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Comprendiendo la Patología Dual y sus efectos

Estas son las carcterísticas de la patología dual que la convierten en un problema complejo.

Comprendiendo la Patología Dual

La patología dual es un término que utilizamos en el ámbito de la psicología para describir la condición de un individuo que padece simultáneamente un trastorno por uso de sustancias (alcohol, benzodiacepinas, cocaína o metanfetaminas, entre otras) y otro trastorno psiquiátrico (trastornos de ansiedad, del estado de ánimo, psicóticos, de la personalidad o del neurodesarrollo, por ejemplo).

Este término reconoce la complejidad adicional en los síntomas y el tratamiento que puede surgir cuando una persona tiene estas dos condiciones en simultáneo. En muchos casos, implica una interrelación y una influencia mutua de manera que los síntomas de uno pueden agravar los del otro creando un ciclo de deterioro que puede ser difícil de romper sin una intervención adecuada y complican tanto el diagnóstico como el tratamiento.

Su importancia radica en reconocer la necesidad de un enfoque integrado de tratamiento que aborde ambos trastornos.

Las claves para entender la patología dual

Los trastornos pueden ser de diferentes tipos y grados, incluyendo, pero no limitándose a, la esquizofrenia, el trastorno bipolar, la depresión y los trastornos de ansiedad. Es por ello por lo que supone un problema importante de salud pública debido a su alta prevalencia y a las complicaciones significativas que puede causar en la vida de un individuo y su manejo requiere un enfoque integrado que aborde tanto el trastorno mental como el problema de adicción.

No podemos determinar una única causa que explique la aparición de las patologías duales debido a su condición compleja y multifactorial. Su manifestación, en cambio, va a depender de una combinación de factores genéticos, biológicos, psicológicos y ambientales:

1. Factores genéticos y biológicos

Algunos estudios indican que ciertos genes pueden hacer a una persona más propensa a desarrollar trastornos mentales y adicciones.

2. Factores psicológicos

Los problemas de salud mental pueden hacer que una persona sea más vulnerable al uso de sustancias como una forma de automedicación. Por ejemplo, una persona con depresión puede recurrir al alcohol para aliviar sus síntomas, lo que a su vez puede llevar al desarrollo de un trastorno por uso de sustancias.

3. Factores ambientales

El entorno y factores como el estrés, el trauma, la presión de los compañeros, la disponibilidad de sustancias y la falta de apoyo social pueden aumentar el riesgo de desarrollar trastornos mentales y adicciones.

¿Qué aparece primero: la adicción o los trastornos mentales?

Determinar qué va antes es un procedimiento desafiante pues la interacción entre ambos términos es bidireccional y compleja. Por un lado, el uso de sustancias puede exacerbar los síntomas de un trastorno mental, provocar uno nuevo o empeorar el curso de uno ya preexistente; sin embargo, por otro lado también, los trastornos mentales pueden aumentar la vulnerabilidad al uso de sustancias y dificultar la recuperación de un trastorno por uso de sustancias.

Además, debemos tener en cuenta que pueden presentarte diversos componentes que pueden dificultad el diagnóstico:

  • Superposición de síntomas. Muchos de los síntomas se comparten entre ambos diagnósticos, por lo que pueden solaparse y no saber exactamente por qué son causados.
  • Influencia del consumo de sustancias en los síntomas. En estos casos, será necesario esperar hasta que la persona haya dejado de consumir sustancias para poder hacer un diagnóstico preciso.
  • Negación o minimización del consumo de sustancias.
  • Estigma y miedo. El estigma asociado a los trastornos mentales y las adicciones puede hacer que algunas personas teman buscar ayuda o ser honestas sobre sus síntomas y su consumo.

Por ello, lo importante es realizar una evaluación exhaustiva y un enfoque de equipo que incluya a profesionales con experiencia en el tratamiento de trastornos mentales y trastornos por uso de sustancias.

