La psicopatología de la afectividad es un campo concreto de la psicología que engloba los diferentes trastornos o alteraciones de la afectividad, es decir, aquellos que tienen relación con los sentimientos, las emociones y los afectos.
Hoy hablaremos de una alteración en concreto: la paratimia. ¿Cómo se explica que una persona se comporte de forma incongruente a la situación que está experimentando? ¿Has visto reír a alguien en un entierro? ¿Qué ocurre cuando estas experiencias resultan patológicas? De eso trata la paratimia, y en este artículo lo analizaremos con detalle.
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Las emociones humanas
Las emociones nos permiten adaptarnos al mundo en el que vivimos, así como a nuestro mundo interno. Junto con ellas, los sentimientos y los afectos constituyen fenómenos y herramientas de gestión emocional. Estos, a su vez, influyen en nuestra percepción y en nuestra experiencia vital.
Las emociones son un canal de expresión: su gestión adecuada contribuye al bienestar personal de cada uno y predispone a una buena salud mental. La gestión inadecuada o la represión de las mismas, en cambio, puede provocar en la persona malestar y sufrimiento psicológico.
La psicología afectiva engloba estos conceptos. La psicopatología de la afectividad, por su parte, incluiría las alteraciones que se producen en la esfera emocional, afectiva y sentimental de la persona.
Psicología de la afectividad
La afectividad o vida afectiva engloba todas aquellas experiencias que definen y limitan la vida emocional de una persona. Es un conjunto de tendencias y estados que la persona experimenta de manera propia e inmediata.
La afectividad influye en nuestra personalidad y en nuestro comportamiento, especialmente en su expresión. Generalmente se distribuye en polos dicotómicos como placer/dolor o alegría/tristeza. Por eso, como veremos, los efectos de la paratimia se extienden a muchos ámbitos de la vida.
Dicho esto, vamos a conocer los diferentes conceptos que engloba la psicología de la afectividad:
Emociones
Las emociones son respuestas afectivas internas que pueden ir acompañados de síntomas somáticos y que aparecen en respuesta a una vivencia. Esta vivencia puede ser interna (un pensamiento, una sensación...) o externa (un suceso).
Las emociones mantienen o acaban con el acontecimiento desencadenante. Algunas de ellas son el miedo, la alegría, la rabia...
Sentimientos
Los sentimientos son la experiencia subjetiva de la emoción. Son más duraderos y menos intensos que las emociones y, a diferencia de estas, no se acompañan de síntomas somáticos o vegetativos. Por ejemplo son sentimientos el amor, los celos o el orgullo.
Estado de ánimo o humor
Es el estado basal de la persona, de duración prolongada, estable y persistente, que acompaña la experiencia vital. A diferencia de los anteriores, se instaura de forma más lenta y progresiva.
Se trata de una disposición a reaccionar con un cierto tipo de emoción a los diferentes acontecimientos. Puede ser reactivo a una situación (externa o interna) o bien aparecer espontáneamente. Por ejemplo sería el estado de ánimo triste, alegre…
Paratimia: alteraciones de la afectividad
Existe una gran variedad de alteraciones que afectan a las esferas comentadas. Estas pueden aparecer de forma aislada en el individuo, o dentro de un cuadro psicopatológico más global (por ejemplo esquizofrenia, manía, depresión…). Dentro de la esfera afectiva y emocional, encontramos la paratimia.
La paratimia, también llamada discordancia o incongruencia ideoafectiva, es la falta de relación entre lo expresado verbalmente y el vivenciar afectivo. Es decir, el sujeto experimenta sentimientos inadecuados o incongruentes para la situación que está viviendo o para los pensamientos que está teniendo.
Así pues, se trata de una reacción discordante de la afectividad: por ejemplo, mostrar irritación en situaciones alegres, reírse en situaciones tristes (por ejemplo en un entierro) o llorar ante un pensamiento divertido. Esta inadecuación puede comprender aspectos cuantitativos (intensidad) o cualitativos (tono, matiz o calidad).
La paratimia aparece con frecuencia en la esquizofrenia (especialmente cuando existen síntomas negativos y defectuales), en trastornos orgánicos cerebrales y en trastornos afectivos primarios (aunque en estos últimos de forma excepcional).
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Tipos de paratimias
Existen, además de la paratimia comentada, dos tipos más, aunque con significados bastante diferentes a la paratimia original. Se trata de la paratimia positiva y la paratimia negativa.
La paratimia positiva o alegría patología aparece cuando el sujeto se mantiene en un estado eufórico e hiperactivo característico. Se manifiesta en los episodios maníacos del trastorno bipolar o en cuadros orgánicos (moria).
En la paratimia negativa o tristeza patológica, sucede justo lo contrario; el sujeto se siente especialmente triste o apenado. Aparece sobre todo en los episodios depresivos.
Sus diferencias con la indiferencia afectiva
No debemos confundir la paratimia con otra alteración de la afectividad: la frialdad o indiferencia afectiva. Esta consiste en la carencia o la pérdida de la capacidad de presentar respuestas afectivas, o la incapacidad de modular y ser flexibles con las emociones.
Las personas con indiferencia afectiva se muestran frías, insensibles e incapaces de involucrarse emocionalmente con otras personas o en sus actos.
Al igual que la paratimia, esta alteración aparece en la esquizofrenia residual y en trastornos orgánicos cerebrales. Por otro lado, también puede manifestarse en algunos trastornos de la personalidad.