El Criterio Propio: un elemento clave en la toma de decisiones

En nuestra vida cotidiana nos relacionamos con diversos contextos y grupos como familia, amigos, grupos de actividades, trabajo, etc. Además, vivimos inmersos en una sociedad llena de información que nos llega a través de diferentes medios y redes sociales.

Tomamos diariamente muchas decisiones, pero realmente… ¿somos conscientes de cómo las tomamos? ¿Nos basamos en nuestro propio criterio o nos dejamos influenciar por esa diversidad de factores externos?

La importancia del criterio propio

Este artículo invita a reflexionar sobre cómo los fenómenos sociales impactan en nosotros, subrayando la importancia de mantener nuestro criterio propio, libertad de elección y autenticidad. A través de tres experimentos sociales, exploraremos la influencia social, la obediencia a la autoridad y la asignación de roles, examinando cómo estos fenómenos pueden moldear nuestras decisiones y comportamientos, precisamente comprometiendo nuestra autenticidad y criterio propio.

Experimento 1: La Influencia Social, Asch (1951)

Solomon Asch, un pionero en la Psicología social, llevó a cabo estudios fundamentales sobre el conformismo humano. Aunque inicialmente buscaba probar la hipótesis de que las personas pueden resistirse a la influencia social cuando saben que los demás están equivocados, sus resultados revelaron una dinámica más compleja. Descubrió que, en ciertas circunstancias, surge un conformismo sin cuestionamientos para evitar sentirse diferente al resto.

En sus experimentos, los participantes eran todos cómplices del experimentador excepto uno que era el sujeto experimental que no sabía nada sobre el experimento. La tarea de este último consistía en comparar pares de cartulinas con líneas. Tenía que identificar cuál de las tres líneas en la segunda cartulina coincidía con la de la primera. A pesar de que la respuesta era evidente, los cómplices, de forma unánime, proporcionaban intencionadamente en diversas ocasiones respuestas incorrectas. El sujeto experimental, aunque supiera la respuesta correcta, a menudo cedía a la presión del grupo y adoptaba la respuesta de la mayoría, aunque fuera una respuesta errónea.

Este estudio destacó la notable influencia de las opiniones de los demás en nuestras creencias y decisiones, demostrando que, incluso ante situaciones objetivas como identificar líneas, podemos ser susceptibles a la manipulación y a la influencia social. Este hecho puede extenderse también a la influencia que nuestro entorno, grupos, redes sociales pueden ejercer sobre nosotros, sino somos conscientes, hasta en aspectos más subjetivos de nuestra vida y personalidad, como gustos, preferencias, modas, hasta ideales o tendencias políticas, comprometiendo nuestra autenticidad y criterio propio.

Preguntas para la reflexión

¿Te has encontrado alguna vez cediendo a la opinión de un grupo, aunque tuvieras una opinión diferente? ¿Cómo crees que afectó eso a tu autoestima y criterio propio? ¿Dónde crees que está la línea entre adaptarse socialmente y comprometer tu autenticidad? ¿Cómo crees que la presión social ha influido en tus decisiones en áreas más subjetivas de tu vida, como tus gustos, ideales o preferencias?

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Experimento 2: La obediencia a la autoridad, Milgram (1961)

Stanley Milgram, otro reconocido psicólogo social, llevó a cabo experimentos reveladores sobre la obediencia a la autoridad, cuestionando la naturaleza humana y su relación con la obediencia. Motivado por atrocidades históricas como el Holocausto, donde la obediencia ciega a la autoridad llegó a desencadenar tantas tragedias, Milgram exploró hasta qué punto las personas podrían causar daño a otras por el mero hecho de obedecer órdenes de un superior.

En estos experimentos, los participantes, quienes no sabían nada acerca del experimento, asumían los roles de maestros quienes debían administrar supuestas descargas eléctricas a alumnos bajo las órdenes de una figura de autoridad, el investigador. Alumnos e investigador eran cómplices en este experimento. La tarea de los alumnos consistía en aprender palabras y el maestro debía administrar descargas crecientes al alumno por respuestas incorrectas, presionado por la autoridad del investigador. Los resultados fueron impactantes: a pesar de los gritos y la aparente situación de dolor de los alumnos, el 65% de los sujetos continuaron obedeciendo las órdenes incluso cuando los alumnos simulaban mucho dolor y los gritos aumentaban su volumen hasta aparentar desvanecerse.

