Tener una buena autoestima es importante en muchos aspectos de nuestras vidas. Este factor facilita que nos involucremos en proyectos importantes capaces de llevarnos a mejorar nuestra calidad de vida, nos facilita las cosas a la hora de socializar, y contribuye a que las crisis y las pequeñas derrotas del día a día no nos hundan del todo anímicamente.
Sin embargo, como prácticamente cualquier factor psicológico vinculado a la personalidad, un exceso de autoestima puede traer problemas… tanto para uno mismo como para quienes le rodean. Cuando estos altos niveles de amor propio llegan a convertirse en narcisismo, todo cambia.
En este artículo veremos cuáles son los diferentes tipos de narcisismo y de qué manera pueden llegar a expresarse en la conducta de una persona.
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Los diferentes tipos de narcisismo (y cómo detectarlos)
Podríamos definir el narcisismo como una predisposición psicológica a obtener el reconocimiento de los demás en forma de valoraciones expresamente positivas o de manera indirecta, con un trato especialmente respetuoso y mezclado con la admiración.
Además, las personas narcisistas se caracterizan por cumplir con otros rasgos que van en consonancia con ese amor propio expansivo: las ideas de grandiosidad acerca de uno mismo, la predisposición a minusvalorar al resto de personas, y las dificultades a la hora de empatizar, entre otras cosas.
Se trata de un elemento de personalidad que puede estar presente en diferentes grados de intensidad, de manera que cuanto más extremo resulta, más probable es que se encuadre en uno de los grupos de síntomas de un trastorno mental. De todas formas, no todas las personas con un elevado nivel de narcisismo tienen una alteración mental que dañe significativamente su calidad de vida.
Pero del mismo modo que podemos encontrar diferencias en los grados de intensidad de este fenómeno mental, también es posible reconocer algunas diferencias cualitativas en las maneras en las que se expresa el narcisismo. En concreto, el doctor Bruce Stevens ofrece una clasificación de tipos de narcisismo que nos puede ayudar a comprender mejor todos los matices de este elemento de la personalidad.
1. Dependiente
En este caso no estamos hablando del estereotipo de persona encantada de haberse conocido a sí misma, muy contenta con quién es y qué puede conseguir. Al contrario; este tipo de narcisismo se caracteriza por la desesperación con la que se busca la validación por parte de otros.
Así pues, estas personas combinan un cierto sentimiento de superioridad muy sutil, por un lado, con la constatación de que esa superioridad no puede ser llevada a la práctica, y por lo tanto se necesita recibir un trato especial para compensar esa situación. Sus ganas de obtener aprobación por parte de otros les da un carácter obsesivo.
2. Poderoso
Se trata de un tipo de narcisismo centrado en las demostraciones de poder, es decir, de imponer su voluntad al resto. Quien lo presenta, disfruta sometiendo a quienes le rodean.
3. Fantasioso
Este tipo de narcisistas se aíslan en un mundo imaginario en el que sus sentimientos de grandeza se correspondan con cómo se ven a ellos mismos. La tendencia a fantasear es, pues, una manera de resolver la incongruencia de sentirse especial a la vez que creen ser mediocres en su manera concreta de comportarse en el día a día.
4. Centrado en el cuerpo
Este es uno de los tipos de narcisismo en el que más importancia se le da a la imagen proyectada ante los demás. En concreto, toda la atención se centra en la valoración del propio cuerpo, y en el modo en el que se corresponde con ciertos cánones de belleza.
Por supuesto, esta valoración por la estética también se plasma en la necesidad de recibir cumplidos y halagos de una manera regular.
5. Embaucador
En esta categoría se encuadran personas que se sienten bien consigo mismas al sentirse habilidosas cuando tratan de engañar a los demás a cambio de un beneficio personal. Es un tipo de narcisismo que tiene mucho en común con los rasgos típicamente psicopáticos.
6. Amante
Se trata de un tipo de narcisismo orientado a la vida de pareja y al amor. En este caso, las expectativas poco razonables sobre lo que debe ser la relación mantenida con otra persona hace muy fácil que se entre en crisis.
Se idealiza el vínculo amoroso, ya que se sostiene que el de uno mismo es un amor especial, y por eso, cuando aparecen los problemas, no se adopta una mentalidad constructiva ante ellos.
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7. Salvador
La persona se ve a sí misma como alguien capaz de transformar vidas y, específicamente, de educar a otras personas para que encajen en una manera de ser que cuadre con la personalidad de uno mismo.
8. Furioso
En este caso, la persona tiene un umbral de frustración muy bajo cuando detecta que se le ha faltado al respeto o que no se le ha tratado con la debida diligencia. Como resultado, son frecuentes los estallidos de ira injustificados.
Su vida social suele ser muy accidentada porque cualquier situación de ambigüedad puede desembocar en problemas.
9. Mártir
Las ideas de grandiosidad se centran en este caso en la idea que que uno es más digno de lo normal porque sufre y porque se sacrifica.