¿Elogiar a nuestros hijos los vuelve dependientes?

Bien gestionados, los elogios fortalecen su autoestima.

Elogiar a nuestros hijos los vuelve dependientes
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Es probable que, en algún momento, hayas escuchado a alguien decir que no hay que elogiar a los niños ni decirles demasiado que están haciendo algo bien porque se malacostumbran. Sin embargo, parece que cada vez son más las familias y los profesionales que no están de acuerdo con esto hoy en día.

Entonces, ¿la idea de que elogiar a nuestros hijos puede hacerlos dependientes es cierta o falsa? Daremos respuesta a esta pregunta a lo largo del artículo. Además de hablar sobre los elogios, exploramos cómo pueden usarse para construir una buena autoestima. Y, para finalizar, planteamos algunas ideas para elogiar de forma óptima y respetuosa.

¿Qué entendemos por elogio?

Alabar, loar, celebrar, aplaudir, enaltecer… son solo algunos de los sinónimos de elogiar que la Real Academia Española ofrece en su diccionario. En otras palabras, podríamos decir que es el acto de reconocer el esfuerzo, determinados resultados o conductas, entre otros aspectos.

Durante mucho tiempo se ha considerado que los niños eran como adultos en miniatura y que las muestras de afecto, entre ellas el elogio, les hacían más débiles y dependientes. Hoy en día sabemos que los niños tienen necesidades diferentes a las de los adultos y que las muestras de afecto son necesarias para que se desarrollen de forma saludable.

Es importante diferenciar entre los elogios que expresamos de forma genuina de los que son vacíos. Los primeros se realizan en base a la observación honesta y pretenden reconocer los esfuerzos o emociones de la criatura. Sin embargo, los segundos se hacen de forma automática para manipular y condicionar el comportamiento.

Si tenemos en cuenta las necesidades de los niños y niñas junto con su desarrollo evolutivo, podemos comprender que los elogios juegan un papel importante. Cuando son honestos pueden contribuir a que la criatura se sienta vista, reconocida y valorada.

¿Elogiar a nuestros hijos puede volverlos dependientes?

Es comprensible que, debido a las creencias que se han transmitido durante generaciones, muchas familias estén preocupadas con este tema. Sin embargo, queremos remarcar que los elogios pueden ser una herramienta para ayudar a construir y fortalecer la autoestima de los niños siempre y cuando se usen de forma adecuada.

Es cierto que los elogios mal empleados pueden llevar a la dependencia puesto que impiden la construcción de una autoestima sólida. Esto se traduciría en una búsqueda constante de aprobación y validación externa que podría entenderse como dependencia.

Así pues, los elogios que se centran en el resultado y se utilizan para manipular o como herramienta de recompensa condicionada suponen un factor de riesgo para el desarrollo emocional de las personas. Ejemplos de estas situaciones serían las siguientes: decirle a un niño que le queremos porque ha sacado un excelente, que si “se porta bien” le abrazaremos y querremos mucho, que es muy bueno cuando nos obedece, etc.

Como podemos inferir a raíz de esos ejemplos, con mucha probabilidad la criatura va a inferir que si no hace esas cosas que el adulto le dice o espera no será amada. Esto es lo realmente peligroso porque desconectan a los infantes de sus motivaciones propias, les generan ansiedad y miedo a fallar, les convierten en dependientes de la aprobación externa y dificultan la consolidación de una autoestima saludable.

Sin embargo, los halagos y elogios sinceros, centrados en el proceso y en el esfuerzo realizado, son un apoyo para sus motivaciones intrínsecas. Cuando reconocemos la perseverancia, la creatividad, la curiosidad y el empeño que han puesto para poder desarrollar una tarea determinada estamos potenciando su autoestima y la confianza en sí mismos.