Aunque mantener un orden, una jerarquía y una normativa, es necesario para el buen funcionamiento de los sistemas jerárquicos, este estudio evidenció que el fenómeno de obediencia a la autoridad, al límite, puede conducir a las personas a actuar en contra de sus principios y valores. También pone de manifiesto cómo la propia presencia de una figura de autoridad puede ejercer una presión social tan elevada que llegue a influir en las acciones de las personas, incluso obedeciendo órdenes que impliquen hacer daño a otros y actuando en contra de los propios principios éticos y morales. Se muestra en este experimento, la delicada interacción entre la ética personal y la obediencia en situaciones éticamente desafiantes.

Preguntas para la reflexión

¿Te has sentido alguna vez en conflicto entre seguir órdenes y mantener tus principios? ¿Cuál sería tu límite personal en términos de obedecer a la autoridad si fuera en contra de tus valores? ¿Cómo crees que esto impactaría en tu autoestima y en la forma de ejercer tu criterio propio?

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Experimento 3: La cárcel de Stanford, Zimbardo (1971)

En 1971, Philip Zimbardo llevó a cabo los conocidos experimentos de la Cárcel de Stanford, con el fin de estudiar cómo los roles asignados afectan y moldean el comportamiento humano, así como las expectativas individuales. El experimento se llevó a cabo en los mismos sótanos de la Universidad de Stanford donde simularon una prisión. Los participantes eran estudiantes voluntarios de la misma universidad a los que dividieron aleatoriamente en dos grupos: a un grupo les asignaron el rol de prisioneros y al otro grupo el rol de guardianes. Ambos grupos tenían que actuar según el rol asignado.

Al principio del experimento, los participantes se sumieron en los roles asignados de manera aparentemente inofensiva dado que aún no tenían interiorizado sus roles individuales. Sin embargo, por sorpresa, en el segundo día, ya más inmersos en su papel, hubo una rebelión. Los guardianes habían adoptado actitudes autoritarias y los presos se habían revelado provocando altercados y conductas agresivas. A partir de entonces, tal fue el descontrol de la situación prevista y la escalada en agresividad, que a los seis días tuvieron que parar el experimento que estaba previsto inicialmente en una duración de dos semanas.

Los resultados de este estudio ponen en evidencia cómo la asignación de roles puede transformar rápidamente a individuos, destacando la influencia del entorno en el comportamiento humano, bajo circunstancias específicas. Este experimento revela la rapidez con la que las estructuras sociales pueden moldear y transformar la conducta humana. Es decir, bajo un rol y un contexto determinado, poniéndose un “sombrero”, la persona puede llegar a transformarse adoptando conductas que en otro contexto no haría. Hay que destacar en estas condiciones también la importancia de mantener el propio criterio y principios personales.

Preguntas para la reflexión

¿Cómo crees que los roles asignados en tu vida cotidiana, en el trabajo o en tu entorno social, pueden o han podido influenciar tu comportamiento y decisiones? ¿Has experimentado alguna vez la pérdida de tu identidad debido a la conformidad con un papel asignado? ¿Cómo podrías equilibrar la adaptación a roles sociales con la preservación de tu autenticidad y criterio propio?

En conclusión

En medio de la diversidad de nuestros entornos e influencias, desde las relaciones familiares hasta las interacciones en el ámbito laboral y la constante avalancha de información en las redes sociales, nuestra toma de decisiones cotidiana se ve inmersa en una compleja red de factores externos.

A pesar de que estos experimentos sociales se han dado en condiciones más extremas que las situaciones que podamos encontrarnos en nuestra vida cotidiana, y de que gran parte de nuestras acciones y decisiones diarias las realizamos en modo piloto automático desde nuestra programación subconsciente, es importante reflexionar sobre cómo estos fenómenos sociales impactan en nuestra autonomía y capacidad de elección. Eso no significa que en ciertas situaciones no nos adaptemos a las circunstancias, ya que la capacidad de ser flexible y saber adaptarse a ciertos contextos es necesaria para el ser humano.

Los experimentos sociales presentados evidencian que, en medio de estos contextos, preservar nuestra autenticidad y criterio propio se convierte en un desafío clave. Este artículo nos invita a cuestionar y fortalecer nuestra capacidad de decisión, de forma consciente, en medio de las complejidades de la influencia social.