¿Cómo puedo gestionar la ansiedad? ¿Podré llegar a vivir mejor, sin tantas crisis? ¿Cómo empiezo? Yo propongo comenzar por una explicación, dotarte de conocimiento acerca del porqué de los síntomas que estas sufriendo.
Un profesional responde tus dudas
A continuación recogemos algunas de las preguntas más comunes sobre la gestión de la ansiedad, respondidas por una experta de la Psicología.
1. ¿Por qué es importante entender lo que te pasa?
Porque la ansiedad, el pánico y las fobias se hacen grandes con el miedo y la incertidumbre. Arrojar certeza y conocimiento sobre los síntomas para crear un espacio de mayor autoconocimiento te generará un aumento del bienestar y la seguridad suficiente para comenzar a hacerles frente.
Es por ello que hoy respondo una serie de preguntas frecuentes que me encuentro en consulta. Te animo siempre a que no te quedes con dudas, pregunta. Ten presente que conocer es el elemento primario que pondrá en marcha todo proceso de cambio, asique en un intento por aportar información útil, práctica y precisa, respondo en este artículo a esas dudas que tanto se repiten.
2. ¿Es normal sentir ansiedad?
Sí. La ansiedad es un conjunto de emociones y sensaciones físicas que surgen espontáneamente cuando interpretamos que estamos frente a una situación novedosa o de alta exigencia. Cuando nos sentimos abrumados por las altas demandas del entorno y no consideramos que tengamos los recursos suficientes para hacer frente a tal circunstancia, el cerebro emite señales que nos activan porque necesitamos muchos recursos. Por eso antes de un examen nos sentimos más alerta en pro de aumentar nuestro rendimiento.
Sin embargo, si la manifestación de la ansiedad se torna excesiva conllevando una merma en la calidad de vida de la persona, puede ser que estemos experimentando una ansiedad desadaptativa. Casi todo el mundo reconoce la sensación de rigidez muscular, inquietud, miedo, alarma, impaciencia….pero lo que se conoce menos es que sensaciones como hormigueo, mareos, visión borrosa, entumecimiento y sensaciones de ahogo o asfixia también son formas en las que la ansiedad se manifiesta.
3. ¿Por qué no paro de sentir miedo y ansiedad?
El miedo, que vendría a ser una respuesta de ansiedad inmediata, es una respuesta que nos activa para luchar o huir. Si percibo o interpreto algo como una amenaza, el organismo se prepara para afrontar dicha amenaza. La ansiedad, al fin de cuentas es un mecanismo para proteger al organismo. Imagínate a oscuras en una calle solitaria, si vas distraído y no experimentaras un mínimo de alarma y de activación, estarías indefenso frente a un veloz vehículo que de repente cruza la calle.
Una respuesta competente de lucha o huida seguro hará que de un salto te apartes lo suficiente como para continuar tu camino sano y salvo. Todas esas sensaciones tan molestas están ahí para que puedas dar una acción rápida. La función de tal estado de alarma no es otra que la de protegernos.
4. ¿Cómo funciona esa respuesta de alarma?
Una vez se percibe o interpreta una amenaza, el cerebro se lo comunica al Sistema Nervioso Autónomo que como su nombre indica, funciona por sí solo. Éste se compone de dos ramas, la parasimpática y la simpática. Entre las dos regulan nuestro estado de energía y recursos.
El simpático nos activa para escapar o luchar y el parasimpático nos devuelve a la calma. Aquí el punto clave es entender que la rama simpática funciona de forma todo o nada y esto te ayuda a entender por qué en ese estado de sobreexcitación experimentas muchos síntomas y no sólo uno. Una vez puesto en marcha la respuesta simpática activa todo el cuerpo.
Llegados a este punto, te será reconfortante saber que es una rama autolimitada, eso quiere decir que ella misma se para una vez alcanzado un pico de activación para que a partir de ese momento la rama parasimpática te devuelva a la calma. La ansiedad no es una espiral en bucle infinito que alcance niveles en los que puedas sufrir daño, es extremadamente molesta pero inofensiva. Entender esto, te aportará algo de calma. Ten presente que el parasimpático es como un regulador protector interno que se activará cortando la ansiedad para que esta no vaya a más sin control.
