Pío Baroja: biografía de este importante escritor español

Un recorrido por la vida y la obra de Pío Baroja, autor de la llamada “Generación del 98”.

Pío Baroja: biografía de este importante escritor español

Pío Baroja y Nessi (1872-1956) es a menudo incluido en la nómina de escritores que conformaron la llamada “Generación del 98” española, caracterizada, sobre todo, por el desencanto que ejerció la pérdida de las últimas colonias y el desastre de Cuba (1898).

Sin embargo, y como suele suceder, debemos ir con cuidado a la hora de etiquetar a personajes históricos. El caso de Baroja, por ejemplo, es peculiar, pues se trató de un escritor bastante independiente, incomprendido por muchos, que tuvo su propia manera de pensar y de plasmar este pensamiento en su literatura.

En el artículo de hoy realizamos un recorrido por la vida y la obra de este importante escritor español de la Generación del 98: Pío Baroja.

Breve biografía de Pío Baroja

En sus célebres memorias Desde la última vuelta del camino, publicadas en 1949, Pío Baroja insistía en que su vida le parecía “más bien gris”, con una infancia del todo normal y una juventud repartida entre la medicina y, más tarde, la literatura.

Puede ser que en la biografía de nuestro personaje no existan episodios trepidantes, como si los hay en el recorrido vital de otros autores, pero quizá precisamente por eso (por su supuesta monotonía vital) Baroja fue capaz de legar al mundo un corpus literario de nada menos que 50 novelas largas y más de 60 cortas, sin contar los numerosos cuentos, ensayos y obras de teatro.

Por otro lado, recordemos que el escritor vivió varios conflictos bélicos; no solo el de Cuba por el que su generación es conocida, sino también la Guerra Civil del 36, que le impulsó a emigrar a Francia para regresar a España más tarde profundamente desencantado y escarmentado por la dureza del exilio. En su infancia y primera juventud, además, todavía resonaban los ecos de las historias de las guerras carlistas, que tanto inspirarían al literato.

Una “infancia poca cosa” y una “juventud mediocre”

Con estas duras palabras hace referencia el excéntrico escritor a sus primeros años de vida en las ya citadas memorias. Nacido en San Sebastián, el 28 de diciembre de 1872, en sus primeros años le acompañaron las reminiscencias de las terribles guerras fratricidas que habían divido España durante el siglo XIX. En estas memorias cuenta Baroja que, siendo muy niño, se asomó a la tapia de un cementerio y vio varios cadáveres de soldados apiñados, con “uniformes rotos y raídos”. El pequeño Pío recuerda también, de forma muy vaga, el intento de bombardear San Sebastián durante la última de las guerras carlistas.

En 1879, cuando el futuro escritor cuenta solo con siete años, la familia Baroja se traslada a Madrid. En 1881, sin embargo, regresa al norte; en concreto, a la ciudad de Pamplona. De sus amables vecinas de la calle Nueva guarda don Pío un recuerdo entrañable; en sus memorias cuenta cómo estas señoras acudían a su casa a hacer tertulia con sus padres y cómo contaban historias trepidantes de las guerras carlistas, que tanta inspiración darían al Baroja escritor.

Vocación: ¿la medicina?

En 1886, la familia está de nuevo en Madrid, donde Baroja termina el Bachillerato e ingresa en la Facultad de Medicina, con el objetivo de convertirse en médico. Se doctora finalmente en 1896, con una tesis titulada El dolor: estudio de psicofísica. Ya convertido en doctor, Baroja se traslada a Cestona, en Guipúzcoa, para ejercer como médico de espuela, un trabajo típico de las zonas rurales en las que el médico se trasladaba de una localidad a otra para atender a los pacientes. Hasta allí le siguen su madre y hermana Carmen.

Poco tiempo va a estar Baroja en Cestona. Pronto, y muy cansado de las duras condiciones de vida (y de la poca remuneración del trabajo), encontramos a Baroja en la efervescente Madrid, donde va a realizar sus primeros pinitos literarios. De momento, sin embargo, entra a trabajar en la panadería que su tía Juana Nessi había legado a Ricardo, el hermano de Baroja. El médico se había transformado en panadero.

De médico, a panadero. De panadero, a escritor

Toda esta peripecia vital nos puede dar una idea de la inquietud que caracterizaba a Baroja y de su indecisión acerca de qué hacer con su vida. En los primeros años del siglo XX lo encontramos en la capital, en la tahona de su hermano, con un doctorado en Medicina a sus espaldas y sin saber todavía hacia dónde dirigir sus pasos.

