Ser joven no es sencillo; en eso estamos todos y todas de acuerdo. La necesidad de aceptación social y de generar vínculos satisfactorios con otras personas, unida a recurrentes inseguridades o faltas de autoestima puede dar lugar al desarrollo de conductas autodestructivas y que pueden ser peligrosas para el desarrollo saludable. Un ejemplo es el consumo de sustancias adictivas, como el cannabis.
El consumo de cannabis entre las personas jóvenes ha sido un tema de creciente interés y preocupación en los últimos años. A medida que la percepción pública sobre la marihuana ha evolucionado y los patrones de uso han cambiado con esta evolución, es crucial comprender de qué maneras esta planta influye en la vida de la población más joven. Uno de los aspectos más notable que ha surgido en la investigación reciente es la tendencia de los jóvenes a recurrir al cannabis como una forma de automedicación.
En muchas ocasiones, para no pensar en sus problemas o no afrontarlo, resulta común y se refleja en los datos científicos, el uso de cannabis como una forma de evadir los problemas y, de alguna forma, automedicarse contra el dolor emocional. Este patrón de conducta puede ser muy peligroso y generar complicaciones más peligrosas a largo plazo si no se identifica y se pone una solución.
En este artículo, vamos a hablar de los cambios en la forma en que los jóvenes consumen cannabis, generándose esta relación tóxica con esta sustancia como un agente sanador, en lugar de entender y protegerse de sus peligros.
Contexto del consumo de cannabis
Para comprender si las personas jóvenes están recurriendo al cannabis como una automedicación o para evadirse de sus problemas de tipo emocional, es esencial situar primero el tema en su contexto más general. El consumo de cannabis entre adolescentes y jóvenes adultos ha sido un fenómeno recurrente en muchas sociedades a lo largo del tiempo, pero en los últimos años, ha experimentado cambios notables.
Las estadísticas muestran que el consumo de cannabis entre jóvenes a menudo es asociado con la curiosidad, la presión de grupo y la búsqueda de nuevas experiencias. Sin embargo, en los últimos años, ha surgido un interés investigador cada vez más creciente por los motivos profundos detrás del uso de cannabis además de estos factores sociales. Así, se plantea si el consumo de cannabis entre la juventud ha aumentado funcionando como una estrategia de gestión emocional y automedicación.
Estudios y encuestas sugieren que el consumo de cannabis es una opción que algunos jóvenes consideran para aliviar el estrés, la ansiedad o incluso síntomas de depresión. En un mundo en constante cambio y con desafíos crecientes en términos de salud mental, es importante analizar si el cannabis se está utilizando como una estrategia de afrontamiento.
Esta evolución en la percepción del consumo de cannabis entre los jóvenes plantea preguntas importantes sobre la educación, la salud pública y la regulación. ¿Deben los esfuerzos de prevención y apoyo dirigirse de manera diferente a los jóvenes que consumen cannabis por razones de automedicación en comparación con aquellos que lo hacen por razones puramente recreativas?
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Uso del cannabis como automedicación
La automedicación hace referencia al acto de utilizar una sustancia para aliviar síntomas o problemas de salud física y/o mental sin tener en cuenta la orientación de un profesional de la salud. Estas conductas pueden desarrollarse de forma tanto consciente como subconsciente. En este caso, estaríamos hablando del uso de cannabis entre personas jóvenes como una estrategia de afrontamiento ante los problemas y el dolor emocional.
Cuando hablamos de automedicación con cannabis en jóvenes, es importante destacar que esta práctica puede ser el resultado de una serie de factores. Uno de los motivos más citados es el deseo de aliviar el estrés y la ansiedad. Los jóvenes de hoy enfrentan una serie de desafíos emocionales y psicológicos, desde la presión académica hasta las tensiones sociales y la incertidumbre sobre el futuro. En este contexto, algunos recurren al cannabis como una forma de escape o relajación.
Además del estrés, algunos jóvenes también pueden utilizar el cannabis para tratar síntomas de ansiedad o incluso síntomas leves de depresión. La percepción de que el cannabis tiene propiedades relajantes y puede inducir una sensación de euforia puede hacer que sea atractivo como solución momentánea para los problemas emocionales.
Sin embargo, es fundamental destacar que la automedicación con cannabis no está exenta de riesgos. La falta de supervisión médica y la automedicación pueden llevar a un uso inadecuado y potencialmente dañino. Además, el uso de cannabis en una población joven plantea preocupaciones adicionales debido a su efecto en el desarrollo cerebral en curso.