Si le decimos a las criaturas que valoramos, por ejemplo, que ha intentado resolver una situación de formas diferentes, estamos respetando su autonomía. Cuando hacemos esto, sin duda, estamos facilitando y fortaleciendo su desarrollo emocional y la percepción que tienen de sí mismos. Sin embargo, cuando es una forma de controlar la conducta, estamos inhibiendo su propio desarrollo.

El elogio como herramienta para construir autoestima

La autoestima comprende diversos aspectos relacionados con uno mismo: la forma en que nos vemos (autoimagen), lo que pensamos sobre nosotros mismos (autoconcepto), lo capaces que nos vemos de algo (autoeficacia) y la forma en que reconocemos nuestros logros (autorrefuerzo).

Es importante y necesario comprender que la autoestima se empieza a construir en la infancia y que los niños y niñas se ven a través de los ojos de sus cuidadores principales. Es decir, este proceso está íntimamente relacionado con el establecimiento del vínculo y el estilo de apego entre las criaturas y sus cuidadores.

Por tanto, cuando los padres, madres y cuidadores en general pueden elogiar de forma honesta, las criaturas se sienten vistas de forma genuina. Sienten que son importantes para sus figuras de apego y esto es crucial en su desarrollo psicológico y emocional. De esta forma, las criaturas se sienten motivadas a seguir creciendo, aprendiendo y superando retos por su propia satisfacción, en lugar de para obtener la aprobación del adulto.

¿Cómo podemos elogiar de forma respetuosa y efectiva?

Con todo lo expuesto hasta el momento, ya tenemos algunos de los aspectos más básicos para poder elogiar de tal forma que ayudemos a nuestros hijos a mantener sus motivaciones intrínsecas. Hemos hablado de elogiar de forma honesta, evitando las manipulaciones y el control.

De todas formas, a continuación se plantean algunas ideas que pueden resultar útiles para aplicar esta propuesta en el día a día: Elogiar el esfuerzo y las estrategias utilizadas. Un ejemplo sería: “he visto que te has esforzado mucho para poder resolver este problema”.

Ser auténticos y honestos en nuestros elogios. Los niños pueden percibir cuando no lo somos, por tanto debemos evitar elogiar de forma vacía, generalizada y constante. Ser descriptivo y específico. Un ejemplo sería: “Me he dado cuenta de que has ordenado tu ropa por colores, ¡qué creativo!”.

Evitar la aprobación condicional. Nuestro cariño y amor no puede estar vinculado a sus logros o conductas. Fomentar la autoobservación preguntando a las criaturas cómo se sienten en lugar de imponerles nuestro juicio.

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  • Elias, S. E., Friedl, M. J., & Tobias, M. J. (2011). Educar con inteligencia emocional: Cómo conseguir que nuestros hijos sean sociables, felices y responsables. DEBOLSILLO.
  • Gil, A. (2024). Entiende el cerebro del niño - La gran guía de la crianza: Desarrollo psicológico y educación infantil a través de la neurociencia - El manual completo para padres primerizos. Book Shelter GmbH.
  • González, C. (2018). Bésame mucho (edición actualizada). Espasa.
  • de la Puente Samaniego, F. (2001). Elogiar a los hijos. Una estrategia educativa interesante. Revista Padres y Maestros / Journal of Parents and Teachers, (258).

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Nerea Moreno. (2025, mayo 8). ¿Elogiar a nuestros hijos los vuelve dependientes?. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/desarrollo/elogiar-nuestros-hijos-los-vuelve-dependientes

Psicóloga

Nerea Moreno es graduada en psicología, con mención en psicología clínica, por la Universidad de Barcelona. Cursó el Máster en Psicología General Sanitaria con la Universidad Autónoma de Barcelona. Posteriormente, se formó como experta en psicología de las emergencias y catástrofes. Tanto esta formación como la experiencia laboral en el campo, supusieron para Nerea el descubrimiento de un nuevo mundo: el trauma. Desde entonces, trabaja desde un enfoque integrador y no ha parado de formarse en trauma, sistema nervioso, apego, duelo y emociones.

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