¿Conoces qué es la neurosis depresiva? Se trata de un tipo de depresión, que originariamente tenía que ver con alteraciones en el sistema nervioso, pero que poco a poco ha ido evolucionando para convertirse en lo que hoy conocemos como distimia.
Aunque es un término actualmente en desuso, en su momento tuvo mucha repercusión, además de que provino del psicoanálisis, una orientación muy reconocida en épocas anteriores. En este artículo conoceremos qué es la neurosis depresiva, qué síntomas ocasiona y cuáles son los tratamientos más frecuentemente empleados para tratarla.
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¿Qué es la neurosis?
Antes de explicar en qué consiste la neurosis depresiva, vamos a definir qué es la neurosis. La neurosis es un concepto que, originariamente fue introducido por el médico escocés William Cullen, en el año 1769.
Cullen utilizó este término para hacer referencia a todos aquellos trastornos sensoriales y motores que eran originados por ciertas enfermedades del sistema nervioso.
Sin embargo, más adelante, y en el ámbito de la psicología clínic, se utilizó el término de “neurosis” para designar aquellos trastornos mentales que distorsionan el pensamiento racional del individuo, y que interfieren en el funcionamiento de todas las áreas de su vida.
Sin embargo, también es cierto que una persona puede ser neurótica (lo que tiene que ver con pensamientos obsesivos, un estado negativo, sentimientos de culpa, “paranoias”…) sin necesidad de considerarse esta neurosis un trastorno mental. Todo depende del nivel de gravedad de los síntomas y de su interferencia en la vida diaria.
Síntomas
Los síntomas y signos típicos de la neurosis son:
- Falta de interés por hacer cosas placenteras
- Sufrimiento emocional constante
- Preocupaciones excesivas
- Tristeza continuada
- Irritabilidad
- Ataques de rabia o ira ante los demás
- Alteraciones en las relaciones interpersonales
- Intolerancia hacia los demás
- Ansiedad
- Sentimientos de angustia y culpa
- Incapacidad para decidir adecuadamente
- Timidez excesiva
- Abulia
- Anhedonia
- Rituales o conductas repetitivas
A nivel psicofisiológico, los síntomas que aparecen son:
- Sudoración excesiva (sobre todo en las manos)
- Alteraciones o problemas de sueño
- Dolores de cabeza o migrañas
Neurosis depresiva: ¿qué es?
La neurosis depresiva (también denominada depresión neurótica) es un término que se utilizaba anteriormente en psiquiatría para designar aquellas depresiones cuyo origen se explicaba por un conflicto intrapsíquico. El origen de la descripción de este cuadro es psicoanalítico.
Por otro lado, el término “depresión neurótica”, en concreto, fue introducido por Sándor Radó, y posteriormente fue reemplazado por el de distimia (actualmente trastorno distímico). Así que, actualmente ya no se utiliza el término de depresión neurótica, sino el de distimia (serían equivalentes).
La distimia, por su parte, ya no alude a conceptos psicodinámicos o psicoanalíticos, y se define (según el DSM-5, Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales) como un estado de ánimo crónicamente depresivo la mayor parte del día de la mayoría de días, de duración mínima de 2 años (1 año en el caso de los niños).
La neurosis depresiva, que podemos decir que se trata de un subtipo de la depresión o de un subtipo de neurosis (dependiendo del autor), se caracteriza por los siguientes síntomas: estado de ánimo triste la mayor parte del tiempo, baja autoconfianza, baja autoestima, autocrítica excesiva y alteraciones físicas.
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Síntomas
Los síntomas típicos de la neurosis depresiva, más allá de los ya enumerados, son:
1. Estado de ánimo deprimido
Consiste en el síntoma principal de la neurosis depresiva, al igual que el de la depresión.
2. Pérdida de energía
Se produce una pérdida o disminución de la energía.
3. Procesos cognitivos enlentecidos
Principalmente, el habla y el pensamiento resultan enlentecidos. Además, aparece una dificultad añadida para concentrarse.
4. Apatía
La apatía es un estado generalizado de desinterés, unido a una falta de motivación para hacer las cosas. En los pacientes con neurosis depresiva, además, aparece también una disminución de la productividad en todos los sentidos.
5. Abulia
La abulia es la falta de voluntad, o de energía, a la hora de hacer cosas o de moverse. Así, el individuo con neurosis depresiva no suele tener ganas de hacer “nada”, le cuesta mucho empezar o hacer algo, como levantarse por las mañanas, evita las actividades sociales, etc.
6. Desesperación
También aparecen con frecuencia sentimientos de desesperación.
7. Baja autoestima
La autoestima suele ser baja, como en otros tipos de depresión o neurosis.
8. Elevada autocrítica
El paciente también manifiesta con frecuencia pensamientos (o mensajes) autocríticos hacia sí mismo.
