¿Te suena conocido el término EMDR? En caso de que no (o de que sí), te lo explicaremos. Esta terapia ha dado mucho de qué hablar en los últimos años por ser considerada como una técnica eficaz para ayudar a las personas a procesar y superar experiencias traumáticas.
Su reconocimiento es tal, que ha sido recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y respaldado por estudios científicos. De hecho, la terapia EMDR no solo ataca el trauma, también ayuda a gestionar mejor distintas alteraciones psicológicas de las que hablaremos más adelante.
¿Qué es la terapia EMDR?
La terapia EMDR, o terapia de Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares, es un enfoque terapéutico bastante efectivo cuando hablamos sobre experiencias traumáticas y otros eventos estresantes.
A diferencia de otras terapias, como la cognitivo-conductual, que se enfocan en cambiar los pensamientos sobre el evento, la EMDR influye de manera bastante directa en la forma en que el cerebro procesa y almacena las emociones intensas asociadas a esa experiencia.
Entonces, ¿qué significa esto? Que en lugar de simplemente reinterpretar lo que sucedió (en el evento traumático), ayuda a que la mente "reorganice" el recuerdo con el objetivo de reducir su impacto emocional.
Para entender esto, primero es necesario recordar que cuando vivimos una experiencia traumática, a veces el cerebro procesa esa información de forma normal. Es decir, es como si esa memoria quedara atrapada, sin pasar por el “filtro” que ayuda a almacenarla sin tanto impacto emocional. Es por eso que cada vez que algo nos recuerda esa experiencia, sentimos de nuevo el mismo dolor, miedo o estrés, como si estuviéramos reviviendo el momento.
¿Cuál es la función de la terapia EMDR en estos casos? Pues, ayudar a que el cerebro “desbloquee” esa memoria atrapada y la procese de una forma más saludable. A través de movimientos oculares o de otros tipos de estimulación (como sonidos o toques alternos), se activa una parte del cerebro que permite que esa experiencia, en vez de sentirse tan presente y cargada de emociones, se convierta en un recuerdo menos doloroso.
En otras palabras, es como si, poco a poco, el cerebro reorganizara esa memoria para que ya no te afecte de la misma manera. En lugar de eliminar el recuerdo, permite que puedas verlo como algo que pasó, sin que te cause tanto malestar en el presente.
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Un poco de historia
La terapia EMDR fue desarrollada por la psicóloga estadounidense Francine Shapiro a finales de los años 80. Lo interesante del asunto es que su descubrimiento fue accidental.
¿Qué fue lo que pasó? Shapiro, durante un paseo, se dio cuenta de que, al mover sus ojos de lado a lado, sus propios pensamientos negativos parecían perder fuerza emocional. Fue a partir de esta experiencia que comenzó a investigar si estos movimientos oculares podrían tener alguna influencia en la forma en que el cerebro procesa la información traumática.
Tras esta observación, la psicóloga desarrolló una serie de protocolos y técnicas que implicaban movimientos oculares u otras formas de estimulación bilateral.
Los primeros estudios se centraron en personas que habían vivido experiencias muy difíciles, como veteranos de guerra y sobrevivientes de abuso, y mostraron resultados prometedores.
Luego, al pasar del tiempo, se realizaron investigaciones más amplias que confirmaron la eficacia de la EMDR y su potencial para ayudar a una gran cantidad de personas afectadas por trauma.
Parece mentira (pero es muy cierto) cómo una técnica que se descubrió casi por casualidad, ahora es reconocida y empleada por profesionales de la salud mental de todo el mundo e incluso recomendada por organismos internacionales tan importantes como la OMS.
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¿Para qué sirve la terapia EMDR
La EMDR se utiliza principalmente para el tratamiento del Trastorno de Estrés Postraumático, pero también ha mostrado ser bastante efectivo en distintos trastornos emocionales y mentales, entre los que se incluyen:
- Las fobias, el trastorno de pánico y el trastorno obsesivo-compulsivo.
- Casos de depresión y algunas presentaciones del trastorno bipolar.
- El trastorno de identidad disociativo.
- Casos de pérdidas significativas que dificultan el proceso de duelo.
- Algunos dolores crónicos que estén relacionados con experiencias traumáticas o emocionales.
EMDR y trauma: ¿cómo funciona?
Si tienes interés en superar una situación traumática debes saber que la terapia EMDR tiene un proceso en varias fases que ayuda al cerebro a manejar este tipo de recuerdos de una forma menos abrumadora.
Como te comentamos previamente, la idea es que, al recordar un evento doloroso mientras el cerebro recibe una estimulación bilateral, se active un mecanismo que permita reorganizar esa memoria de otra forma.
Para ello, el terapeuta puede usar distintos tipos de estimulación bilateral: movimientos oculares, sonidos alternados o toques rítmicos en cada lado del cuerpo. Esto activa ambos hemisferios del cerebro, lo que facilita que el recuerdo se “almacene” de manera menos dolorosa.
Durante una sesión de EMDR, el terapeuta primero ayuda a la persona a identificar las memorias o pensamientos negativos que la afectan. Luego, mientras recuerda el evento traumático, se aplica la estimulación bilateral. Este proceso hace que el cerebro se reorganice y empiece a procesar la memoria de una forma más saludable, y de esta forma se reduce la carga emocional.
Entonces, es importante tener claro esto: la terapia EMDR no pretende borrar el recuerdo, sino hacer que deje de ser un obstáculo emocional. Quienes han pasado por esta terapia suelen describir una sensación de alivio, como si el recuerdo doloroso se volviera menos intenso.
Esther Tomás Ruiz
Esther Tomás Ruiz
Psicóloga, coach y terapeuta de familia y parejas
La terapia EMDR se ha vuelto una herramienta efectiva y científicamente respaldada para tratar el trauma y otros problemas emocionales. Aunque aún se investigan sus mecanismos exactos, una gran cantidad de estudios han demostrado que la estimulación bilateral ayuda al cerebro a procesar recuerdos dolorosos de forma menos invasiva.
A medida que sigue la investigación, es probable que EMDR siga siendo una opción recomendada para tratar el trauma y mejorar la calidad de vida de quienes han pasado por experiencias difíciles. Así que, si estás pensando en explorar opciones de tratamiento para algo que aún te afecta mucho emocionalmente, el EMDR puede ser una alternativa a tomar en cuenta.