Los Trastornos del Espectro Autista (TEA) son trastornos del neurodesarrollo caracterizados por dificultades comunicativas y socialesl, así como por patrones de intereses restringidos. Aquí hablaremos de las principales teorías sobre el autismo que intentan explicar su origen.
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Teorías sobre el autismo
Aunque actualmente se considera el origen del autismo desconocido, se han desarrollado multitud de teorías, tanto psicológicas como biológicas, para explicarlo. Algunas están más avaladas que otras. Vamos a conocerlas.
1. Teorías psicológicas
Dentro de estas teorías encontramos las siguientes:
1.1. Teoría de la Mente
Una de las teorías sobre el autismo es la que relaciona el autismo con la teoría de la mente (ToM), formulada por Simon Baron-Cohen. Este tipo de teorías se han ido investigando cada vez más.
La teoría de la mente se refiere a la “habilidad que tenemos los seres humanos para comprender y predecir la conducta de otras personas, sus conocimientos, sus intenciones y sus creencias”.
El concepto de la ToM fue introducido por Premack y Woodruf (1978), quienes elaboraron experimentos con chimpancés con el objetivo de conocer su capacidad de comprensión en relación a la mente humana.
1.2. Teoría neuropsicológica
Esta teoría habla de una alteración de la Función Ejecutiva en personas con autismo.
Fisher y Happé (2005) plantean que los fallos propios del autismo se originan principalmente por alteraciones del lóbulo frontal. El lóbulo frontal, se encarga de funciones como la memoria y la regulación de estímulos del medio, tanto visuales como auditivos. También está implicado en la regulación emocional, el control de impulsos y en el comportamiento social.
Además, las alteraciones frontales se relacionan con las funciones ejecutivas, es decir, el conjunto de procesos encargados de generar, monitorizar y controlar la acción y el pensamiento. Además, incluyen aspectos de planificación y ejecución de comportamientos complejos, memoria de trabajo y control inhibitorio.
Cuando se han evaluado dichas funciones en la población con autismo, los resultados han sugerido fallos globales de la función ejecutiva y aspectos particulares propuestos como causantes del TEA.
Las alteraciones globales en el funcionamiento ejecutivo se han observado en un número elevado de perseveraciones y fallos en encontrar estrategias eficaces para conseguir la meta; por ejemplo, en el Test de Clasificación de cartas de Wisconsin.
Se ha planteado, en relación a estos hallazgos, una posible alteración prefrontal junto con disfunciones subcorticales, como causantes de los síntomas típicos del TEA en las áreas social y cognitiva.
1.3. Teoría del Debilitamiento de la Coherencia Central
Otra de las teorías sobre el autismo es la teoría fue propuesta por Uta Frith en 2003, quien propone que el autismo se caracteriza por un déficit específico en la integración de la información a diferentes niveles.
Según esta teoría, los niños con autismo presentan dificultades para realizar eficientemente comparaciones, juicios e inferencias conceptuales.
1.4. Teoría afectivo-social de Hobson
La teoría de Hobson(1995) plantea que los déficits cognitivos y sociales en el autismo son de naturaleza afectivo-social. Hobson defiende el papel de la emoción en el desarrollo de las relaciones interpersonales como déficit primario en las personas con autismo. Sugiere que las personas con autismo manifiestan una mayor dificultad en comprender la emoción, y que esto afecta negativamente sus interacciones sociales.
Hobson estudió el lenguaje espontáneo de los autistas para conocer sus primeras verbalizaciones sobre los estados mentales, y encontró deficiencias específicas en su capacidad de hablar sobre estados como pensar, saber y creer.
En definitiva, Hobson plantea rescatar la importancia de los trastornos interpersonales-afectivos que se encuentran en la base del problema del autismo.
1.5. Teoría de la ceguera mental de Baron-Cohen
Según esta teoría, muy relacionada con la teoría de la mente, las personas afectadas por un trastorno del espectro autista no comprenden las intenciones de los demás y experimentan ansiedad cuando ciertas conductas les parecen impredecibles, ya que son incapaces de anticiparse a los hechos.
Baron-Cohen propone un retraso en el desarrollo de la teoría de la mente, produciendo diversos grados de “ceguera mental”.
Esta teoría explicaría las dificultades sociales y de comunicación de las personas que no son neurotípicas y por extensión que son autistas. Esta limitación también se da en otra serie de patologías como la esquizofrenia, el trastorno límite de la personalidad, la conductas narcisistas y las personas en fase psicótica.
1.6. Teoría del cerebro masculino extremo (Baron-Cohen)
Este autor propone un exceso de testosterona durante el embarazo que acaba originando un cerebro excesivamente masculinizado (bueno para sistematizar y malo para empatizar). Nunca se ha llegado a demostrar.
2. Teorías biológicas
Por otro lado, dentro de las teorías biológicas encontramos las siguientes teorías sobre el autismo:
2.1. Teorías anatómicas
Algunos autores han encontrado lesiones del hemisferio derecho en niños autistas, y lo han relacionado con alteraciones en las funciones del discurso y en afectaciones en el lenguaje no verbal. Todo ello dificulta la comprensión de diferentes actitudes en los demás (por ejemplo comprender el sarcasmo, la ironía o los dobles sentidos), así como la empatía y el poder inferir y atribuir aspectos de los demás.
Así, el hemisferio derecho tiene implicaciones importantes para entender la percepción, el aspecto emocional, el lenguaje no verbal, el reconocimiento de caras y las emociones. También se han encontrado alteraciones estructurales en la amígdala y el lóbulo temporal y la corteza cingulada anterior.
Concretamente, la amígdala se ha relacionado con la regulación de las emociones, sobre todo los sentimientos de rabia y miedo y la reacción fisiológica que producen dichas emociones. Por su parte, la cingulada anterior posibilita a las personas la “capacidad de establecer soluciones a un problema novedoso llevando a cabo predicciones de las consecuencias”.
2.2. Otras teorías biológicas
Además de las teorías anatómicas mencionadas encontramos: hipótesis genéticas (Síndrome X Frágil con características autísticas), inmunológicas (procesos infecciosos, como por ejemplo la rubeóla congénita), metabólicas (fenilcetonuria), cuadros convulsivos (p. Ej. Síndrome de West), condiciones pre/peri/post natales y finalmente la hipótesis de la hiperserotoninemia (exceso de serotonina en el líquido cefalorraquídeo).
Referencias bibliográficas:
- García, D. & Muñoz, P. (2000). Funciones ejecutivas y rendimiento escolar en educación primaria. Un estudio exploratorio. Revista Complutense de Educación, 11(1), 39-56.
- Tirapu-Ustárroz, J., Pérez-Sayes, G., Erekatxo-Bilbao, M. & Pelegrín-Valero, C. (2007). ¿Qué es la teoría de la mente?. Revista de Neurología, 44, 479-489.
- Gómez, I. (2010). Ciencia Cognitiva, Teoría de la Mente y autismo. Pensamiento Psicológico, 8(15), 113-124.
- Liliana Calderón, L., Congote, C. , Richard, Sh. , Sierra, S. , Vélez, C. (2012). Aportes desde la teoría de la mente y de la función ejecutiva a la comprensión de los trastornos del espectro autista. Revista CES Psicología, 5(1), 77-90.
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