9. Sentimiento de rabia
Aparece un sentimiento de rabia que puede hacer “explotar” al paciente ante determinadas situaciones.
10. Dificultades para decidir
El paciente se ve incapaz de decidir por sí mismo, y esto puede ocurrir incluso ante decisiones “fáciles” o del día a día (cotidianas).
11. Falta o exceso de apetito
El hambre también se ve alterado, pudiendo aparecer un exceso de apetito o un déficit del mismo.
12. Sentimientos de culpa
Los sentimientos de culpa son otro síntoma muy característico de la neurosis depresiva (que también aparece con frecuencia en la depresión).
13. Alteraciones del sueño
Finalmente, aparecen también alteraciones o trastornos del sueño, tales como el insomnio o la imposibilidad de descansar bien (sueño no reparador).
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Causas
La neurosis depresiva tiene un origen multifactorial. El psicoanálisis es una de las orientaciones en psicología que ha intentado dar respuesta a cuáles son las causas de la neurosis depresiva (además de ser la orientación desde la cual nació el término).
Según esta orientación, el origen de la neurosis depresiva estaría relacionado con experiencias desagradables vividas del exterior, con determinadas circunstancias traumáticas y con factores estresantes. Los factores externos que podrían estar causando dicha neurosis, serían de gran importancia para el individuo.
Factores estresantes
En cuanto a los factores estresantes mencionados, encontramos dos grupos dentro de ellos:
1. Desempeño individual
Serían los factores que tienen que ver con el propio desempeño del individuo; si éste comete diferentes “errores” o “fallos” en diferentes facetas de su vida, puede llegar a desarrollar un sentimiento excesivamente crítico de sí mismo (e incluso de su propia vida).
2. Hechos de privación emocional
Según el psicoanálisis, y como segundo grupo de factores estresantes que podrían estar en el origen de la neurosis depresiva, encontramos los llamados “hechos de privación emocional”.
Un ejemplo de este tipo de hechos sería separarse de nuestros seres queridos de manera fortuita, y no disponer de los recursos necesarios (a nivel emocional) para afrontar la situación de manera saludable.
Tratamiento
Los tratamientos que se suelen emplear en la neurosis depresiva son:
1. Tratamiento psicológico
A la hora de tratar la neurosis depresiva (recordemos, actual trastorno distímico) existen diferentes opciones en el contexto de la terapia psicológica. La terapia cognitivo-conductual (TCC) es el tratamiento con más eficacia en la actualidad en este sentido (también para tratar otros tipos de depresión).
Algunas de las herramientas o técnicas más utilizadas en el contexto de una TCC son:
- Técnicas cognitivas (por ejemplo reestructuración cognitiva)
- Programación de actividades agradables
- Técnicas de modificación del entorno (por ejemplo control de estímulos)
- Entrenamiento en habilidades sociales (EHS)
Por otro lado, algunos estudios, como por ejemplo el de Besteiro y García (2000), sugieren que la hipnosis también podría considerarse uno de los tratamientos más eficaces para la neurosis depresiva, junto con la relajación (en segundo lugar).
El objetivo de la terapia psicológica en estos casos, y de forma genérica, será mejorar el estado anímico del paciente y trabajar con sus conflictos más internos.
2. Tratamiento farmacológico
En cuanto al tratamiento farmacológico de la neurosis depresiva, cabe mencionar que no existe ningún fármaco que “cure” este trastorno (como prácticamente ningún trastorno mental), y que lo más idóneo siempre será acudir a un tratamiento multidisciplinar que incluya también la terapia psicológica.
Sin embargo, sí se utilizan sobre todo fármacos antidepresivos, especialmente los ISRS (Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina), que constituyen el tratamiento, a nivel farmacológico, de primera elección. Ejemplos de fármacos ISRS son: la fluoxetina, la sertralina, la paroxetina y la fluvoxamina.
Referencias bibliográficas:
- American Psychiatric Association –APA- (2014). DSM-5. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Madrid: Panamericana.
- Besteiro-González, J.L. y García-Cueto, E. (2000). Utilización de la hipnosis en el tratamiento de la depresión mayor. Psicothema, 12(4): 557-560.
- Laplanche, J. & Pontalis, J.B. (1996). Diccionario de psicoanálisis (Fernando Gimeno Cervantes, trad.) [Vocabulaire de la Psychanalyse]. Bajo la dirección de Daniel Lagache. Buenos Aires: Paidós.
- Pérez, M., Fernández, J.R, Fernández, C. y Amigo, I. (2010). Guía de tratamientos psicológicos eficaces I y II:. Madrid: Pirámide.
- Vallejo J. & Menchón, JM. (1999). Distimia y otras depresiones no melancólicas. En: Vallejo J, Gastó C. Trastornos afectivos: ansiedad y depresión (2ª ed). Barcelona: Masson.
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