El problema de la carga cognitiva del trabajo doméstico en parejas heterosexuales

Las relaciones de pareja heterosexuales tienen sus particulares problemas al repartir tareas.

El problema de la carga cognitiva del trabajo doméstico en parejas heterosexuales
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Ella está cansada, y no solo físicamente. Desde que se mudó con su novio, carga con la lista mental de lo que falta, lo que hay que pagar, las citas médicas, el mercado y mil detalles más.

Entiende que él trabaja mucho y llega estresado, pero ella también tiene jornadas largas, y aún así termina siendo la que organiza, recuerda y coordina todo. Ha intentado hablarlo, pero cuando lo hace ya está al límite y la conversación termina en peleas que no llevan a nada.

Esta historia no es rara. Le pasa a muchísimas parejas formadas por una mujer y un hombre. La llamada “carga mental” del hogar no se reparte de forma pareja, y eso genera cansancio, frustración y distancia.

Lo importante de todo esto es que se puede trabajar, y hoy vamos a conversar sobre cómo hacerlo.

¿Qué es la carga mental del hogar?

Cuando hablamos de trabajo doméstico, la mayoría piensa en lo visible: cocinar, limpiar, lavar, tender la cama. Pero hay otra parte que casi nunca se nota y que también agota: pensar todo el tiempo en lo que hay que hacer. Es ese esfuerzo mental de planear, recordar, anticipar y resolver, que hace que la casa funcione.

Eso es la carga cognitiva del trabajo doméstico: todo lo que pasa en la mente de quien organiza el hogar. No se ve, pero ocupa espacio mental y energía emocional. Pensar si hay que comprar más papel higiénico, si la mascota tiene cita con el veterinario, cuándo vence el recibo del agua o quién se encargará del cumpleaños del sobrino.

Y cuando vives en pareja, esa lista crece. Ya no son solo tus pendientes, sino también los del otro. Si hay hijos el reto es aún mayor, y lo que antes era una lista pequeña se convierte en una especie de tablero mental que parece que nunca se apaga.

Durante mucho tiempo esto se ignoró, pero en los últimos años se ha hablado más del tema. Porque claro, tener un hogar organizado implica un montón de trabajo mental que suele recaer sobre una sola persona. El desafío es lograr que esa responsabilidad se comparta de manera justa. Y, claro, a veces no es una tarea fácil, pero sí necesaria si queremos cuidar la salud mental y la relación.

La desigualdad cuando se vive en pareja

La ciencia ha empezado a poner números a lo que muchas personas ya sentían. Un estudio de Elizabeth Aviv y su equipo de investigadores (2024) analizó a más de 300 madres con hijos pequeños. Encontraron que las mujeres asumían cerca del 73 % de la carga mental del hogar, mientras que los hombres participaban más en las tareas físicas.

El dato más interesante es que esta desigualdad en la parte “mental” estaba directamente relacionada con más estrés, cansancio y peor salud emocional. En cambio, la diferencia en las tareas físicas no afectaba tanto el bienestar psicológico.

Dicho de otra forma: lo que más desgasta no siempre es fregar platos o barrer, sino tener que pensar constantemente en todo lo que hay que hacer. Y eso se nota en las relaciones.

Cuando una persona carga con toda la planificación, empieza a sentirse como una especie de “gerente del hogar”, mientras la otra actúa como “ayudante”. Ese desequilibrio no solo causa discusiones, también genera una sensación de estar sola o solo en algo que debería ser compartido.

Lo que se sabe sobre las parejas heterosexuales

La socióloga Alison Daminger lo explicó en un estudio de 2019. Según su investigación, las mujeres suelen encargarse de las etapas más desgastantes del trabajo mental: anticipar lo que hace falta y revisar que se cumpla. Mientras tanto, los hombres suelen participar más en la toma de decisiones finales, una parte más visible y con más reconocimiento.

Daminger dividió este trabajo en cuatro pasos: anticipar, buscar opciones, decidir y monitorear. En la mayoría de las parejas heterosexuales, las mujeres hacen los dos primeros y el último, mientras que los hombres intervienen más en el momento de decidir. ¿El resultado? Ellas están más pendientes y ellos se sienten más participativos, aunque no hayan llevado el peso del proceso completo.

