La pirámide del éxito de John Wooden es un modelo en el que se habla de los valores necesarios para que alcancemos todo lo que nos propongamos. Originalmente fue usado para el mundo deportivo, con mucho éxito, motivo por el cual se extendió al campo empresarial e incluso en la vida personal.
Este modelo ha sido tan famoso gracias a que su creador, un entrenador de equipos de baloncesto universitarios, consiguió muchas victorias en la cancha aplicando su pirámide que, más que decirnos qué tenemos que hacer para conseguir lo que queramos, nos propone la filosofía a seguir si queremos ser exitosos en nuestras vidas.
Hoy vamos a profundizar sobre esta pirámide del éxito y cuáles son los valores que la conforman, determinantes de lo exitosa que sea una persona con todo lo que se proponga.
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¿Qué es la pirámide del éxito de John Wooden?
La pirámide del éxito de John Wooden es un modelo de conducta creado para mejorar el rendimiento de los jugadores de baloncesto. Con el paso del tiempo, esta pirámide traspasó las canchas de juego, convirtiéndose no solo en un modelo muy útil en otros deportes sino también aplicado a otros ámbitos, en especial el sector de los negocios y la vida personal. Es considerado una de las mejores herramientas para conseguir metas, tanto individuales como grupales.
Recibe el nombre de quien lo inventó, John Robert Wooden (1910-2010), un entrenador de equipos de baloncesto de la prestigiosa Universidad de California, Los Ángeles (UCLA). Bajo su dirección, el equipo de la universidad ganó 10 de los 12 títulos que se disputaron. Wooden no pasó a la historia por esos triunfos, sino por la filosofía detrás de los éxitos del equipo universitario de baloncesto, sintetizada en la pirámide del éxito.
Este modelo no es una simple guía de qué hay que hacer para tener éxito, sino más bien una recomendación de qué valores hay que desarrollar e interiorizar en nuestras vidas para conseguir aquello que nos propongamos. Por ello no es solo aplicable al ámbito de los deportes, sino a otros tantos dado que marcó una forma de entender la vida y de alcanzar objetivos, sean cuales sean.
John Wooden concebía el éxito como un iceberg, y así lo podemos ver en su modelo.
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Partes y estructura de la pirámide
En la pirámide del éxito de John Wooden se suele hablar de cinco niveles, aunque si englobamos los valores según su grado de importancia podemos distinguir tres sectores principales: la base, el cuerpo y el vértice. Cada uno de ellos engloba valores fundamentales a ser trabajados si se desea alcanzar cualquier objetivo, sea deportivo, laboral, académico, social o vital.
La base de la pirámide
En la base de la pirámide del éxito, también conocida como nivel 5, encontramos 5 componentes que se considera que sostienen al resto de la estructura. Estos son:
1. Laboriosidad
El camino para tener éxito en cualquier cosa es el trabajo. Es necesario invertir esfuerzo en aquello que queremos alcanzar. La laboriosidad es un valor fundamental, el primero que debería ser adquirido y aplicado si se quiere obtener éxito. El trabajo constante es un requisito para lograr todo lo que nos propongamos.
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2. Entusiasmo
La convicción y el deseo de hacer lo que se hace son aspectos fundamentales para tener éxito en lo que nos hayamos propuesto. Estos dos elementos son componentes de lo que se denomina entusiasmo en el modelo de la pirámide del éxito de John Wooden.
3. Amistad
Por muy nuestros que sean nuestros logros, siempre ha habido otras personas que nos han ayudado a conseguirlos. La amistad es algo que facilita la consecución de cualquier meta y propósito, incluso en los entornos más formales como el laboral. Tener amigos incrementa el entusiasmo, el esfuerzo y la constancia hacia la meta que se desea alcanzar.
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4. Lealtad
La lealtad debe ser, primero, con uno mismo y, luego, con otras personas y las metas. La lealtad se puede entender en este modelo como la coherencia con lo que se quiere alcanzar.
5. Cooperación
La cooperación es otro aspecto que sirve de base para ser exitoso en aquello que uno desea. Implica ayudar a los demás y ser ayudado. Cuando cada persona se convierte en un potente estímulo para que los demás sean constantes y, a su vez, obtiene más motivación y ganas de continuar con lo que esa persona estaba haciendo, es más probable que se alcance la meta final.
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El cuerpo de la pirámide
El segundo gran sector de la pirámide del éxito de John Wooden es el cuerpo. Aquí nos encontraríamos los valores que ayudan a que el propósito que uno se propone se mantenga en el tiempo. Aquí nos encontramos los siguientes 7 valores, correspondientes a los niveles 4 y 3 en la mayoría de las infografías sobre esta pirámide:
6. Iniciativa
Hay que tener iniciativa, ir a por lo que uno quiere y no esperar a que venga a nosotros por arte de magia. Se deben tomar decisiones y tomar un rol activo para avanzar. Nunca se le debe tener miedo al fracaso, sino verlo como una oportunidad de aprender y hacerlo mejor la próxima. Pierde más quien no lo intenta que el que lo intenta y fracasa, porque el segundo algo se lleva en forma de aprendizajes y experiencias.
