La agorafobia es un trastorno que no siempre se ha comprendido bien. Se trata de un trastorno de la ansiedad que afecta a entre un 5 y un 7% de las personas a nivel mundial.
Suele ser entendido como el miedo a permanecer en espacios abiertos o en aglomeraciones, pero esto define en poca medida lo que realmente es este trastorno.
A continuación vamos a conocer qué es exactamente la agorafobia, cómo se manifiesta y qué síntomas provoca en las personas afectadas.
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¿Qué es realmente la agorafobia?
La agorafobia es una clase de fobia que genera ansiedad y pánico. Las personas afectadas sienten un miedo y ansiedad incapacitantes cuando se encuentran en lugares públicos de los que es complicado escapar, o donde es difícil encontrar ayuda. Generalmente, este trastorno de la ansiedad se relaciona con lugares públicos (de ahí el término agora, que significa plaza en latín), pero no necesariamente ocurre en estos sitios abiertos, sino que también puede darse en contextos privados, en casa o incluso estando a solas.
A pesar de que puede aparecer en cualquier rango de edad, la agorafobia suele surgir en la etapa final de la adolescencia o en la adultez joven, antes de los 34 años. Es más común en mujeres que en varones, del mismo modo que la mayoría de trastornos relacionados con la ansiedad.
Síntomas de la agorafobia que deben ponerte en alerta
Entre la sintomatología más frecuente de la agorafobia encontramos el miedo y el pánico. Si conoces a alguna persona que muestre este tipo de síntomas en las situaciones que describiremos a continuación, es posible que sufra este trastorno de la ansiedad:
- Salir solo de casa, mucho más común en mujeres.
- Miedo y pánico a las multitudes.
- Espacios cerrados, tales como ascensores, museos, bares o restaurantes.
- Espacios abiertos como puentes, estaciones de tren, plazas o aeropuertos.
- Situaciones sociales como fiestas, bailes, cumpleaños o reuniones.
La gran mayoría de personas que sufren agorafobia no tienen más que síntomas asociados con miedo intenso o pánico a las situaciones mencionadas. Sin embargo, existen ciertas situaciones que aúnan síntomas tanto físicos como psicológicos, entre los que podemos encontrar:
En la mayoría de las ocasiones en las que se presente algunos de los síntomas de la agorafobia, no habrá ningún otro síntoma grave, simplemente el miedo a realizar esa acción. Pero existen en algunas ocasiones una serie de síntomas, tanto físicos como psicológicos, donde podemos encontrar los siguientes:
- Presión en el pecho
- Diarrea
- Respiración acelerada
- Excesiva sudoración
- Náuseas
- Temblores
- Mareos y vértigos
- Sensación de pérdida del control
- Inseguridad y baja autoestima
- Dependencia a los demás
- Sensación de soledad e irrealidad
- Miedo a la muerte
- Miedo a perder el control
- Taquicardias, palpitaciones
Las personas que sufren este trastorno de la ansiedad se sienten superadas cuando viven una de estas situaciones, y tienen la desagradable sensación de no poder controlar ese miedo y ansiedad irracionales y desproporcionados, en comparación al bajo nivel de peligro real que conllevan estas situaciones. Por esta razón, en los casos moderados y graves es necesario acudir a un especialista en psicología y ansiedad para que pueda diagnosticar y tratar eficazmente la raíz del problema.
Este trastorno también está relacionado con sufrir trastornos de pánico. Este tipo de trastorno se define por experimentar ataques de terror irracional y que desencadenan una serie de síntomas físicos muy intensos y desagradables.
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Causas de la agorafobia
Como ocurre con la mayoría de trastornos psicológicos, no se conoce a ciencia cierta el motivo por el que surge la agorafobia. Las causas pueden ser muy variadas y dependerán de multitud de factores en cada individuo. Estas causas pueden caracterizarse por una alta dependencia, baja autoestima o asertividad, ansiedad, o por una búsqueda compulsiva de aprobación
A través de distintas variables del individuo y su entorno, el sujeto desarrollará agorafobia o no. En ocasiones, la agorafobia puede surgir tras experimentar una situación traumática.
¿Cómo superar la agorafobia?
Aunque es un trastorno que tiende a empeorar si no hacemos nada, lo cierto es que si notamos que tenemos estos síntomas, podemos ponerle remedio acudiendo a un especialista. La terapia psicológica te dotará de herramientas y conocimientos que te ayudarán a ir, poco a poco, despojándote de las malas sensaciones.
Una de las estrategias más efectivas si sufrimos agorafobia es no evitar o rehuir situaciones en las que sintamos temor. Cuanto más enfrentemos estas situaciones, más 'entrenaremos' nuestra mente y haremos conciente que no estamos en un peligro real. Si es demasiado difícil, ponte en manos expertas y, con la ayuda de un familiar o amigo, acude a un psicólogo que pueda trabajar contigo.
Si llegas a sufrir los desagradables ataques de pánico, debes buscar tratamiento lo antes posible. Cuanto antes recibas ayuda profesional, antes evitarás que los síntomas empeoren. La ansiedad, al igual que muchos otros trastornos mentales, puede ser más difícil de tratar si dejamos pasar el tiempo y dejamos que el problema se cronifique.
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