5. ¿Y por qué me late tan rápido el corazón?
Para aumentar el riego sanguíneo a los músculos grandes como los de las piernas y puedas llevar a cabo una acción de defensa. No solo sentirás que el corazón “se te sale”, además de esto, tus manos y pies quedarán fríos. Al aumentar el caudal de sangre hacia músculos grandes disminuye el riego en extremidades experimentando entumecimiento u hormigueos. Si se produce un corte y el riego está disminuido en las regiones distales de las extremidades es menos probable que te desangres y si el riego es alto en músculos como cuádriceps o tríceps, la respuesta para el movimiento será más rápida y efectiva.
6. ¿Y por qué me mareo?
Porque al desviarse tal cantidad de sangre a la musculatura y verse disminuido el riego sanguíneo hacia el cerebro se experimenta esa sensación de mareo que tanto puede asustar. Estos tejidos en tensión van a requerir mayor oxigenación, por lo que la respiración adquiere velocidad y ese aumento en la tasa de respiración da la sensación de que nos falta el aire. Es una herramienta útil repetirnos en esos momentos que los cambios que experimentamos son para protegernos y que seamos más eficaces frente al peligro.
No es útil poner el foco en intentar erradicar o controlar pensamientos intrusivos en los momentos de mayor desasosiego, comenzar tomando consciencia de los síntomas que experimento y el porqué de los mismos ya ofrece seguridad al disminuir la carga emocional que viene adherida a ellos. Desde un estado más reflexivo y menos convulso, podremos trabajar mejor en desarrollar herramientas que nos sean prácticas.
7. ¿Qué más cambios son normales?
Ante todo, recalcar que ninguno es peligroso por sí mismo, recuerda que te preparan para afrontar un peligro percibido; pero por citar alguno, normalmente aparece dilatación pupilar para que entre más luz y tener mayor visibilidad, lo que puede ocasionar visión borrosa, manchas al mirar…
La salivación disminuye y es que hacer la digestión en medio de un supuesto ataque no es muy útil de cara a una buena respuesta de lucha o huida. Por ello se suele experimentar boca seca o digestiones pesadas. Hay a quienes se les corta el apetito de inmediato. También es habitual experimentar temblores o sacudidas musculares como consecuencia de la masiva activación de tejidos en tensión sostenida. Como es de esperar, esto consume mucha energía y después es completamente normal sentir un estado de agotamiento.
8. ¿Es la ansiedad un trastorno?
La ansiedad es un estado de hiperactivación de la rama simpática del Sistema Nervioso que no tiene por qué ser disfuncional necesariamente pero hay entidades diagnósticas que cursan con un síntoma común de ansiedad patológica. Según factores genéticos, estilo educativo, experiencias traumáticas vividas, rasgos de la personalidad individuales y estresores actuales en la vida de la persona, la ansiedad podría llegar a ser patológica tomando distinta forma de presentación en su conformación pudiendo dar lugar a trastorno de pánico, fobias, trastorno obsesivo compulsivo, trastorno por estrés postraumático, trastorno de ansiedad generalizada, agorafobia o fobia social.
Es prioridad entenderla, comprender cómo se expresa en cada persona, remodelar la interpretación que hacemos de los eventos que acontecen en nuestra vida diaria y establecer un plan de acción que ayude a manejar estas reacciones para que las respuestas resulten funcionales y aporten equilibrio.
Conclusiones
Es importante recalcar que esta información no viene a sustituir una consulta profesional individualizada aunque espero que contribuya como orientación y resolución de dudas frecuentes. Si consideras que tienes problemas derivados de una mala gestión de tales síntomas, te animo a contactar con un profesional debidamente preparado que te ayude en tu camino hacia un mayor bienestar y calma. El coste de no afrontar nuestros miedos es permitirles que nos ganen terreno, y esto, si irrumpe contra tu paz mental suele ser demasiado caro.