7. Propósito o intención
Con propósito se hace referencia a la planificación necesaria para conseguir la meta. Sería la hoja de ruta consciente y más o menos meticulosa que uno debe seguir para conseguir aquello que se haya propuesto. Esto no quiere decir que sea inamovible e inflexible, puesto que el contexto puede cambiar y hacer que sea necesario incorporar ciertas modificaciones a esa hoja de ruta.
8. Autocontrol
El autocontrol se puede entender con hacer un esfuerzo constante de mantener el equilibrio en los momentos difíciles. A lo largo del camino habrán altibajos, pero si uno se controla y evita caer en la tentación de la pereza, la desgana y la rendición, conseguirá gran parte de lo que se proponga.
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9. Alerta
Con la alerta se evita caer en el exceso de confianza. Es necesario estar pendiente de cualquier cambio que pueda haber, sobre todo cuando esto altera nuestros planes. Los objetivos no se alcanzan hasta que realmente han sido alcanzados. Con esto queremos decir que por muy cerca que estemos del mismo, aunque solo nos quede un paso, si no lo damos no podremos decir nunca que hemos alcanzado aquello que nos habíamos propuesto.
10. Condición
Hay que prepararse, aprender, desarrollar habilidades y paliar las debilidades. Es fundamental mantenernos en buena forma física, psicológica y mental, independientemente de cuál sea la meta propuesta.
Por ejemplo, si unos jugadores de fútbol quieren ganar el siguiente partido, además de entrenar deberán controlar sus emociones el día del partido, preparase psicológicamente para que la desesperación y los nervios no les jueguen una mala pasada el día que estén en el campo.
Otro sería el de aprobar los exámenes de la universidad. Estudiar se tendrá que estudiar, pero si uno cuida su salud física, controla la dieta, hace deporte y aprende a gestionar sus emociones tendrá más posibilidades de tener éxito en las venideras evaluaciones.
11. Destreza y habilidad
Toda tarea esencial para la consecución de nuestra meta final debe ser practicada como si la vida nos fuera en ello. La destreza es la aliada del éxito y, por ello, las tareas relacionadas con nuestro objetivo deberán repetirse y practicarse hasta que las hagamos sin fallos, de forma rápida y habilidosa.
12. Espíritu de equipo o colaboración
Aunque la meta que nos hayamos propuesto sea individual, siempre se necesitará la ayuda de los demás. Se debe pensar de forma colectiva, tener espíritu de equipo y entender que los mejores propósitos son los que benefician a muchas otras personas.
El vértice de la pirámide
En el vértice confluyen todos los valores que hemos visto hasta este punto, dando como resultado tres rasgos que resultan fundamentales para conseguir todo lo que nos propongamos. Se corresponde con el nivel 2 de algunas infografías, y se contiene los siguientes valores:
13. Carácter
En la pirámide del éxito de John Wooden se entiende por carácter a la fortaleza de mantener todos los valores de los sectores anteriores, además de cultivarlos y aumentarlos. Es también la capacidad de ser auténticos en todas las situaciones.
14. Confianza
La confianza es que cada persona debe creer en sus propias capacidades. De conseguirlo, será cuestión de tiempo que consiga también la confianza de los demás, y nunca se debe caer en la pedantería.
15. Competitividad
La competitividad la podemos entender cómo saber competir, aprendiendo de los momentos de mayor dificultad y responder con valentía y tesón a los retos. Cuanto más difícil es el camino, más dulce es el éxito final.
El éxito
El éxito es el último nivel de la pirámide, representado gráficamente como la punta de la misma. Para John Wooden, este éxito se resume en la siguiente frase:
"El éxito es la paz mental que nace como resultado natural de la íntima satisfacción lograda al saber que uno hizo lo mejor que pudo para convertirse en lo mejor que uno es capaz de ser".
Este éxito solo puede ser juzgado por uno mismo, pues cada persona sabrá si lo ha alcanzado o no y qué sentimientos despierta en ella el hecho de haberlo conseguido.
Podemos extraer muchas cosas de la pirámide del éxito de John Wooden. Entre ellas, que no se puede llegar solo a la meta, que siempre se necesitará a otras personas por muy individual que sea el objetivo que nos hayamos propuesto alcanzar. La cooperación con otras personas y el espíritu de equipo son valores muy elevados y útiles en el logro de cualquier cosa que nos hayamos propuesto.
Además, debemos mostrar entusiasmo por todo el camino, no perder de vista la hoja de ruta original, tener un carácter firme y confiar en nosotros mismos, siendo estos y otros muchos valores la clave del éxito. Nunca se debe tener miedo a fallar, porque del fallo siempre se aprende algo.
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