La marihuana es una droga muy consumida alrededor del mundo, a pesar de que en la mayoría de los países su cultivo y uso es ilícito. Considerada por muchos como una sustancia natural y, por lo tanto, inofensiva, lo cierto es que trae consigo numerosos efectos perjudiciales para nuestra salud.
Aquí veremos cuáles son los principales efectos de la marihuana en el organismo, fenómenos que terminan afectando tanto a nuestro cerebro como al corazón, pulmones y sistema endocrino, consecuencias en las que vamos a profundizar a continuación. Quédate para descubrir cómo afecta a nuestro organismo esta sustancia.
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Efecto psicotrópico, daño cerebral y trastornos mentales asociados a la marihuana
La marihuana o cannabis es una de las sustancias psicotrópicas más consumidas en el planeta, y también es de las que cuenta con mayor número de cultivos. Como su consumo está tan generalizado y es popular, se tiende a relativizar sus efectos negativos, incluso considerándola una droga blanda o recurriendo a la falacia naturalista de “cómo va a ser mala para la salud si nos la trae la madre Tierra”.
Sin embargo, la realidad es que se trata de una droga, una sustancia perjudicial para nuestra salud, adictiva y potencialmente peligrosa para nuestro organismo. Todo nuestro cuerpo puede verse dañado por culpa de esta sustancia, alterando nuestros sistemas cardíaco, respiratorio, endocrino y nervioso. A diferencia de lo que muchos creen, es una sustancia altamente adictiva y trae consigo problemas económicos, familiares y sociales, perjuicios que si bien ocurren fuera del organismo afectan a la calidad de vida del consumidor.
Como sustancia psicotrópica que es, el cannabis tiene como primeras consecuencias las que afectan al sistema nervioso. Al momento de tomarla, el consumidor siente una efímera sensación de euforia y alegría, pudiendo llegar a ser maníaca, que le lleva a encontrar diversión en aspectos triviales, riéndose de manera irregular y descontrolada. Es lo típico que se ve en las películas y series, la clásica escena de un adolescente “fumado” que se ríe de la forma y tamaño de su propia mano, un burdo pero claro ejemplo de este efecto.
La duración de estos efectos varía en función de la cantidad de marihuana consumida, además de las propias características del individuo y si se ha combinado con otras sustancias. Las alteraciones sobre el sistema nervioso son momentáneas, pero en caso de consumirse de forma regular la marihuana puede implicar problemas a largo plazo, incluso en forma de trastornos mentales, duraderos e irreversibles.
El consumo de marihuana afecta al cerebro de forma directa, perjudicando a las áreas responsables de funciones tan importantes como la memoria, el aprendizaje, la atención, la toma de decisiones, la coordinación, las emociones y el tiempo de reacción. A corto plazo afecta ligeramente sobre la atención, la memoria y el aprendizaje, además de influir negativamente sobre el estado anímico, mientras que es a largo plazo y a causa de un consumo duradero que surgen problemas más graves en todas las áreas comentadas.
Entre las áreas cerebrales más afectadas encontramos:
- Hipotálamo
- Ganglios basales
- Estriado ventral
- Amígdala
- Tronco encefálico
- Neocorteza
- Hipocampo
- Cerebelo
La marihuana trae consigo efectos alucinógenos más o menos peligrosos. Muchos expertos consideran que es esta característica una de las más importantes a la hora de provocar adicción, puesto que se vincula tomar cannabis con experimentar situaciones irreales, a veces interpretadas como místicas. Experimentar alucinaciones puede motivar consumir más, lo cual hace que los consumidores acaben desarrollando dependencia.
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Los principales efectos de la marihuana en el organismo
Se ha visto que los consumidores de marihuana tienen más riesgo de presentar trastornos mentales crónicos en comparación con los no consumidores, problemas mentales entre los cuales se encuentra la esquizofrenia y sus alucinaciones particulares. También hay mayor riesgo de padecer psicosis, esto es, pérdida del contacto con la realidad y delirios. Además, la marihuana se ha relacionado con un mayor riesgo de padecer depresión y ansiedad junto con pensamientos suicidas en la adolescencia.
1. Problemas sexuales
Otro de los efectos de la marihuana que se pueden observar en quien consume marihuana tiene que ver con su capacidad sexual. En lo comportamental, el cannabis puede generar un alto grado de desinhibición sexual e, incluso, una mayor predisposición a mantener relaciones íntimas.
Irónicamente, en lo fisiológico, el organismo no parece ir en la misma dirección, pues no es extraño que después de consumir maría los genitales no respondan, la calidad del esperma se reduzca y se acelere su secreción, llegando al orgasmo antes de tiempo y con menor sensación de placer. También afecta a los óvulos.
