No es la primera vez que hablamos de los selfies en nuestro portal, puesto que este fenómeno está muy de moda. Los cambios tecnológicos de los últimas décadas, la cultura de la imagen y el espectáculo en la que vivimos inmersos y el surgimiento de las redes como facebook o instagram han permitido hacernos auto-fotos en cualquier momento y publicarlas en los medios digitales con la mayor brevedad posible.
En la televisión, en los diarios o en la radio aparecen noticias constantes sobre los selfies, y han surgido varias preguntas y respuestas sobre el comportamiento obsesivo de algunas personas, muchas veces sin fundamento. Y pese a que muchas veces no sean ciertas estas informaciones, no es de extrañar que exista un interés desde la psicología por conocer más sobre este tipo de comportamientos.
De hecho, un estudio reciente afirma que los selfies dicen mucho sobre nuestra personalidad.
¿Existe la relación entre tomarse selfies y tener un trastorno mental?
Antes de nada, es necesario aclarar que el hábito de tomarse selfies no es ningún trastorno mental, por lo tanto no hay evidencia científica para afirmarlo. Ahora bien, existen determinados problemas emocionales o trastornos psicológicos que pueden asociarse al uso excesivo de los selfies. Por ejemplo, la baja autoestima, el trastorno dismórfico corporal, el narcisismo o la personalidad perfeccionista.
Una persona narcisista es posible que se tome muchos selfies y los cuelgue en las redes sociales en búsqueda de aprobación constante. Todos conocemos a algún amigo al que le gusta mirarse constantemente en el espejo, y los selfies son una manera rápida de conseguir aprobación en la redes sociales y de exponer su imagen constantemente. Un narcisista puede llevar el comportamiento de hacerse selfies al extremo, hasta límites patológicos.
También podría ocurrir que una persona perfeccionista o con trastorno dismórfico corporal realice muchas auto-fotos y las repita constantemente porque no se ve bien en ninguna de ellas. Los perfeccionistas tienen una obsesión por alcanzar la perfección en todo lo que hacen, y la personas con trastorno dismórfico corporal nunca están contentas con su apariencia física. Esto puede provocar que estén horas sacándose fotos hasta lograr esa imagen excelente e impecable de sí mismos, aunque sea irreal.
¿A qué se debe la moda de los selfies?
Pero como ya he dicho, hacerse selfies no tiene porqué ser un problema grave, pues no es más que otro fenómeno asociado a las nuevas tecnologías de la información y la cultura de la imagen. Aquí se juntan tanto el avance de la nuevas tecnologías, por ejemplo la posibilidad de tener cámara en el smartphone, el surgimiento de las redes sociales y la posibilidad de estar todo el día conectados y pendientes de la vida de los demás. También juegan un papel importante los valores de esta sociedad, que premia elementos como la estética o el espectáculo.
Estos cambios producidos en las últimas décadas han cambiado la manera de relacionarnos, pues al sumar estos factores nos encontramos ante un fenómeno que nos lleva a la necesidad de relacionarnos y de proyectar una buena imagen de nosotros mismos a través de las redes sociales. Por eso es importante que sepamos darle un uso responsable a esta tecnología; puesto que si no lo hacemos podemos estar a las puertas de tener problemas de obsesión o de comunicación con otras personas: la comunicación de verdad está en la calle, en mirar a los ojos al interlocutor.
Dicho esto, no podemos negar que cuando alguien tiene un problema más profundo, por ejemplo un trastorno de la imagen corporal, el uso excesivo de los selfies y la redes sociales pueden indicar que algo pasa con esa persona.
La “selfitis” no existe: una mentira que se hizo viral
La selfitis, es decir, la obsesión patológica por hacerse selfies, y que según afirmaban algunos medios de comunicación estaba reconocida por la Asociación Americana de Psicología (APA), realmente no existe: es un trastorno inventado, sin base científica. Fue una mentira que se hizo viral por internet, y el hecho de hacerse selfies puede no significar absolutamente nada desde un punto de vista clínico.