A pesar de todo, algunas de sus actividades ya empiezan a apuntar maneras. Durante esos años, Baroja escribe algunos artículos para varios periódicos; entre ellos, trece ensayos sobre literatura rusa que se publican en La unión liberal. En 1900 ven la luz sus primeras publicaciones: Vidas sombrías, una recopilación de los cuentos que ha escrito hasta entonces, y La casa de Aizgorri, su primera novela, que configurará el primer libro de la gran trilogía sobre su tierra, llamada precisamente Tierra Vasca y que se completará más tarde con títulos célebres como El mayorazgo de Labraz (1903) y, sobre todo, con Zalacaín el aventurero (1909), una trepidante novela de aventuras inspirada directamente en sus lecturas de infancia y juventud y, especialmente, en los relatos que había oído sobre las guerras carlistas.

Inspiración en las guerras civiles

Y es que las guerras civiles españolas (porque España no tuvo una única guerra civil, sino que tuvo varias a lo largo del siglo XIX: las denominadas guerras carlistas) son una fuente de inspiración constante para Pío. El escritor es un auténtico apasionado del tema, y en varias ocasiones refleja las contiendas en sus obras.

En la ya citada Zalacaín el aventurero, Baroja nos traslada a la tierra vasca de finales del siglo XIX, salpicada por las luchas entre carlistas (es decir, los partidarios del pretendiente al trono Carlos de Borbón) y los liberales. El protagonista es Martín Zalacaín, un joven inquieto que busca la aventura por el simple hecho de escapar de su vida monótona en un pequeño pueblo vasco.

Memorias de un hombre de acción es una colosal y ambiciosa obra compuesta por nada menos que 22 volúmenes, en la que Pío Baroja relata la vida ficticia de un antepasado suyo, don Eugenio de Aviraneta. Las correrías del personaje permiten al escritor realizar un fresco extraordinario de la España del XIX, algo que le valió, ya en su época, la comparación de la obra con los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós (1843-1920), que sería, por cierto, gran valedor de Baroja.

El escritor desaliñado que entró en la Real Academia

En vida, Pío Baroja tuvo cierta fama de huraño y excéntrico. Su aspecto “desaliñado” chocaba a muchos, hasta el punto de que, el día de su discurso de ingreso en la Real Academia Española, muchos se agolparon en la entrada para ver si el escritor acudía con su aspecto de siempre o se dignaba a adecentarse para la ocasión.

Durante su carrera como escritor, Baroja realizó numerosos viajes. Entre ellos, su conocido viaje a París (ciudad a la que regresaría una vez en el exilio), una estancia en Londres y su periplo por España, que realizó mayoritariamente a pie. Todo ello le sirvió de inspiración para la creación de numerosas novelas.

Pío Baroja era un gran apasionado de las trilogías, tal y como dejó constancia en su obra literaria: nada menos que cinco trilogías correspondientes a los primeros años del siglo XX (la ya citada Tierra Vasca, La lucha por la vida, La vida fantástica, El pasado y La raza), a las que seguirían algunas más al final de su vida. Cada una de ellas está formada por tres novelas que no siempre ostentan un hilo conductor claro y que se pueden leer perfectamente por separado.

Su última guerra civil

En 1936 estalla la que sería la última de las guerras civiles que bañaron en sangre a España en poco más de un siglo. La insurrección nacionalista obliga a Baroja y a su familia a abandonar el caserío de Itzea, en Navarra, para trasladarse repentinamente a la vecina Francia. Durante este primer exilio, Baroja reside, primero, en la localidad francesa de Saint-Jean de Luz; luego, en París, y, finalmente, en Basilea, Suiza.

El escritor intenta regresar a España en 1937, pero la continuación de la sangrienta contienda le obliga de nuevo a emigrar, esta vez a París. No es hasta 1940 cuando Pío Baroja se instala definitivamente en España, un país profundamente transformado y deprimido que el literato ya no es capaz de reconocer. En 1945 publica El Hotel Cisne y, en 1952, Las veladas del chalet gris.

El 30 de octubre de 1956 fallece Pío Baroja, víctima de una arterioesclerosis. Con él se iba uno de los últimos testigos de esa España del cambio de siglo y uno de los más geniales cronistas de sus terribles luchas intestinas.

  • Baroja, P. (1991), Zalacaín el aventurero, Austral, prólogo de Ricardo Senabre
  • Arregui Zamorano, M. T. (1998), Estructuras y técnicas narrativas en el cuento literario de la generación del 98: Unamuno, Azorín y Baroja, Ed. Universidad de Valladolid
  • Elizalde, I. (1974), Personajes y temas barojianos, Ed. Publicaciones Universidad de Deusto (Bilbao)

Periodista

Licenciada en Humanidades y Periodismo por la Universitat Internacional de Catalunya y estudiante de especialización en Cultura e Historia Medieval. Autora de numerosos relatos cortos, artículos sobre historia y arte y de una novela histórica.

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