La glosofobia se define como la fobia a hablar en público, es decir, el hecho de mostrar un miedo excesivo ante la idea de expresarse delante de un grupo de personas más o menos grande.
Ante este problema vinculado a la ansiedad se pueden aplicar distintas técnicas de intervención psicoterapéuticas, dirigidas a los diferentes síntomas, muy útiles para ayudar a la persona con glosofobia a recuperar su calidad de vida. En este artículo hablaremos sobre la glosofobia y acerca de qué técnicas psicoterapéuticas se pueden utilizar ante ella para superar este miedo patológico.
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¿Qué es la glosofobia?
Etimológicamente, el significado de la glosofobia viene de las palabras que la componen: “glosso”, lengua, y “fobos”, miedo. La podemos clasificar como un tipo de fobia social, con especificador de que solo se activa cuando se actúa delante de un público.
Por ahora sabemos que la glosofobia se refiere al miedo a hablar en público, pero es preciso diferenciarla de la sensación normal de ansiedad que aparece ante la inminente actuación delante de otras personas. Para hacer el diagnóstico de fobia es necesario que aparezca un intenso malestar en el sujeto, y que este repercuta en su funcionalidad; es decir, no basta con una sensación ansiosa de aumento de tensión antes de hablar en público, sino que realmente debemos observar una incapacidad para hacerlo. El sujeto lo pasa realmente mal y evita la situación, se queda en blanco o no logra finalizar la presentación.
Como he adelantado, la glosofobia se puede entender como un especificador de fobia social. La quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM 5) establece como único especificador de la fobia social el miedo excesivo a “sólo actuación” cuando este aparece únicamente cuando el individuo actúa o habla en público. Del mismo modo, igual que sucede con los otros tipos de fobia, para entender que una persona ha desarrollado glosofobia se requiere que los criterios diagnósticos se cumplan durante 6 meses como mínimo.
¿Y cuáles son los síntomas? Los típicos en la mayoría del resto de fobias, todos ellos ligados a la ansiedad. En concreto, destaca la aparición de una respuesta excesiva de ansiedad ante la experiencia generadora de este temor irracional, lo cual se plasma en los siguientes síntomas (los cuales aparece en cuestión de segundos y duran unos minutos, aunque no hace falta que aparezcan todos):
- Temblores
- Sensación de mareo
- Vértigo
- Náuseas
- Aceleración del pulso
- Sudores fríos
- Problemas para concentrarse
- Fuerte sentimiento de angustia, presentimiento de que algo irá muy mal
- Sentimiento de que se quiere salir de ese lugar cuanto antes
Como hemos visto, los síntomas de la glosofobia tienen una faceta fisiológica y emocional, otra de tipo cognitivo basada en pensamientos, y otra comportamental ligada a la respuesta de evitación y huida. El tratamiento psicológico deberá abordarlas todas.
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Intervención psicoterapéutica de la glosofobia
Ahora que conocemos cuáles son las causas y síntomas que pueden comportar esta patología, veremos las técnicas que se muestran más eficaces para tratar la glosofobia.
1. Psicoeducación
Es fundamental explicar al paciente qué le sucede para que pueda comprender por qué aparecen sus síntomas y con qué se relacionan. Que vea que no está “loco”, que hay otras personas que sufren la misma afectación, y lo más importante de todo, que hay modo de tratarlo y disminuir los síntomas y malestar.
Haciendo que el paciente sea conocedor de la patología, los psicólogos tenemos como objetivo aumentar la probabilidad de que se muestre más participativo en su tratamiento, mostrando más adherencia a la intervención.
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2. Aprendizaje de habilidades
Un paso previo a cualquier tipo de afrontamiento o exposición ante fobias consiste en comprobar si cuenta con las habilidades adecuadas para poder hacer frente a la situación de hablar en público de forma óptima. Si vemos que no tiene las habilidades adecuadas, será necesario realizar un aprendizaje y entrenamiento previo. De este modo, el sujeto ganará confianza, se sentirá más preparado y es más probable que la charla en público se realice de forma más favorable.
Las habilidades que podemos entrenar ante la situación de fobia social son tanto las sociales como las comunicativas. En el caso de la glosofobia las últimas, las comunicativas, serán las más importantes. Se trabaja en saber cómo expresarse de forma clara, pausada, con un tono de voz adecuado, haciendo las respiraciones necesarias, evitando moverse constantemente, ya que una correcta comunicación corporal también es importante.
3. Técnicas de relajación y respiración
Los síntomas físicos que surgen ante la situación de habla en público se relacionan con un aumento de la activación somática, aceleración de la respiración, de la presión sanguínea y de los latidos del corazón. Por este motivo, realizar técnicas de relajación y respiración previas a la exposición a la situación fóbica puede ayudar a que el sujeto la afronte con mayor tranquilidad.
De igual forma, también es bueno trabajar la respiración para efectuarla de modo correcto, con un ritmo adecuado, cuando se realiza la charla o actuación en público. Si se realizan inspiraciones y espiraciones lentas favorecemos que el tiempo de respiración sea calmado y disminuya así la probabilidad de sensación de ahogo y falta de aire.
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4. Exposición
La técnica de exposición es el núcleo de la terapia para la glosofobia, la que ha demostrado mayor eficacia. Esta estrategia consiste en exponer al sujeto ante la situación que le causa temor, pasando por una curva de dificultad bien ajustada, con el propósito de conseguir que su miedo disminuya de manera progresiva.
Si hacemos que el paciente se exponga y vea que no sucede nada negativo y que puede realizar la actuación de un modo adecuado, poco a poco los síntomas ansiosos y pensamiento negativos repetitivos irán disminuyendo, y con ello el malestar.
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5. Técnicas cognitivo-conductuales
Las técnicas cognitivo-conductuales utilizan múltiples estrategias, algunas de las cuales introducen metas centradas en el trabajo cognitivo, es decir, la gestión de los pensamientos, las creencias y la toma de decisiones. Entre ellas destaca la reestructuración cognitiva, que tiene como finalidad identificar y modificar las creencias disfuncionales, pensamientos negativos repetitivos, que como ya hemos mencionado, aparecen en los sujetos con glosofobia y hacen que la psicopatología siga funcionando.
Un modo eficaz de probar la irracionalidad de los pensamientos consiste en efectuar la acción temida y comprobar que es lo que sucede. Por este motivo es interesante aplicar la reestructuración cognitiva junto a la exposición, realizando tanto estrategias de modificación cognitiva como de cambio conductual.
Ignacio García Vicente
Ignacio García Vicente
Psicólogo especializado en adultos
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6. Video-feedback
La técnica del video-feedback también se utiliza para el tratamiento de la fobia social. Esta estrategia consiste en filmar al sujeto mientras realiza la interacción social, en este caso mientras habla en público, para que así pueda verse y comprobar que su actuación no es tan negativa como cree y poder modificar así la imagen distorsionada que tiene de él mismo y pueda aumentar su confianza.
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