La evaluación es preciso que incluya una entrevista clínica detallada y la revisión del historial médico y psiquiátrico del individuo, donde el profesional de la salud mental puede preguntar sobre los síntomas, el uso de sustancias, los antecedentes familiares de trastornos mentales o adicciones, y los factores de estrés o cambios recientes en la vida del individuo. También es de especial relevancia la aplicación de pruebas psicológicas que puedan ayudar a evaluar los síntomas y a identificar cualquier trastorno mental subyacente, así como pruebas médicas, como los análisis de sangre y orina, que puedan ayudar a identificar el uso de sustancias y a descartar otras condiciones médicas que podrían estar causando o contribuyendo a los síntomas.

¿Cómo podemos intervenir en la patología dual?

El tratamiento de la patología dual debe ser integral e individualizado, teniendo en cuenta tanto el trastorno mental como el trastorno por uso de sustancias. La meta principal es ayudar a la persona a manejar ambos trastornos, reduciendo los síntomas y mejorando la calidad de vida.

Una de las formas más común de psicoterapia utilizada en el tratamiento de la patología dual es la terapia cognitivo-conductual (TCC), además de otras como la terapia de aceptación y compromiso, la terapia de motivación o la propia medicación. La TCC ayuda a las personas a reconocer y cambiar patrones de pensamiento y comportamiento negativos o destructivos, por lo que puede ayudar a las personas a manejar los síntomas de sus trastornos mentales, a resistir las ansias de usar sustancias y a desarrollar habilidades de afrontamiento saludables. Si añadimos las intervenciones de grupo a estas terapias, proporcionaremos una red de apoyo social que favorecerá el aprendizaje de las experiencias de otros con problemas similares. ¿En qué áreas conseguimos tener impacto?:

  • Salud física, reduciendo la probabilidad de que se desencadenen enfermedades hepáticas, cardiovasculares, respiratorias y/o neurológicas.
  • Salud mental, pudiendo disminuir, por ejemplo, el riesgo de suicidio.
  • Relaciones interpersonales y familiares, evitando comportamientos como el aislamiento social, los conflictos familiares o la ruptura de relaciones.
  • Educación y empleo, intentando minimizar el impacto en el rendimiento académico/laboral y, a su vez, en las tasas de desempleo y problemas económicos.
  • Legal y social, enfrentándose a un número menor de problemas legales como arrestos o encarcelamiento.

Ayudándonos de estos tratamientos e intervenciones, conseguiremos minimizar las consecuencias negativas que pueda tener el diagnóstico de una patología dual, pues pueden ser devastadoras no solo para el propio paciente sino también para su entorno.

A menudo, familiares y amistades enfrentan un gran estrés y pueden sentirse impotentes para ayudar a su ser querido, por lo que es imprescindible dotarlos de orientación y apoyo para aprender a manejar la situación de la mejor manera posible; para ello, ayudar a comprender y concienciar sobre la patología dual será clave, también, para reducir el estigma y empatizar con las personas afectadas y sus familias.

Conclusión

Podemos concluir, por tanto, que el diagnóstico de la patología dual plantea desafíos únicos en términos de diagnóstico y tratamiento, debido a la complejidad de los síntomas y la superposición de los desafíos asociados con cada trastorno. A pesar de las dificultades, es esencial que se realice una detección y un diagnóstico tempranos para un manejo efectivo. El tratamiento debe ser integral e individualizado, abordando tanto el trastorno mental como el trastorno por uso de sustancias. Las terapias psicoterapéuticas juegan un papel clave, y en muchos casos, la medicación puede ser una herramienta valiosa como también lo son el apoyo social y las terapias grupales.

Instituto Europeo Alfi

Instituto Europeo Alfi

Centro De Desintoxicación Y Adicciones

Profesional verificado
Madrid
Terapia online

La sociedad en general, y especialmente los profesionales de la salud, deben estar bien informados sobre la patología dual. La comprensión y la concienciación pueden ayudar a prevenir la aparición de la patología dual, a promover la detección temprana y el tratamiento, y a reducir el estigma asociado con estos trastornos. Es necesario un llamado a la acción para aumentar la concienciación y mejorar el diagnóstico, el tratamiento y el apoyo para las personas con patología dual. Solo a través de estas medidas, podemos trabajar juntos para mejorar la vida de las personas afectadas por la patología dual y fomentar una sociedad más saludable y comprensiva.

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