Xilofobia: síntomas, causas y tratamiento

Este tipo de fobia específica a la madera y a los objetos compuestos por ella es muy poco común.

Xilofobia
Una fobia específica muy poco común.Unsplash.

La xilofobia, también conocida como hilofobia, es el miedo persistente e intenso a los objetos hechos con madera, o a los materiales que la simulan, así como a las áreas boscosas. Aunque es poco frecuente, se trata de una fobia específica a un ambiente natural, que puede estar relacionada con los peligros asociados a los bosques.

A continuación qué es la xilofobia así como sus principales síntomas y algunas estrategias para contrarrestar.

Xilofobia: miedo a la madera

El término xilofobia se compone de la voz griega “xilo” (xylon), que significa madera, y “fobos” que quiere decir miedo. Se trata de un miedo persistente y excesivo a la madera, sus características (olor, textura) y los objetos que de esta se derivan. Así mismo se caracteriza por un temor a los bosques y por los materiales que simulan la madera.

Al ser una fobia cuyo desencadenante es un elemento de la naturaleza, la xilofobia puede ser definida como una fobia específica al ambiente natural. Como tal ha sido poco o nulamente investigada, ya que se manifiesta en escasa frecuencia.

Lo que sí puede ocurrir con mayor frecuencia es que se trate de un miedo que se relaciona con otros, por ejemplo, de tipo situacional. Estos últimos son los miedos persistentes a circunstancias o sitios determinados, como a los bosques o los espacios abiertos. En este caso, la xilofobia puede estar relacionada no sólo con la madera, sino con la oscuridad, los lugares muy abiertos, la incertidumbre, a los animales, a perderse, etcétera.

Características y principales síntomas

Cuando nos encontramos ante situaciones que representan un peligro, ya sea real o percibido, nuestro organismo nos alerta de distintas maneras. Específicamente se activa una parte de nuestras células nerviosas conocida como sistema nervioso autónomo, que regula las funciones involuntarias de nuestro cuerpo.

Entre estas funciones se encuentra, por ejemplo, la actividad visceral, la frecuencia respiratoria, la sudoración o las palpitaciones. Todas estas reacciones, que se relacionan con el miedo, nos permiten poner en marcha una serie de conductas adaptativas, es decir, nos permiten responder proporcionalmente ante el posible daño.

Pero, también puede pasar que las reacciones anteriores se presenten de manera desproporcionada, impidiendonos generar respuestas adaptativas e impactando de manera importante nuestras experiencias con respecto al estímulo.

Precisamente, las fobias específicas como la xilofobia se caracterizan por una respuesta de ansiedad activada ante la exposición al estímulo que se percibe como nocivo. Así pues, la xilofobia puede manifestarse a través de los siguientes síntomas principalmente: taquicardia, aumento de presión sanguínea, sudoración, disminución de la actividad gástrica, palpitaciones, hiperventilación.

De igual manera y en caso de activarse la parte del sistema nervioso autónomo conocida como “sistema nervioso parasimpático”, la xilofobia puede generar las respuestas fisiológicas asociadas con el asco, como desaceleración cardiovascular, sequedad de la boca, náuseas, dolor de estómago, mareo y disminución de la temperatura.

La sintomatología anterior varía según si la fobia específica es a una situación, a un elemento medioambiental, a los animales, a las heridas, o a cualquier otro tipo. Según el caso, otra de las manifestaciones posibles es la presencia de un ataque de pánico.

Por otro lado, es común la presencia de conductas secundarias, que sona aquellas que la persona realiza para protegerse del estímulo nocivo y prevenir la respuesta de ansiedad. Se trata de conductas defensivas y evitativas (hacer lo posible por no exponerse al estímulo nocivo) e hipervigilancia sobre las situaciones o elementos relacionados. A lo anterior se suma la percepción de carecer de recursos para afrontar el estímulo temido, lo que puede agravar la respuesta de ansiedad e incrementar las conductas evitativas.

Causas

Tal como ocurre con otras fobias específicas, la xilofobia puede está causada por una serie de asociaciones aprendidas sobre el estímulo y un posible daño. En este caso, se trata de asociaciones sobre las zonas boscosas y los elementos que las componen (especialmente la madera), y los peligros relacionados.

Dichas asociaciones pueden estar basadas en experiencias reales y directas de peligro, o bien, pueden haberse fijado por experiencias indirectas . En el caso específico de la xilofobia, puede influir de manera importante la exposición mediática a los espacios boscosos, donde son generalmente representados en una estrecha relación con peligros inminentes, por ejemplo, perderse o ser atacado por un animal o por alguna persona.

¿Cuándo se desarrolla una fobia?

Por lo general, las fobias de tipo ambiente natural comienzan en la infancia (antes de los 12 años), y las fobias de tipo situacional puede comenzar tanto en la infancia como después de los 20 años. De igual manera, puede ocurrir que una fobia específica se desarrolle hasta la adultez, aún cuando el miedo no persistente haya comenzado desde la infancia.

Esto último no se ha estudiado en la xilofobia, pero sí en las fobia a animales, a sangre e inyecciones, a conducir y a las alturas. Además, cuando el desarrollo ocurre durante la infancia y la adolescencia, los miedos fóbicos tienen mayor probabilidad de disminuir incluso sin necesidad de tratamiento; cuestión que es más difícil que ocurra en la adultez. Es más común que las fobias específicas se presenten en mujeres que en varones.

Tratamientos principales

En inicio es importante evaluar la situación y el estímulo temido para determinar las causas. A partir de ahí, es importante detectar las conductas problemáticas tanto a nivel cognitivo como fisiológico y social, así como la intensidad de la respuestas de ansiedad. posteriormente es importante analizar los recursos emocionales y los estilos de afrontamiento de la persona para saber qué es necesario reforzar o modificar.

Para intervenir directamente sobre la xilofobia, así como para tratar otros tipos de fobias específicas, es común utilizar estrategias como las siguientes:

La eficacia de cada uno depende del tipo específico de fobia y de los sintomas particulares de quien la tiene.

Referencias bibliográficas:

  • Fritscher, L. (2018). Understanding Xylophobia or the Irrational Fear of Wooded Areas. Recuperado 10 de septiembre de 2018. Disponible en https://www.verywellmind.com/what-is-the-fear-of-the-woods-2671899.
  • Bados, A. (2005). Fobias Específicas. Facultad de Psicología, Universidad de Barcelona.

Psicóloga | Redactora especializada en Psicología Social

Licenciada en Psicología por la Universidad de las Américas Puebla (México). Máster en Investigación e Intervención Psicosocial por la Universitat Autònoma de Barcelona, con experiencia profesional en inclusión social y educativa así como docencia en psicopedagogía. Cuenta con estudios en política pública y derechos humanos y actualmente es doctoranda en Psicología Social en la Universitat Autònoma de Barcelona, donde trabaja temas relacionados con metodologías cualitativas, salud pública, salud mental, diversidad funcional y perspectiva de género.

Psicólogo/a

¿Eres psicólogo?

Date de alta en nuestro directorio de profesionales

Artículos relacionados

Artículos nuevos

Quizás te interese