Operaciones estéticas y baja autoestima: una relación complicada

La popularidad de las cirugías estéticas contribuye a la presión social sufrida por muchas personas.

Operaciones estéticas y baja autoestima: una relación complicada
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A veces te miras al espejo y piensas que, si cambiaras algo de tu cuerpo, tal vez cambiaría también lo que sientes por dentro.

Te pasa mientras ves fotos o videos llenos de personas con rostros perfectos y cuerpos que parecen hechos con regla.

No lo dices, pero algo dentro de ti compara, y ahí aparece esa idea: “si tuviera esa nariz, esa piel, ese cuerpo… seguro estaría más feliz”.

Y sí, hoy en día muchas personas piensan lo mismo. Las operaciones estéticas están más presentes que nunca y parecen prometer confianza, aceptación y bienestar.

Y sí, a veces el bienestar emocional aumenta y la autopercepción mejora después de una cirugía estética, pero ¿qué pasa cuando no? ¿Qué ocurre cuando detrás de ese deseo hay algo muchísimo más complejo? Hablemos sobre esto.

El auge de las cirugías estéticas

Hoy casi todo el mundo conoce a alguien que se ha hecho algún retoque. Ya no es algo exclusivo de artistas o modelos; las operaciones estéticas forman parte del día a día. En los últimos años su crecimiento ha sido constante, especialmente entre personas jóvenes que buscan verse mejor o sentirse más cómodas con su imagen.

Los motivos son muy distintos. Hay quienes se operan por temas de salud, como aliviar dolores de espalda con una reducción de pecho. Otras lo hacen por reconstrucción después de un accidente o simplemente para armonizar su cuerpo con cómo se perciben. En muchos casos, el cambio físico va acompañado de un cambio en la forma de sentirse.

Las técnicas actuales permiten procedimientos más rápidos, personalizados y seguros. Hoy es posible hacerse una rinoplastia ultrasónica con menos molestias o un lifting facial con recuperación más corta.

Pero también es cierto que el aumento de estas intervenciones ha venido de la mano con algo más: una presión estética enorme. Las redes, los filtros y los estándares de belleza imposibles han hecho que muchas personas empiecen a ver la cirugía como una obligación más que como una elección.

Cómo se relacionan las cirugías estéticas y la autoestima

La conexión entre autoestima y cirugía estética es fuerte, aunque no siempre clara. Hay personas que creen que cambiar algo de su cuerpo puede ayudarlas a sentirse mejor consigo, y en algunos casos así sucede. Pero otras descubren que, después del cambio, siguen sin sentirse del todo bien.

La autoestima no depende solo de la apariencia. Tiene mucho que ver con cómo nos hablamos, cómo nos tratan, y lo que aprendemos sobre nuestro valor desde pequeños. Si esa base está debilitada, cualquier pequeño “defecto” físico puede volverse una gran preocupación. El problema aparece cuando la cirugía se convierte en la solución a una incomodidad que, en realidad, nace de dentro.

Un estudio publicado en Psychology of Popular Media encontró que las mujeres jóvenes más activas en TikTok tienden a aceptar mejor la idea de operarse, especialmente si siguen cuentas de celebridades o fitness. Estar expuestas a tanta perfección termina por influir en cómo se ven a sí mismas.

Sin embargo, las que suelen dejar comentarios positivos sobre la apariencia de otras personas mostraron una imagen corporal más sana. Así que no todo es negativo: depende mucho del tipo de relación que tengas con tu cuerpo y con lo que consumes.

La cirugía puede ser un paso positivo

Hay casos en los que una intervención estética trae beneficios reales:

  • Mejoras físicas: una rinoplastia puede ayudar a respirar mejor o una reducción de pecho puede aliviar dolores constantes.
  • Más confianza: cambiar algo que causa incomodidad desde hace años puede dar seguridad y bienestar.
  • Bienestar general: sentirse a gusto con la apariencia puede animar a socializar o disfrutar más de ciertas actividades.
  • Motivación para cuidarse: después de una cirugía, muchas personas adoptan hábitos más saludables para mantener los resultados.

Cuando la decisión se toma con calma, desde un deseo personal y sin expectativas imposibles, la cirugía puede tener un impacto muy positivo.

¿Y si el cambio físico no resuelve lo emocional?