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Factores que impulsan la automedicación
Los datos estadísticos y epidemiológicos revelan una tendencia creciente de automedicación con cannabis entre los jóvenes. Para comprender mejor esta tendencia, es esencial explorar los factores que impulsan a los jóvenes a recurrir al cannabis como una forma de automedicación.
1. Estrés y ansiedad
Uno de los principales motivos que llevan a los jóvenes a automedicarse con cannabis es la búsqueda de alivio del estrés y la ansiedad. Las presiones académicas, sociales y personales pueden generar altos niveles de estrés en esta población. Algunos jóvenes perciben el cannabis como una vía para relajarse y reducir la ansiedad, aunque a menudo se trata de una solución a corto plazo que puede tener efectos a largo plazo perjudiciales en su bienestar.
2. Problemas de salud mental
Algunos jóvenes utilizan el cannabis como una forma de lidiar con problemas de salud mental, como la depresión o los trastornos de ansiedad. Sin embargo, este enfoque es controvertido, ya que el cannabis puede exacerbar los síntomas en lugar de aliviarlos en algunos casos. Además, la automedicación sin supervisión médica puede retrasar la búsqueda de tratamientos adecuados.
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3. Curiosidad y presión social
La curiosidad y la influencia del grupo de pares también son factores que impulsan a los jóvenes a probar el cannabis. En algunos casos, el consumo inicial puede deberse a la influencia de amigos o al deseo de encajar en un grupo. Sin embargo, el consumo inicial por razones sociales puede evolucionar hacia una forma de automedicación si los jóvenes encuentran que el cannabis alivia sus problemas emocionales.
4. Falta de acceso a servicios de salud mental
La falta de acceso a servicios de salud mental adecuados y la estigmatización en torno a los problemas de salud mental pueden llevar a los jóvenes a buscar soluciones por sí mismos, incluido el cannabis. Es fundamental abordar este aspecto para garantizar que los jóvenes reciban el apoyo necesario de profesionales de la salud mental.
Riesgos de la automedicación con cannabis
Como ya hemos comentado, el cannabis puede parecer una solución tentadora para algunos jóvenes que buscan aliviar el estrés o los síntomas de ansiedad. Sin embargo, es fundamental comprender los riesgos asociados con la automedicación y promover una educación emocional y que ayude a todas las personas a hacer frente a sus problemas de una forma constructiva y saludable. Los riesgos de la automedicación con cannabis entre personas jóvenes pueden ser significativos y deben ser considerados cuidadosamente:
1. Efectos psicológicos adversos
El cannabis puede tener efectos psicológicos adversos, especialmente en individuos jóvenes cuyos cerebros aún están en desarrollo. El consumo de cannabis puede aumentar el riesgo de trastornos mentales, como la psicosis, la esquizofrenia y el trastorno bipolar, especialmente en aquellos con predisposición genética.
2. Dependencia y abuso
El consumo regular de cannabis puede llevar a la dependencia, lo que significa que los jóvenes pueden desarrollar una necesidad continua de la sustancia para funcionar con normalidad. Esto puede afectar negativamente su calidad de vida y sus relaciones personales.
3. Impacto en el rendimiento académico
El consumo de cannabis puede tener un impacto negativo en el rendimiento académico de los jóvenes. Puede dificultar la concentración, la memoria y la capacidad de aprendizaje, lo que puede llevar a resultados académicos más bajos y limitar las oportunidades futuras.
4. Problemas legales
Dependiendo de la jurisdicción, el consumo de cannabis puede ser ilegal para los jóvenes. El uso indebido de esta sustancia puede llevar a problemas legales, lo que puede afectar negativamente su futuro.
5. Riesgos a largo plazo para la salud física
Además de los riesgos psicológicos, el consumo de cannabis también puede tener consecuencias negativas para la salud física. Puede afectar la función pulmonar, aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y tener efectos perjudiciales en el sistema respiratorio.
6. Interrupción del desarrollo cerebral
El cerebro de los jóvenes sigue desarrollándose hasta los veinte y tantos años, y el consumo de cannabis durante este período crítico puede interferir en el desarrollo cerebral normal, lo que puede afectar la toma de decisiones, la memoria y otras funciones cognitivas.
Conclusiones
En conclusión, el consumo de cannabis como forma de automedicación entre los jóvenes plantea preocupaciones significativas, incluyendo riesgos para la salud mental, el desarrollo cerebral y el bienestar en general. Es esencial abordar este tema con educación, apoyo adecuado y una comprensión de los riesgos involucrados. Para garantizar la salud y el futuro de la juventud, se requiere un enfoque equilibrado que promueva soluciones de afrontamiento saludables y la búsqueda de ayuda profesional cuando sea necesario.