumbran a aislar socialmente a sus víctimas. Es por eso que las víctimas de maltrato psicológico continuado terminan por ver desgastada su salud mental, así como sus amistades más cercanas y su capacidad para establecer nuevas relaciones de amistad.
Por ende, a la larga acaban sintiéndose aisladas y solas si no cuentan con apoyo externo, lo que afecta de manera notable a su humor y su salud psicológica.
8. Sentimiento de culpa (a pesar de ser la víctima)
El sentimiento de culpa también es una de las constantes en situaciones de maltrato psicológico por parte de la persona maltratada, un fenómeno muy relacionado con el desarrollo de relaciones basadas en la dependencia emocional.
En estos casos la víctima de maltrato acaba considerando que el maltrato que recibe es culpa suya y no del maltratador, e incluso que se merece dicho maltrato, ya que los maltratadores acostumbran a culpar a sus víctimas de todo lo malo que les pasa.
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