Hay cosas muy positivas, sí, pero también hay otro lado que conviene mirar:

  • Expectativas poco realistas: pensar que una operación cambiará tu vida puede generar frustración.
  • Búsqueda constante de más: algunas personas entran en un ciclo de cirugías sin llegar a sentirse satisfechas.
  • Presión externa: operarse por agradar o encajar en lo que otros esperan suele dejar una sensación de vacío.
  • Dismorfia corporal: cuando la percepción del cuerpo está distorsionada, ningún cambio parece suficiente.
  • Impacto emocional: si la baja autoestima no se trabaja desde la raíz, el malestar termina regresando, aunque el cuerpo cambie.

El riesgo de querer arreglar por fuera lo que duele por dentro

El problema aparece cuando la cirugía se convierte en una especie de refugio emocional. Hay quienes creen que, al modificar una parte del cuerpo, desaparecerán inseguridades que llevan años cargando. Pero si la incomodidad viene de un lugar interno, ningún bisturí puede curarla. Lo físico se cambia; lo emocional necesita otro tipo de atención.

También hay que reconocer la influencia externa. Las redes sociales están llenas de filtros, cuerpos retocados y promesas de “mejor versión”. Todo eso puede confundir y hacernos creer que hay una sola forma válida de ser atractivos.

Es importante destacar que el hecho de querer cambiar algo del cuerpo no está mal, siempre que el motivo sea propio y no impuesto por las comparaciones o la presión de verse “perfecto”.

Tomar la decisión de operarse puede ser algo sano y positivo si se hace con información, acompañamiento emocional y objetivos claros. Sin embargo, si la motivación nace del rechazo, la inseguridad o la búsqueda de aprobación, el resultado puede dejar una sensación de vacío difícil de llenar.

Qué hacer si estás pensando en operarte y tu autoestima no anda bien

Tomarse un tiempo para pensar es fundamental antes de dar un paso tan grande. Porque, no, someterse a una cirugía no está mal, pero es importante tener claro desde qué lugar estás tomando esa decisión. Estas ideas pueden ayudarte a reflexionar mejor:

1. Identifica qué te molesta realmente

Piensa si lo que te incomoda es esa parte de tu cuerpo o si hay emociones detrás. A veces lo físico solo es una forma de expresar algo que va mucho más allá.

2. Pregúntate por qué lo harías

Haz una lista de motivos sinceros. Si la mayoría tienen que ver con cómo crees que te verán los demás, quizá sea momento de parar un poco y reevaluar.

3. Busca apoyo profesional

Hablar con un psicólogo o terapeuta puede darte una mirada más clara sobre tus emociones. Si decides operarte, también te ayudará a llegar emocionalmente preparado.

4. Infórmate a fondo

Conocer los riesgos, el proceso y las limitaciones del resultado evita decepciones. Un buen cirujano explicará lo que sí se puede lograr y lo que no.

5. Cuida lo que consumes en redes

Selecciona bien las cuentas que sigues. Rodéate de contenido que promueva cuerpos reales, autoestima y diversidad. Alejarte de la comparación te dará mucha paz mental.

Esther Tomás Ruiz

Esther Tomás Ruiz

Psicóloga, coach y terapeuta de familia y parejas

Profesional verificado
València
Terapia online

Cuidar la autoestima no se logra con solo desearlo, decir “me amo” 10 veces al día o ver un video. A veces cambiar algo externo ayuda, y otras veces lo que realmente hace falta es aprender a mirarte con más amabilidad.

Operarte puede ser una opción válida, pero que sea una elección consciente, no una respuesta automática al malestar. Porque al final, sentirte bien contigo empieza por dentro.

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  • Álvarez, F.(2025, 8 abril). El impacto de la cirugía estética en la autoestima: posibilidades, beneficios y límites. Cirujano Plástico En Sevilla - Dr. Fernández Álvarez.
  • Dolan, E. W. (2025b, octubre 11). TikTok activity linked to young women’s views on body image and cosmetic surgery. PsyPost - Psychology News.
  • Sordo, G. (2025, 24 septiembre). 【Argumentos en Contra y a Favor de la Cirugía Estética 2025】. Dr. Gustavo Sordo.

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Esther Tomás Ruiz. (2025, noviembre 12). Operaciones estéticas y baja autoestima: una relación complicada. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/clinica/operaciones-esteticas-y-baja-autoestima-una-relacion-complicada

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