Las 15 mejores obras de la literatura castellana

Una lista de las obras literarias más importantes en lengua castellana.

Las mejores obras de la literatura castellana

Si eres un lector empedernido, te sonará aquello de “no hay vida suficiente para leer todos los libros del mundo”. Efectivamente, esto es imposible; pero las selecciones ayudan, y mucho, a saber qué leer en cada momento.

Hoy os presentamos una lista de las 15 mejores obras de la literatura en lengua castellana, desde finales de la Edad Media hasta el siglo XX, que seguro que te alegrarán las tardes de lluvia y frío otoñales. Disfruta de la lectura.

15 obras de la literatura castellana que no te puedes perder

Prepara el lápiz y apunta. Aquí va una lista de las mejores obras de la historia de la literatura en castellano.

1. Tragicomedia de Calisto y Melibea (La Celestina), de Fernando de Rojas (ca. 1500)

Conocida popularmente por el nombre de uno de sus personajes, Celestina, la vieja alcahueta que ha pasado a ser sinónimo de casamentera. La obra tiene una longitud extraordinaria (21 actos en su versión final), por lo que muchos autores se refieren a ella como “novela dialogada”. La historia gira entorno a los amores clandestinos de los jóvenes Calisto y Melibea; se trata de una obra didáctica, puesto que se hace hincapié en la tragedia que sigue al hecho de dejarse llevar por las pasiones. Sin embargo, en su época la obra fue interpretada de diferente manera, pues muchos intelectuales, como el humanista Juan Luis Vives, la desaconsejaban por incitar al placer carnal.

2. Los Sonetos de Garcilaso de la Vega (s. XVI)

Considerado como uno de los poetas más grandes en lengua castellana, Garcilaso de la Vega trajo a España el clasicismo italiano. Durante su viaje a Italia en 1522 conoce la obra de Petrarca y de Jacopo Sannazaro; estos autores, y también escritores clásicos como Virgilio u Ovidio, influyeron enormemente en su obra poética. Sus Sonetos son el mejor ejemplo de poesía italianizante en castellano.

3. La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades, anónimo (1554)

Esta novela corta, de autor desconocido, es una corrosiva denuncia a la sociedad de la España del siglo XVI. A través del testimonio de Lázaro, un pobre niño de origen humilde que cambia constantemente de amo para poder sobrevivir, nos asomamos a la realidad social del momento. El Lazarillo de Tormes es la madre de las llamadas novelas picarescas, historias que giran en torno a mendigos, pícaros y ladrones, y que acusan un notable realismo en su retrato social.

Lazarillo de Tormes

4. El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes (1605-1615)

Estamos ante una de las más importantes obras de la literatura universal; según algunas fuentes, la más leída después de la Biblia. La historia de don Alonso Quijano, un pobre hidalgo que se pasa el día leyendo libros de caballerías y, en consecuencia, pierde el juicio, ha conmovido a generaciones de lectores. Considerada por muchos como la primera novela moderna, El Quijote realiza una crítica burlona y mordaz sobre las novelas de caballerías y el amor cortés.

5. Las Fábulas de Félix de Samaniego (1784)

Mucha gente conoce las fábulas de Samaniego, pero ignora que él es el autor. Seguro que os suenan La cigarra y la hormiga y La zorra y las uvas. El autor de estos cuentos didácticos y moralizantes fue Félix María de Samaniego, escritor español profundamente ilustrado que satirizó sobre las costumbres y los vicios humanos, la política e incluso el clero, y fue miembro de la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País. Sus fábulas han pasado a la posteridad no solo como cuentos para niños, sino también como una velada crítica hacia la sociedad, como era usual entre los ilustrados del siglo XVIII.

6. Las Rimas y leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer (1871)

Si existe algún autor con el cual identificamos el Romanticismo en lengua castellana, ese es Bécquer. Sin embargo, técnicamente, su obra se desarrolla cuando el Romanticismo ya había desaparecido del panorama europeo. Qué más da. Sus Rimas y leyendas, una colección de poesías y de relatos cortos de estilo gótico, siguen apasionando a sus lectores más de 150 años después de su publicación.

7. La Regenta, de Leopoldo ‘Alas’ Clarín (1884)

Sin duda es uno de los mayores monumentos de la literatura castellana; una lectura absolutamente imprescindible. El siglo XIX es el siglo de oro de la novela, y en España hacen furor las directrices naturalistas de la vecina Francia. La Regenta no solo recoge estos preceptos realistas, sino que introduce elementos de la novela psicológica, al incluir monólogos interiores que nos muestran el estado emotivo de los personajes. La obra narra la historia de Anita Ozores y el triángulo que sostiene con los tres hombres de su vida: su esposo, el Regente de la Audiencia (de ahí su apodo, la Regenta); su amante, el donjuán Álvaro Mesía, y su confesor, el magistral Fermín de Pas.

