Todos empezamos el año nuevo con mucha ilusión de conseguir ciertos retos y muchos de estos los arrastramos año tras año en la lista de “pendientes”, como por ejemplo “Dejar de fumar”.
Es un gran objetivo al que normalmente nos aventuramos sin preparación y es frecuente que nos sorprendan dificultades que nos hacen declinar en el intento una vez más. Este año haz algo distinto, planifica y prepárate bien, conoce lo que tienes que hacer.
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Cómo abordar el reto de dejar de fumar
No hay un único consejo para dejar de fumar que valga a todo el mundo, pero si existe la planificación de pasos y ayudas que puedes ir adaptando a ti, solo has de conocerlos. Vamos en 3 pasos a planificar, crear, y poner en práctica tu propio método de dejar de fumar.
Paso 1: Motivación
La motivación es el motor de arranque y viene generada por esas razones que cada uno encontramos para hacer algo, nuestras razones.
Dejar de fumar es un gran esfuerzo que parte de una decisión muy personal, aunque todo el mundo te anime o incluso te presiones, tú tienes que tener muy claros tus motivos para dejar de fumar. Elabora una lista, y claro que puedes apoyarte en muchos motivos que se ofrecerse popularmente, conócelos mejor, desmonta mitos, y aprovecha los que pueden ser tus motivadores. Los que más frecuentemente se tienen en cuenta, y sus peculiaridades son:
La salud
La incidencia del tabaco en el cáncer en general y más concretamente en del pulmón está más que conocida y estudiada, pero es frecuente oír a la gente decir que “todo produce cáncer”. Este es un falso consuelo, un error, porque lo cierto es que si no se fumara el cáncer de pulmón pasaría a ser muy raro, poco frecuente, como el cáncer de nariz, pero la realidad es que actualmente el tabaco es responsable del 80% de los cánceres de pulmón.
Pero además de este grave problema hay que tener en cuenta muchas otras complicaciones como la EPOC, bronquitis... y los daños producidos en otros órganos, ya que el tabaco afecta a todos negativamente, corazón, hígado, piel, etc.
Con la lista de complicaciones de salud podríamos extendernos hasta escribir varios artículos y en ocasiones más que motivar genera ansiedad, lo que se confunde muchas veces con ganas de fumar, ¡qué paradoja! Así que si la salud para ti es una motivación grande investiga e infórmate más, y si no lo es, no ignores completamente la importancia en la salud porque cuando lo dejes, seguro que te sentirás aliviado.
Quizás, una formula centrada en la salud que puede ser más positiva, es pensar lo que se va ganando conforme se mantiene la abstinencia. Los efectos positivos en la salud pueden comenzar a medirse con tan solo 24 horas de haberlo dejado, los niveles de monóxido en sangre bajan a casi niveles normales, y si te mantienes, los beneficios van aumentando: 3 días después la nicotina se ha eliminado del cuerpo, a las 12 semanas los pulmones recuperan mucho su funcionalidad, a los 9 meses las complicaciones respiratorias y tos desaparecen, al año se reduce a la mitad el riesgo cardiaco, a los 5 años muchos cánceres reducen su riesgo notablemente (boca, laringe, etc.) y a los 10 años el cáncer de pulmón se iguala al riesgo de un no fumador.
El dinero
El gasto de dinero es considerable, no podemos ignorarlo y puede ser una motivación. Si, por ejemplo, tenemos un consumo medio de un paquete al día por un precio medio de 4 euros, tenemos un total de 1.460€ al año, ¿has pensado realmente cuántas cosas se pueden comprar?
A lo largo de este tiempo sin fumar darte alguno de esos pequeños caprichos que te sueles ahorra puede ser un buen reforzador, siempre será una inversión mucho mejor que quemarlo.
La libertad
La falta de libertad cuando uno tiene una adicción es muy obvia. La sientes cuando no puedes dejarte el tabaco en casa, cuando bajas a las tantas de la noche a por tabaco porque te has quedado sin, cuando entras en un sitio o situación que limita el consumo y automáticamente tu cabeza hace cálculos de tiempo, posibilidades de salir, de dejarlo todo por más frío que haga fuera y salir.
Por el contrario, la sensación de libertad cuando se supera la dependencia es grande, los sentimientos de orgullo también lo son, y apreciar esta libertad te mantendrá muchas veces firme en tu propósito.
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Paso 2: Momento y fecha
Vamos a escoger un momento y poner una fecha. Lo cierto es que no existe un momento ideal para dejar de fumar, aunque sí puede haberlos menos ideales. Si estas en una etapa de tu vida especialmente inusual en cuanto a estrés o problemas, es mejor que postergues esta decisión hasta que vuelvas a tu rutina, pero no busques no tener estrés laboral, ni ningún problema como momento ideal porque esto no es una visión realista.
Cuanto antes te veas superando situaciones negativas en las que el tabaco ya no medie, más pronto cogerás confianza e irás reconociéndote como otra persona, una libre de la falsa ayuda del tabaco.
Otro mito del fumador es pensar que el tabaco le ayuda a relajarse ante los problemas; no es cierto del todo. La nicotina no es una sustancia relajante, es un estimulante como la cafeína, pero la sensación de relajación viene porque desaparece el síndrome de abstinencia que le recuerda a todo fumador que la dosis siguiente es necesaria.
Así, realmente liberarte de tu adicción es lo que resultará más eficaz para que en general vayas mas tranquilo frente a las situaciones problemáticas del día a día, no habrá unos nervios extras (abstinencia) cuando los problemas se den, pero requiere un tiempo y paciencia que tu organismo deje de sentir esa abstinencia.
Es importante que escojas un día, poner una fecha un poco especial (por ejemplo el último día del año) que determinará uno de los momentos más importantes que has de recordar el resto de tu vida, y celebrarlo. Además, poner un día te ayuda a ir preparándote mentalmente, a decidirte, a planificar estas necesidades que estas valorando y a concluir con una despedida.
Paso 3: Déjate ayudar
Lo más importante de tu propósito es conseguirlo, y para ello es necesario que valores la necesidad de tener una ayuda extra. Puede ser en forma farmacológica con los sustitutos de nicotina que te ayuden a paliar los efectos físicos, o con una ayuda profesional que además te de un apoyo psicológico y de estrategia.
En las farmacias hay muchos sustitutos que tu farmacéutico puede valorar contigo, los más habituales son en forma de parches, chicles, inhaladores... que reducen la intensidad de la abstinencia.
No hay que idealizar este efecto compensatorio porque simplemente ayudan a regular las sensaciones. Antes de apoyarte en los fármacos de forma poco realista es necesario que aceptes que superar una adicción conlleva inevitable ciertos efectos negativos, lo importante es saber y confiar que ningún efecto negativo es imposible de gestionar.
Junto a los fármacos otras buenas ayudas plantearte son las alternativas que le puedes dar al acto de fumar en forma de: deporte o actividad física ligera si no estas acostumbrado, beber agua, comer fruta, apoyos familiares, actividades de ocio que te concentren mucho como la pintura y cocina, etc. son buenos compañeros de batalla.
Las ayudas profesionales pueden venir de personal de enfermería especializado o psicólogos, ellos pueden ampliar tu plan de acción y de recursos viendo contigo cuales son tus necesidades, tus dificultades, y ayudarte a generar alternativas de solución. Lo dicho, lo importante no es cómo lo haces sino conseguirlo, ánimo con este 2021 sin humo.
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