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2. Problemas respiratorios
El cannabis consumido de forma inhalada, esto es fumando cigarrillos o vapeando, daña el sistema respiratorio. De hecho, es este sistema el que más dañado tienen los consumidores de cannabis, puesto que la vía más recurrente para tomar esta droga es mediante la inhalación de humo, elemento que daña los tejidos pulmonares. La capacidad pulmonar se ve seriamente comprometida cuantos más “porros” se fumen, incrementando el riesgo de padecer bronquitis, tos y producción de flema, además de cáncer de pulmón.
El humo de marihuana de segunda mano contiene tetrahidrocannabinol (THC), que es la sustancia química responsable en mayor parte de los efectos psicotrópicos de esta droga. Además de THC, también encontramos muchos componentes compartidos con los del humo del tabaco, por lo tanto, al inhalarlo, aunque no sea fumando directamente el cigarrillo, puede afectar a la salud y alterar el comportamiento de los no fumadores, incluyendo bebés y niños que estén expuestos.
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3. Problemas cardíacos
A muchas personas les puede resultar un tanto chocante conocer que la marihuana afecta al sistema cardíaco. El consumo recurrente o de grandes proporciones puede afectar a la capacidad del corazón para bombear la sangre, haciendo que esta no circule adecuadamente por el organismo y provoque sensación de debilidad generalizada. En caso de consumirse en altas dosis, el cannabis puede producir taquicardias. Añadido a esto, también puede provocar los siguientes problemas cardíacos.
- Ritmo cardiaco y presión arterial altos.
- Dolor de pecho al hacer ejercicio.
- Mayor riesgo de ataque al corazón.
- Mayor riesgo de accidentes cerebrovasculares y miniderrames.
4. Adicción y abstinencia
Algunas personas piensan que la marihuana no es realmente una sustancia adictiva, que ni siquiera es una droga. Sin embargo, la ciencia y las estadísticas desmontan este mito, puesto que cerca de 1 de cada 10 consumidores de marihuana se vuelve adicto, proporción que pasa de 1 a 6 en consumidores menores de 18 años. Entre los signos que indican que la persona puede ser adicta encontramos:
- No tener éxito en dejar de tomar marihuana.
- Dejar de quedar con familiares o amigos para consumir marihuana en su lugar.
- Seguir consumiendo a pesar de saber que implica problemas para la salud.
- Seguir consumiendo a pesar de que el consumo impide una vida diaria normal.
El síndrome de abstinencia que provoca la interrupción del consumo de marihuana es una de las consecuencias psicológicas más importantes de la marihuana. La necesidad de volver a consumir, la sensación de nerviosismo si se demora su consumo (“craving”) e incluso ataques de ira por la imposibilidad de consumir son los efectos más distintivos de la adicción.
Efectos de la marihuana según el modo de consumo
Si bien todas las formas en las que sea consumida la marihuana implica alguno de los efectos que hemos visto llegados hasta aquí, cabe decir que la forma en como se haga puede implicar una mayor intensidad y duración de los mismos.
Infusión de marihuana
La infusión de marihuana es la alternativa más común a la inhalada, siendo algo menos nociva porque reduce el daño al sistema respiratorio y no implica tanta alteración sobre el sistema nervioso.
En cualquier caso, aunque sea una modalidad más leve de consumo de esta sustancia, no deja de ser una droga y por lo tanto no se va a suprimir el riesgo de adicción ni las demás consecuencias negativas asociadas a su consumo.
Marihuana ingerida
Una de las formas que más se han popularizado en los últimos años para consumir marihuana es la ingerida, en forma de comida. Hay muchas las recetas en las que se introduce este peculiar ingrediente, prefiriéndose lo dulce: tartas, pasteles, brownies, bizcochos, caramelos, galletas, gaseosas, tabletas de chocolate…
Debemos tener en cuenta que la cocción de la marihuana puede incrementar algunos de los efectos que produce esta droga, lo cual hace que el consumo de esta manera sea más peligroso que inhalándola. Fumar marihuana reduce ligeramente los efectos del cannabis, mientras que incorporar íntegramente en la comida mantiene los mantiene inalterables. Como consecuencia de esto, son muchos los casos de intoxicación por consumo de marihuana causados por haber comido brownies o caramelos con esta sustancia.
Tomas Santa Cecilia
Tomas Santa Cecilia
Psicologo Consultor: Master en Psicología Cognitivo Conductual
Al contrario de la marihuana que se fuma, los comestibles con cannabis pueden tardar entre 30 minutos y 2 horas en provocar sus efectos, pero estos van a durar más de lo que suelen hacerlo por vía inhalada. Añadido a esto, es más probable que se consuma más THC comiendo comida con cannabis, puesto que en una ración de galletas o brownies de marihuana pueden haber perfectamente 100 mg de esta sustancia, lo cual se traduce en que comerse una galleta de marihuana sería como darle muchas caladas a un cigarrillo al mismo tiempo.