Las 9 diferencias entre los modelos constructivistas y los racionalistas

Las claves para saber diferenciar los modelos racionalistas de los modelos constructivistas.

Diferencias entre modelos constructivistas y racionalistas

Los modelos racionalistas y los constructivistas comparten algunas características fundamentales, ya que sirven como base para la formación de terapias cognitivas. Pero, del mismo modo, son muchas las características que permiten distinguir entre ambos.

En este artículo veremos las principales diferencias que hay entre los modelos racionalistas y los constructivistas en Psicología y ciencias del comportamiento en general, de manera resumida.

Principales diferencias entre modelos racionalistas y modelos constructivistas

Tanto el paradigma racionalista como el constructivista intentan dar explicación o definir qué es la realidad.

Del mismo modo, estos dos paradigmas han dado lugar a diferentes modelos que han sido utilizados como base para la formación de terapias cognitivas para el tratamiento de distintos trastornos.

Cómo distinguir entre modelos racionalistas y constructivistas

Pese a compartir la base cognitiva, estos dos paradigmas presentan múltiples diferencias en referencia al modo de definir o entender la realidad, en la manera de evaluar y de tratar, en el papel que desempeñan los terapeutas, en cómo definen o perciben los trastornos o las recaídas, así como los diferentes tipos de terapias cognitivas formados a partir de las distintas teorías de cada paradigma.

A continuación mencionaremos y describiremos las principales diferencias entre los dos modelos y citaremos algunas de las terapias cognitivas que tienen como base uno u otro paradigma.

1. Modo de comprender la realidad

Los modelos racionalista o objetivos, tal como indica su nombre, entienden la realidad como algo objetivo, que existe independientemente del sujeto y que solo hay una posible, es decir, la realidad percibida por una persona será la misma que la que perciba otra. De este modo los individuos tienen que descubrir la única realidad posible.

En contraposición a esto, los modelos constructivistas se basan en la idea de que no existe una única realidad, sino que esta es construida e inventada por cada individuo, dando lugar a múltiples realidades que en muchas ocasiones serán contrarias entre sí.

2. Papel del sujeto en la percepción de la realidad

El paradigma racional verá en el sujeto un papel pasivo, el ser humano es reactivo y respondiente, entendiendo el conocimiento desde fuera hacia dentro y creando en el individuo representaciones mentales como copias de la realidad.

De este modo, se produciría un procesamiento de la información externa sin producir modificaciones de la realidad percibida.

Contrariamente, el paradigma constructivista entenderá un papel más activo del sujeto; en este caso el ser humano se mostrará proactivo y orientado a metas. De este modo la percepción particular de la realidad de cada sujeto será fundamental para la construcción de cada realidad, concibiendola de dentro a fuera, así pues las estructuras cognitivas del individuo son proyectadas al exterior dando forma y construyendo su realidad.

3. Visión del conocimiento

Los racionalistas entienden el conocimiento como una representación directa y exacta de la realidad, es decir, adoptan una visión determinista, ya que creen que el conocimiento tiene un único significado válido y verdadero que es la realidad.

Asimismo, hablarán del conocimiento de una única realidad verdadera que como ya hemos apuntado el individuo debe descubrir, existe una sola verdad.

Por su parte, los constructivistas conciben el conocimiento como un proceso evolutivo, interpersonal y proactivo, presentando múltiples interpretaciones y distintas formas viables o posibles de realidad. Por tanto, el conocimiento verdadero no será único sino que aparecerán diferentes según las construcciones de cada sujeto y serán evaluados por consistencia interna o consenso social. El terapeuta que adopte un modelo constructivista fuerte entenderá que la verdad no existe como tal.

En referencia al conocimiento, cabe destacar también que los modelos racionalistas se centran en exclusivo en la cognición; en cambio, los modelos constructivistas también se interesan y valoran como necesario trabajar con las emociones y las conductas del individuo.

4. Método de evaluación

En lo referente al proceso de evaluación los racionalistas presentarán y definirán un diagnóstico más específico, centrado en el problema que presenta el paciente y con la principal finalidad del control de este.

De manera contraria, los constructivistas presentarán una visión más global, centrada en los procesos y el desarrollo del individuo. Es decir, se focalizará en el individuo trabajando y mejorando sus sistemas cognitivos.

5. Tratamiento y estilo terapéutico

Los modelos racionalistas tendrán como principal objetivo de tratamiento corregir y eliminar las disfunciones, es decir, que desaparezca el problema del paciente. Con el propósito de alcanzar esta finalidad, el terapeuta, como único experto, mostrará un rol directivo e instructivo, será el terapeuta el que dará instrucciones teóricas y técnicas al sujeto y realizará una valoración clínica.

Los modelos constructivistas, en cambio, entenderán la presencia de dos expertos que colaboran entre sí para conseguir los objetivos de la terapia. Uno de los expertos sería el terapeuta con adecuado conocimiento de los procesos de cambio y el paciente sería el otro experto en conocimiento de su propia vida.