Lo que ocurre es que los selfies se cuelgan en las redes sociales, y estas últimas son importantes en la formación de la identidad de los más jóvenes. Así que hay que tener cuidado en cómo afectan estos comportamientos a los adolescentes, porque este es un periodo crítico de su desarrollo. No tenerlo en cuenta puede tener efectos negativos en su bienestar psicológico futuro. En casos extremos, los selfies pueden ser un indicador problemas emocionales o trastornos de la imagen corporal, por ejemplo, si las personas están constantemente subiendo imágenes de sí mismos a facebook o si están todo el día haciéndose auto-fotos sin parar.
Los padres y las escuelas deben ser conscientes de la importancia de la educación de sus hijos en el uso correcto de las redes sociales
Así que es importante que los padres (y también las escuelas) se preocupen por educar a sus hijos para que usen correctamente las nuevas tecnologías, porque de lo contrario la cultura occidental puede causar problemas emocionales o de autoestima.
Pero tampoco dramaticemos: que alguien ocasionalmente se saque un selfie no es nada malo, es simplemente un fenómeno más, que viene de la mano de la inmersión que todos hemos hecho en las nuevas tecnologías.
La mejor prevención es la educación
Para prevenir futuros problemas emocionales en los jóvenes y para que desarrollen una personalidad resistente que les permita empoderarse frente a la vida y se valoren a sí mismos tal y como son sin necesidad de estar constantemente mostrando una imagen digital que puede ser perjudicial para ellos, la clave es la educación.
De los trastornos asociados a las nuevas tecnologías ya hemos hablado en otras ocasiones desde Psicología y Mente, por ejemplo, en nuestros artículos del Síndrome FOMO o la Nomofobia. Y ya hemos advertido de la importancia de reeducar a los más jóvenes en una sociedad que nos convierte en objetos y que puede llevarnos a problemas serios de autoestima si no conectamos de nuevo con nosotros mismos. Es decir, si no volvemos a ser personas conscientes y emocionalmente inteligentes.
Es necesario educar correctamente en el uso de las nuevas tecnologías, porque son una parte importante de la vida de los más jóvenes. A través de las redes sociales, los niños y los adolescentes se relacionan, se comparan y forman su identidad.
El mundo 2.0 transmite valores
El mundo 2.0 puede ser un mundo ficticio pero muy apetecible, y las redes sociales son atractivas porque los más jóvenes se convierten en protagonistas.
Gracias a los selfies pueden ser una especie de “estrella” en su pequeño mundo del espectáculo. Por tanto, hay que saber que, como agentes socializadores que son, las redes sociales también transmiten valores. Es necesario que los padres y maestros hagan entender a los más jóvenes las consecuencias positivas y negativas de su uso.
La aportación de la psicología al uso de las redes sociales
Para los casos en que una personas se saque selfies de forma compulsiva y realmente exista un trastorno de fondo, desde la psicología planteamos ciertos tratamientos que pueden ayudar a la persona a identificar el problema y poder solucionarlo.
Estos casos se suelen caracterizar por una pobre autoestima, un déficit de habilidades sociales y una necesidad constante de aprobación de los demás. Por suerte, los psicólogos podemos tratar estos casos y resolverlos.
Personalidad y selfies: las personas narcisistas y antisociales hacen un mayor uso de las auto-fotos
Las investigaciones recientes se han centrado en encontrar relación entre la personalidad y las auto-fotos, y parece ser que determinados tipos de personalidad son más propensos a hacerse selfies, al menos eso afirma un estudio llevado a cabo por la Universidad Estatal de Ohio (Estados Unidos) que concluye que los individuos que publican más auto-fotos en sus redes sociales tienen rasgos narcisistas y antisociales.
Por otro lado, según una investigación de la Nanyang Technological University de Singapour y publicado en Computers in Human Behaviour, la manera de realizar un selfie puede expresar los rasgos de personalidad de una personas, por ejemplo, si es más o menos extrovertida, responsable o amable. Este estudio concluye que:
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Las personas compasivas, cooperativas y amables aparecen sonrientes y alegres en sus auto-fotos.
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Las personas amables se toman los selfies desde abajo.
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No revelar el lugar de la foto puede indicar que la persona está preocupada por su intimidad.
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“Poner morritos” es típico de las personas inseguras, con ansiedad y celos.
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Cuanta más apertura de la foto, mayor positividad emocional
Para saber si son ciertos y estar más seguros de los resultados de esta investigación, los científicos tendrán que realizar otros estudios para confirmar estas conclusiones. Lo que está claro es que la ciencia comienza a fijarse en este fenómeno.
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