La psicología y la antropología son dos parcelas de conocimiento y de investigación que pueden ser confundidas con frecuencia. Ambas ponen una gran importancia en el estudio del ser humano, pero lo hacen de formas diferentes.
Pero… ¿Dónde están exactamente esas diferencias entre la psicología y la antropología? ¿Son tan relevantes como para mantener a estas dos disciplinas en categorías separadas? Ciertamente, si ambas tienen nombres distintos y están representadas por diferentes carreras universitarias es por algo. Veamos en qué puntos se caracterizan cada una de ellas.
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Principales diferencias entre la Antropología y la Psicología
Estos son los puntos básicos en los que psicología y antropología se distancian. Algunos de ellos dejan entrever que estas dos disciplinas se solapan en ciertos casos, y lo cierto es que a la práctica es imposible aislar del todo aquello que cada una estudia. Sin embargo, ambas mantienen su identidad justamente porque este solapamiento no es total, ni mucho menos.
1. La psicología se basa menos en lo social
La psicología es una ciencia muy amplia, y no todo lo que abarca tiene que ver con la dimensión social del ser humano. Por ejemplo, la psicología básica o la biopsicología se centran solo en el estudio del individuo, y si toman en cuenta algo ajeno a este son unas pocas variables muy acotadas.
La antropología, en cambio, siempre estudia al ser humano como ser que es producto de la sociedad en la que vive. Es decir, estudia el modo en el que las diferentes culturas (y su relación con la biología, en el caso de la antropología biológica) se expresan a través de la variedad de comportamientos propios del ser humano.
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2. El foco temporal de la investigación
La antropología parte siempre desde una perspectiva histórica. Se intenta comprender cómo han surgido ciertos patrones de comportamiento y ciertas formas de expresión teniendo en cuenta el modo en el que las generaciones van tomando el relevo de las anteriores.
Así, los antropólogos casi siempre formulan sus temas a investigar y las hipótesis que dan respuesta a esas preguntas analizando periodos de tiempo amplios. Esto permite entender mejor esas características culturales o étnicas que resisten el paso del tiempo.
La psicología, en cambio, parte del análisis de periodos de tiempo amplios con mucha menos frecuencia. Eso significa que se pretende que una parte de sus hallazgos sean atemporales. De hecho, gran parte de las investigaciones en las que se fundamentan sus avances se basan en el aquí y ahora del momento de realizar la medición.
3. La pretensión de universalidad
Tal y como hemos visto en el punto anterior, una buena parte de la psicología busca hallazgos atemporales. Esto nos da pistas acerca de otra de las diferencias entre la psicología y la antropología: la primera no siempre tiene en cuenta el efecto de la cultura y se centra en lo biológico y lo genético, mientras que la segunda, si bien puede tener en cuenta las diferencias físicas entre colectivos, pone énfasis en la transmisión de hábitos, símbolos y costumbres construidas colectivamente y que han nacido en la interacción constante con el entorno.
Es decir, que la antropología estudia al ser humano relacionado con las contingencias históricas y culturales en las que vive, mientras que la psicología no tiene por qué hacer esto y también puede optar por analizar aquello que todos los seres humanos tienen en común en sus acciones más básicas, más allá de interpretaciones.
4. Utilizan métodos diferentes
La psicología utiliza mucho el método experimental, que consiste en generar un fenómeno (en este caso, psicológico) bajo la atenta observación de los investigadores, tomar un registro minucioso y objetivo de los hechos y comparar estos datos con los obtenidos con otras personas en las que no se ha generado ese fenómeno.
También utiliza estudios de correlaciones, en los que recogen varios datos aportados por una gran cantidad de individuos para analizar esos resultados y ver de qué manera interactúan las variables, que patrones de comportamiento aparecen, etc. Por ejemplo, este método permitiría ver si las personas con depresión tienden a pensar más en el suicidio que el resto o no.
Estas dos metodologías se basan en la creación de un sistema de variables muy definido y “rígido” que es “rellenado” por la información captada. Son formas de estudio cuantitativas.
La antropología también puede hacer uso de esta clase de técnicas cuantitativas, pero está definida más bien por los métodos cualitativos, aquellos que no generan esquemas rígidos antes de empezar a investigar sino que se adaptan en tiempo real a lo que se va observando sobre el objeto de estudio.
Por ejemplo, cuando un antropólogo va a convivir con una tribu de la selva amazónica para tomar notas acerca de lo que ve y a entrevistar a los miembros del clan sin seguir un guion claro y muy estructurado, está utilizando métodos cualitativos.
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