El terapeuta constructivista actúa como apoyo para que el cliente pueda explorar nuevas formas de relación y conocimiento, lo ayuda en el proceso de reconstrucción de su sistema cognitivo, ya que es aquí donde sitúan la aparición del problema. De este modo la terapia es menos estructurada y más flexible, siendo la meta principal del tratamiento facilitar el desarrollo del sujeto.

6. Percepción de los trastornos y de las recaídas

Las teorías racionalistas perciben y describen los trastornos como disfunciones o déficits, por lo tanto, la finalidad de la terapia o intervención será controlarlos, eliminarlos o redirigirlos. Del mismo modo, se entenderán las recaídas como fallos en el proceso de mejora o recuperación que deberán minimizarse y evitarse, siendo percibidas como patrones disfuncionales que en muchas ocasiones aparecen en los sujetos por falta de motivación.

Por el contrario, las teorías constructivistas conciben los trastornos como un reflejo de limitaciones que se producen por las discrepancias entre el ambiente y la capacidad de desarrollo actual del sujeto; esta es la causa por la cual la finalidad principal del tratamiento es ayudar al desarrollo del cliente. Asimismo, las recaídas también serán entendidas como limitaciones en la capacidad de desarrollo, útiles de este modo para aprender y trabajar con ellas.

7. Cómo entienden las emociones

Los modelos racionalistas creen que los pensamientos irracionales (no veraces o no acordes a la realidad) causan y generan emociones negativas e intensas que son interpretadas como problemas en el sujeto y por tanto es necesario eliminarlas o controlarlas.

En cambio, los modelos postmodernistas o constructivistas perciben e interpretan las emociones como una oportunidad de conocimiento, es necesario fomentar que los sujetos las experimenten y las exploren para así poder trabajar y adecuarlas.

8. Visión del insight

El paradigma racionalista dará mayor importancia al insight, entendido como una visión interna. De este modo es necesario el conocimiento, el insight, de las creencias irracionales para que se produzca una mejora o el sujeto consiga un cambio.

Por su parte, el paradigma constructivista no tendrá una visión tan cognitiva como el racionalista y entenderá que el insight ayuda en la mejora o desarrollo pero necesita también otros aspecto emocionales y conductuales para el cambio.

9. Tipos de terapia cognitiva según cada modelo

Los modelos racionalistas presentan las terapias cognitivas divididas en dos grupos.

En primer lugar está la categoría de las terapias cognitivo-conductuales, que a su vez se dividirán en terapias centradas en el entrenamiento de habilidades de afrontamiento (dirigidas a hacer frente a situaciones de estrés y poder manejar mejor estas sensaciones) y en técnicas de resolución de problemas (tienen la finalidad de entrenar un método más organizado en la solución de problemas).

Un ejemplo de terapia de habilidades de afrontamiento sería el entrenamiento en inoculación del estrés de Donald Meichenbaum y de solución de problemas sería la Terapia de solución de problemas de D’Zurilla y Golfried.

Del mismo modo, la otra categoría que constituye las terapias cognitivas es el formado por las terapias basadas en la reestructuración cognitiva, que tiene como meta identificar y modificar las cogniciones desadaptativas que provocan y mantienen el problema en el paciente. Siendo la conocida terapia cognitiva de Aaron Beck un ejemplo de esta.

En referencia a los modelos constructivistas, en este caso las terapias se basarán en el constructivismo, la lingüística y la narrativa, apuntando que es igual de importante tratar o tener en cuenta las emociones y la conducta como las cogniciones. Como ejemplo podríamos citar la Terapia de constructos personales de George Kelly.

Por último, aparecerán unas teràpias intermedias que muestran características de los dos modelos, tanto el racionalista como el constructivista. Son similares a los modelos clásicos o racionalistas porque utilizan conceptos similares a estos, como por ejemplo los términos de esquemas o distorsiones, pero también presentan parecido con los modelos constructivistas, ya que le dan más importancia a aspectos como las emocionas, la relación terapéutica o la utilización conjunta de diversas técnicas. Un tipo de terapia intermedia sería la Terapia centrada en los esquemas de Jeffrey Young.

  • Almendro, MªT., Erdocia, A., Díaz de Neira, M. y Jiménez, G. (2018) Manual CEDE de preparación PIR. Psicoterapias. CEDE: 5ª Edición.
  • Beck, A.T. (1987). Cognitive Therapy of Depression. New York, NY: Guilford Press.
  • Carretero, M. (1994). Constructivismo y Educación. Buenos Aires. Aique.

Psicóloga

Erin Sánchez es graduada en Psicología con mención en Psicología Clínica infantil y de adultos por la Universidad Autónoma de Barcelona. Actualmente estudia para las oposiciones de Psicólogo Interno Residente (PIR) y es voluntaria en AVAN, asociación que acoge a personas con afectaciones neurológicas, con sede en Sabadell (Barcelona).

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