Esto no es una cuestión de mala intención, sino de aprendizaje social. Desde pequeños, a muchos hombres no se les enseña a anticipar o planificar, mientras que a las mujeres se les refuerza la idea de estar pendientes de todo. Pero ese hábito, en la adultez, puede terminar sobrecargando mentalmente a una sola persona.

Qué se ha visto en las parejas del mismo sexo

Cuando se estudian parejas homosexuales, las diferencias suelen ser menores, y esto ocurre porque no hay roles de género tan fijos. La distribución de tareas suele basarse más en la disponibilidad y las habilidades que en lo que “se espera” de cada uno.

Esto demuestra algo importante: la desigualdad no es natural, sino aprendida. Si no hay un guion cultural que diga quién debe cuidar o planear, las personas tienden a organizarse de una forma más equilibrada. Es una señal de que todas las parejas pueden crear su propio sistema, siempre que haya voluntad y comunicación.

Cómo buscar un equilibrio más sano

Reconocer el desequilibrio ya es un paso enorme. Pero lo que viene después es aún más importante: hacer algo al respecto. La carga mental no desaparece sola. Si una persona sigue siendo quien recuerda, organiza y revisa todo, no hay descanso posible.

Compartir las tareas del hogar no significa que cada quien haga exactamente lo mismo, sino que ambos se sientan mentalmente tranquilos y apoyados. Repartir la carga cognitiva es un acto de cuidado, y aquí van algunas ideas que pueden ayudar a que haya un mayor equilibrio.

1. Empezar a nombrar todo

Empieza por hablarlo y ponerle nombre. Hacer una lista de todas las tareas mentales del hogar puede ser un ejercicio revelador. Verlo claro permite entender el nivel de esfuerzo que implica mantener el hogar funcionando.

2. Conversar desde el trabajo en equipo

Evita los reproches. En lugar de decir “tú nunca haces nada”, prueba con “siento que estoy cargando con demasiadas cosas, ¿podemos revisar cómo equilibrarlo?”. Suena distinto y abre espacio para una conversación real.

3. Repartir las fases, no solo las tareas

Si uno cocina, también puede encargarse de planear el menú y comprar los ingredientes. Lo importante es que la misma persona no termine siendo siempre quien piensa y delega, porque eso también cansa.

4. Crear rutinas compartidas

Un rato a la semana para organizar juntos puede hacer una gran diferencia. Revisar el calendario, planear las compras o hablar de los pendientes evita que todo recaiga en una sola mente.

5. Usar herramientas que alivien la cabeza

Aplicaciones, recordatorios o listas compartidas ayudan a liberar espacio mental. Esto no solo ayuda a que la realización de las tareas sea más eficiente, sino también es útil para no depender de la memoria de una sola persona.

6. Validar el cansancio del otro

A veces solo hace falta escuchar. Si tu pareja dice que se siente saturada mentalmente, no lo tomes como una queja sin sentido. Reconocer el esfuerzo ya es una forma de acompañar.

7. Revisar lo aprendido

Muchos hábitos vienen de lo que vimos crecer. Si aprendiste que “la mujer es quien organiza la casa” o que “el hombre no se mete en esos temas”, vale la pena cuestionarlo. Cambiar esas dinámicas lleva tiempo, pero es posible.

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  • Aviv, E., Waizman, Y., Kim, E., Liu, J., Rodsky, E., & Saxbe, D. (2024). Cognitive household labor: gender disparities and consequences for maternal mental health and wellbeing. Archives Of Women S Mental Health.
  • Daminger, A. (2019, 4 octubre). How Couples Share «Cognitive Labor» and Why it Matters - Behavioral Scientist.

Al citar, reconoces el trabajo original, evitas problemas de plagio y permites a tus lectores acceder a las fuentes originales para obtener más información o verificar datos. Asegúrate siempre de dar crédito a los autores y de citar de forma adecuada.

Bárbara Zapico Salomón. (2025, octubre 31). El problema de la carga cognitiva del trabajo doméstico en parejas heterosexuales. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/clinica/problema-de-carga-cognitiva-trabajo-domestico-en-parejas-heterosexuales

Psicóloga

Madrid
Terapia online

Psicóloga General Sanitaria experta en ofrecer asistencia psicológica a pacientes de todas las edades, tanto en terapia individual como en terapia familiar y de pareja, de manera presencial u online. Desde su consulta en la zona de Cahamartín realiza intervenciones psicológicas en casos de depresión, conflictos familiares, trastornos de la conducta alimentaria, crisis de estrés, y otros problemas habituales.

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