La regenta

8. Fortunata y Jacinta, de Benito Pérez Galdós (1887)

Es otro de los monumentos literarios que nos ha dejado la literatura castellana. Galdós realiza una disección del Madrid de la época a través de la historia de dos mujeres: Jacinta, de clase alta, y Fortunata, que pertenece a las clases populares. El nexo de unión entre ambas es Juan, marido de la primera y amante de la segunda. A través de excelentes descripciones y riquísimas caracterizaciones psicológicas, Galdós nos sumerge en la vida íntima de los personajes, en sus miserias y en sus esperanzas.

9. Luces de Bohemia, de Ramón María del Valle-Inclán (1920)

Inauguradora y obra cumbre del teatro del esperpento, como lo llamó el propio autor, Luces de Bohemia nos traslada a los bajos fondos del Madrid de principios de siglo XX. El protagonista, Max Estrella, es un pobre escritor ciego que vive en la miseria. Durante su última noche en la tierra, lo acompañan una multitud de personajes, a cada cual más extraño y rocambolesco.

10. Azul…, de Rubén Darío (1888)

Esta recopilación de cuentos y poesías del nicaragüense Rubén Darío es, según muchos autores, el inicio del modernismo hispanoamericano. El mismo Darío calificó la obra como de parnasiana, de muy francesa. No en vano, durante su adolescencia, el poeta ya se había imbuido de la literatura del país galo, especialmente de la obra de Victor Hugo. Azul… cuenta con un bellísimo lenguaje cargado de imágenes sugerentes y de una notable musicalidad francesa. Y todo esto, escrito por un joven de solo 21 años.

11. Poeta en Nueva York, de Federico García Loca (1940)

Recopilación de los poemas que el insigne poeta granadino realizó durante su viaje a Estados Unidos y Cuba en 1929 y 1930. El poeta coincide en Nueva York con la realidad económica y social que ha marcado el reciente crack del 29. El poemario, que está considerado su mejor obra, fue publicado póstumamente, en 1940, cuatro años después de su asesinato.

12. Nada, de Carmen Laforet (1945)

La obra sorteó los peligrosos senderos de la censura franquista prácticamente de milagro. Los censores de turno la autorizaron porque, según ellos, era una novela “insulsa”, “sin peripecias de relieve”. Tenemos que agradecer el poco tino que tuvieron los censores del momento, ya que gracias a ello Nada vio la luz. La historia gira en torno a una chica de provincias que viene a estudiar a Barcelona. A través de su testimonio, Carmen Laforet realiza el retrato de la sociedad aletargada de la posguerra española. Una obra colosal, enmarcada dentro del existencialismo, que se ha erigido como una de las mejores novelas en castellano del siglo XX.

13. La ciudad y los perros, de Mario Vargas Llosa (1963)

Primera novela del escritor peruano ganador del Nobel Mario Vargas Llosa, que ganó el premio Biblioteca Breve en 1962. Vargas Llosa se enmarca dentro del llamado boom latinoamericano, una explosión de obras maestras de insignes autores como el mismo Vargas Llosa, Borges o Cortázar. La historia de La ciudad y los perros transcurre en una academia militar, donde varios jóvenes deben desarrollar su personalidad bajo un duro régimen castrense. El autor realiza una crítica a este tipo de educación y a la humillación que conlleva.

14. Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez (1967)

La obra más conocida del también conocidísimo Gabriel García Márquez. Durante el IV Congreso de Internacional de Lengua Española, celebrado en Cartagena de Indias en marzo de 2007, la novela fue considerada como una de las más importantes en lengua castellana. Efectivamente, la historia de la familia Buendía, narrada a través de sus siete generaciones, es una de las novelas más traducidas y leídas del mundo.

15. Entre visillos, de Carmen Martín Gaite (1958)

En un pueblo de la España rural de la posguerra, un grupo de chicas jóvenes se relacionan e intercambian experiencias vitales, marcadas por el tedio que supone vivir en un lugar remoto, apartado y donde nunca pasa nada nuevo. Cuando el nuevo profesor de alemán, Pablo Klein, hace acto de presencia en el pueblo con sus ideas frescas y nuevas, causa un revuelo que hará temblar las convicciones de las chicas. Carmen Martín Gaite ganó el premio Nadal con esta novela, la primera que publicó y que está considerada una de las mejores obras en castellano del siglo XX.

Periodista

Licenciada en Humanidades y Periodismo por la Universitat Internacional de Catalunya y estudiante de especialización en Cultura e Historia Medieval. Autora de numerosos relatos cortos, artículos sobre historia y arte y de una novela histórica.

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